De nueva usanza
El cerebro piensa, existe luego no deja de pensar y en muchas ocasiones piensa mucho más de lo que uno desearía, y además cosas extrañas. Así pues, en el día a día, es mejor mantener un perfil bajo, y no pasarse con el café, y tampoco echar en la taza ese "líquido raro" que disuelve las cucharillas.
No ganamos para cuberterías.
Yo es que estoy hecho a las viejas usanzas.
Este país está atravesado por miles y miles de leyes, como agujas sobre un gran ovillo de lana.
Pero todas se rompen o corrompen por oro o plata, o el dinero fantástico, el fiduciario. Ninguna es tan dura que no se rompa o doblegue.
Esta nación, la española, fue durante siglos un gran ovillo sin cortes ni nudos interiores, sin defectos, sin hilos sobresaliendo, una gran obra de maravillosas tejedoras.
Es una pena observar como en nuestros días unos individuos, clientes de saunas insanas, están rompiendo las agujas y sacando cabos por todas partes. Las saunas sanas son vigorizantes, ¡esas duchas de agua fría! Pero estos sudorosos individuos de medio pelo, punteros y chapistas, tan solo están a los fuegos que se provocan en sus... "agujeros negros".
Este fue un país que se hizo grande por la mar, ahora solo quedan... marineros de congreso en congreso y de sauna en sauna.
Falta equilibrio entre fuerzas antagónicas, centrífugas y centrípetas, entre los que quieren romper España y los que quieren volver a Una, Grande y Libre. Equilibrar no es que todos seamos iguales, vascos y murcianos. Tiene que haber un equilibrio entre las aspiraciones naturales de unos y otros.
Armonía, eso hemos de procurar pues todos somos complementarios; y yo metería en el cesto a nuestros vecinos portugueses, que tan bien nos dan el contrapunto.
Debemos adaptarnos cuanto antes a los cambios que se están produciendo; observar la realidad con claridad. La humanidad no deja de procrear y masas humanas intentan ir de aquí para allá, en estampidas en alguna ocasión.
Al perro viejo le toca aprender mañas nuevas y hacerse a la Nueva Usanza. Es hermosa, ¿verdad?