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Tolerante o pendenciero


Tolerante o pendenciero


Hola mis tolerantes amigos, ¿cómo les va?

¿Cuánta tolerancia es capaz de admitir una comunidad o cultura?

Pues depende de su tamaño y amplitud de miras. Una tribu está formada por poca gente y su tolerancia hacia lo ajeno suele ser escasa; una nación ya suele estar formada por grandes grupos de gentes variopintas y es mas tolerante, a no ser que se deje llevar por supersticiones exclusivistas, supremacistas.

Siguiendo el razonamiento: una comunidad planetaria necesita un nivel muy superior de tolerancia a la de cualquier nación o cultura.



En este mundo tenemos los viejos cultos provenientes de los tiempos tribales que han pervivido en naciones y culturas: hinduismo, judaísmo, cristianismo, Islam, etc. que son altamente intolerantes y de muy corto alcance; pueden servir y de hecho han servido para someter naciones e incluso imperios pero son inaceptables para una comunidad planetaria, y completamente absurdos si miramos hacia nuestro destino: las estrellas.



Una cultura, civilización, global, planetaria, habrá de tener por fuerza una amplia tolerancia pero a ello se le opone tanto los estados como los viejos cultos tribales, que crean tanto apego en las comunidades. Hay demasiada resistencia a los cambios; es nuestro modo de pensar actual, no tienen porqué suceder catástrofes. Suceden por nuestra baja Conciencia.

Una nueva Ciencia, con Conciencia, sí ayudaría a unir a la humanidad con un objetivo común y beneficioso para todos.



Yo impondría para acceder a cualquier cargo público el superar unos exámenes de matemáticas básicas y alguna ciencia más, y también unos buenos test psicológicos como los que se hacen para obtener un permiso de armas de fuego.

Ya ven qué tolerante me he vuelto en estos últimos años.



El asunto no está en lo que sabemos si no ¡en lo que creemos saber! Y esas creencias son como pedruscos y baches en nuestro Camino.

¡Preste atención a lo que está haciendo! Sobre todo si es la comida para usted y los suyos.

¡No se distraiga!



Como decía la santa castellana: Dios también está en la cocina, entre los pucheros, ¡dese usted cuenta! También por entonces sus compañeras de monasterio querían tener visiones, ser... canalizadoras, hablar lenguas ¿pleyadianas? Y Santa Teresina les repetía: ¡que ya tenéis a Dios con vosotras! Atender a las cazuelas o no comeremos caliente el día de los presentes.

¡Es muy fácil!

No lo hagan complicado.


Desabrido e idealizado


Desabrido e idealizado


Hola amigos, confío en que todo les vaya bien.

Estoy repasando textos anteriores y me da la impresión de que en algunos de ellos estoy desabrido, o tal vez deprimido. Por tanto tengo que afinar mi atención para no dejarme llevar por las impresiones constantes del día a día; es abrumador el mundo y sus noticias.

Siempre nos atraen las cosas luctuosas, oscuras, deprimentes.



¿Comprende usted lo que es la idealización? Seguro que sí.

Para entender mejor el concepto de idealización tal vez no haya mejor cosa que la imitación; si usted es capaz de hacer una buena imitación, de un personaje famoso, hasta el punto de que sus espectadores le digan: ¡perfecto!

Será entonces cuando pueda darse cuenta de esto: hasta qué punto idealizamos y somos nosotros una idealización; algo similar a un ensueño.



Si usted se sueña ser... Julio César, o Cleopatra, cuando despierta supongo que comprende que usted realmente no es así pero tal vez, en el día a día, pueda comprender hasta qué punto son ensueños lo que usted discurre o le ocurre.

Además, se suele confundir la identificación con la idealización; lo hacemos de continuo, nos enseñan a hacerlo de niños; nos identificamos con una figura política o religiosa, o deportiva...

¿Desidentificarse sirve de algo?

Según y como.

Una vez que te desidentificas de unas cuantas cosas y mantienes una atención más o menos constante a la tontería y mediocridad reinante una de las cosas más curiosas que te ocurren es que te vuelves diferentemente tolerante.



¿Tolerante en qué sentido?

Discurra conmigo: ¿Qué tiene usted de propio y se llevaría a otro mundo o dimensión desconocida? ¿Qué le parece a usted que le permitirían transportar? Se lo pregunta un ferroviario.

Los reyes de Egipto, que sabían del tema, se hacían construir un buen barco y en sus bodegas cargaban de todo. Y unas cuantas chicas también.

¿Lo comprende? ¿No?

Pues vaya usted bajo tierra, al nicho, y discurra desde allí.

¿No se estará comportando como un ser programado? ¡En su día a día!

Piénselo bien.



Esta como viviendo a crédito, sin saberlo seguramente. Aunque vea números negros en su cuenta bancaria lo más seguro es que sean rojos en la cuenta de su alma.

Para los que se dicen cristianos: que vayan pensando que están siendo engañados al menos desde el Concilio de Nicea.

La parábola de la semilla de mostaza: que de una cosa ínfima nace algo extraordinario. Así en La Tierra como en El Cielo.



De algo aún más pequeño nació este universo dentro la Gran Matriz Cósmica. Y sigue creciendo, así pues usted no mengue ni permita que le metan bajo tierra. Siempre aspire a crecer en lo celeste, en Conciencia.


La tolerancia

 


La tolerancia

¿Cuánta tolerancia es capaz de admitir una comunidad o cultura? Pues depende su tamaño y amplitud de miras. Ejemplo: una tribu está formada por poca gente y su tolerancia hacia lo ajeno suele ser escasa, una nación ya suele estar formada por grandes grupos de gentes variadas y su tolerancia mucho mayor a no ser que se deje llevar por supersticiones exclusivistas. Siguiendo el razonamiento una comunidad planetaria necesitará un nivel muy superior de tolerancia a la de cualquier nación o agrupación de ellas.



En este mundo tenemos los viejos cultos provenientes de los tiempos tribales y que han pervivido en naciones y conjuntos de ellas: hinduismo, judaísmo, cristianismo, Islam, etc. que son altamente intolerantes y de muy corto alcance; pueden servir y de hecho han servido para someter naciones e imperios pero son inaceptables para una comunidad planetaria y completamente absurdos si miramos hacia nuestro destino: las estrellas.



Las tolerancias

¿Sabemos lo que son? Un sistema muy pequeño necesita tolerancias muy pequeñas para estar bien ajustado, de milímetros o menor aún. Un sistema mayor ya acepta tolerancias de centímetros y a mayores sistemas ya se trabaja con metros, e incluso kilómetros.

Una cultura global, planetaria, ha de tener por fuerza una amplia tolerancia pero se le opone tanto las naciones y organizaciones estatales como los viejos cultos tribales a los que estas se sienten tan apegadas. La ciencia en cambio, bien entendida y mejor practicada, favorece con sus hallazgos una civilización planetaria pues las leyes de la física, por ejemplo, son las mismas en cualquier rincón del mundo; la exploración y colonización del Sistema Solar sería una iniciativa de futuro que uniría a la humanidad en un objetivo común y muy beneficioso.

Probablemente dos o tres lenguas se impondrán ante tamaño desafío cultural pero siempre se habrá de ser extremadamente tolerante y cuidadoso con todas las lenguas del mundo y que no se pierda alguna. Son nuestra riqueza. Lengua que desaparece es un tesoro maravilloso que hubiéramos tirado a un agujero negro por ello hay que fomentar la escritura y la auto-edición de las obras de cualquier persona de cualquier lugar en su propia lengua pues será condición necesaria para dejar atrás la barbarie de siglos pasados. ¿Cómo es posible que tengamos líderes políticos y ejecutivos de grandes empresas que no han sido capaces de escribir ni dos libros seguidos? Y que además no tienen conocimientos básicos de ciencia y matemáticas.

¿Cómo se gobierna hoy día este carajal de mundo? Pues a base de gobernantes incompetentes que no pasarían un buen examen a base de test psicológicos ni un examen de selectividad universitaria pues de conocimientos básicos están completamente pez. Seamos tolerantes y no mentemos a ninguno ni a su señora madre.

La tolerancia de una civilización planetaria en estos días aciagos nos parecería descacharrante si la pudiéramos visualizar, pero sería así tal cual; pues el sentido del humor debe estar entre nuestros genes más potentes y prolíficos. Una civilización expurgada de las viejas ideologías y los cultos tribales, de las sectas (todas son destructivas) y de similares humanas asociaciones que pudieran surgir en este tiempo, llevarían a este mundo a un nuevo Renacimiento, esta vez global, que cambiaría esto como de la noche al día. Quedaría el problema de las drogas, pero eso es ya otro cantar; una debilidad genética que tenemos.



La música, por ejemplo, alcanzaría cotas inexploradas; nos encanta bailar, también debe de ser algo genético, así pues el ballet y todas las danzas del mundo redivivas, las músicas tradicionales del mundo, por ejemplo: el flamenco, asombrarían por su extraordinaria capacidad para superarse y hacer buena mezcolanza. Las modas, vestido, peinado, calzado y todo lo demás a nuestros ojos actuales resultarían inagotables, fluctuantes, siempre cambiantes y no solo por temporadas, extraordinariamente productivas.

La alimentación, ¡Uff! No hemos visto más que el principio, aún no se ha hecho la luz en este tema; las maravillosas tapas y pinchos del Barrio Viejo de San Sebastián parecerán chuscas en cuatro días ante la competencia mundial y no solo de los de Vitoria; todos los alimentos del mundo, todo el saber culinario y alimentario de la humanidad, la búsqueda incesante de nuevas cosas, hongos, algas, ¡de todo! ¿Unos entrantes con hormigas gigantes del Kalahari? ¿Y unos shiitaques con crema de queso de Valdeón? Hace, ¿un caldo oscuro de Nueva Zelanda de uva pinot noir? Habrá que probarlo. Y todo en ese plan pero puesto a la mano de cualquier persona de cualquier rincón del planeta.

Una civilización planetaria sería lo mejor que podríamos conseguir pues los desafíos son monstruosos; ejemplo: el Calentamiento Global y la desertificación no están al alcance de ningún estado ni unión de ellos, solo se podrá paliar e incluso superar con la acción combinada de toda la gente de todo el mundo, toda.


¿Quién puede enfrentarse al desierto del Sahara que no cesa de crecer año tras año? Es un ejemplo, haría falta el esfuerzo de toda la humanidad o antes de que termine este siglo se habrá tragado varios países más y España parecerá la Argelia actual; y podría poner muchos ejemplos más. Cada año hay menos terreno fértil para una población humana que no cesa de crecer.

Es necesario por tanto conseguir cuanto antes una civilización verdaderamente planetaria y unificada como nunca antes se vio. ¿La forma de gobierno? No me preocuparía mucho por ella, lo más probable, de conseguirlo, serían unas elecciones similares a las que se hacen para elegir a las bellezas del mundo y, por supuesto, todas ellas estarían a favor de ¡la paz mundial!


Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...