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Adolescencia


Adolescencia


La adolescencia, ¿qué recuerdas de ella?

El querer parecerte a otros, tener ídolos, posters en la pared, estudiar apuntes hasta que se te caían los párpados. Pelis en los cines de sesión contínua y series de televisión. Felix Rodríguez De La Fuente.

Guateques los fines de semana: ¡Eva María se fue buscando el sol en la playa!

Los chicos del barrio, por un lado, las chicas por otro.



Los institutos de enseñanza media eran de educación segregada pero nosotros teníamos profesoras, y algunas eran bastante jóvenes...

Un grupo de amigos fuimos a La Confirmación en la Fe Católica, mas que nada por saber de qué iba eso de que te pintaran una cruz en la frente y besarle el anillo al obispo. Después, con las propinas, nos fuimos al quiosko de Mariano a comprar cómics de La Masa y El Doctor Extraño.

¡Todo comenzó con Hulk!



Cuando me comenzó a salir pelusa debajo de la nariz me hice de la O.J.E., y a salir al monte los fines de semana, ¡orientación! Aprender eso era lo fundamental, pero esto es ya otra historia.

Adolescencia, así veo yo ahora a la humanidad, en ese estado, cambiando de la infancia tenebrosa y llena de tiranos a otra cosa. Si al menos se consigue erradicar todo tipo de dictadura ya iremos por la buena senda. Los abusones, el típico riesgo por el que hay que pasar en esa etapa; es lo que vemos a diario en la política internacional.



También está el problema de la idolatría, propia y ajena, y ¡como no! Las cursiladas, porque...¡anda que no fuimos cursis en aquellos años!

A mí me quitaron la cursilería en la O.J.E., el Círculo de Almogávares, un fin de semana, una noche en el monte, en tienda de campaña, con los lobos aullando bien cerca. Se me puso el cabello tieso, como de escoba, y me fui por la pata abajo.



Volví a casa transformado, ¿un salto cuántico?

Pero le tuve que pedir a mi padre que me enseñara a afeitarme el bigote sin cortarme.

La humildad es buena señal a esas edades y la sobervia pérfida enemiga.

Poco después descubrí las montañas de Babia y los Picos de Europa, y que con ellas pocas tonterías.



Entraba ya en otra etapa: la juventud, pasar de Cadete a Guía; ya no me subiría a los árboles a llenar un cestito con moras, no, ahora tocaría andar detrás de ... las morenitas.

¡Qué bello futuro les espera a los chavales, verdad? Yo no puedo negar que soy un chico muy material, de los de al pan pan, y al vino vino. Pero nunca olviden: que no solo de pan vive el hombre...


Comics, La Visión, El ojo del que mira

 


Estupendo cómic del año 2002, firmado por Geoff Johns al guión e Ivan Reis al dibujo. El ojo del que mira.

El protagonista es uno de Los Vengadores, La Visión, con graves problemas personales que le harán indagar en su creación, ¿quién fue su creador y porqué le hizo? No cree en fantasmas, es un sintezoide, ¿?

El caso es que coincide con un muchacho en un cementerio buscando la tumba de su genio creador, fallecido muchos años antes, ¿a quién puede acudir entonces? para que le ayude a luchar contra una amenzaza fuera de lo común: El Gremlin. ¿Qué inquietante, verdad?


La Visión ha perdido la memoria de sus primeros días, y además es acosado día y noche de muchas maneras. Necesita ayuda, y esta solo puede venir de una explosiva estudiante universitaria: Victoria, la nieta del inventor. Un desastre ambulante.


¿Y qué estudia, o debería estudiar, la amenza rubia? Y despampanante: Pues algo que inventó su abuelo: "esas cosas programables de propósito único".

Teóricamente los humanos podemos aprender de las máquinas, pero... ¿deberíamos hacerlo?

¿Qué ocurrió en la Segunda Guerra Mundial? 


Pues que forzaron tanto a las máquinas programables que algunas se volvieron conscientes e... independientes. Habían nacido Los Gremlins, y primero luchaban por su supervivencia...

Después por el control mundial. ¡Escalofriante! ¿No es cierto?


Visión no está para muchos trotes y pide ayuda a la universitaria. ¿Qué? ¿Qué sabe ella de células de memoria, nanonervios, neo-entes?
¿Qué pudo heredar el bellezón del cerebrín de su abuelo?


Pues una gema que lleva colgando del pecho y que es idéntica a la que La Visión porta en su frente.
¿Y qué ocurre al entrar ambas gemas en comunicación?
¡Archivos holográficos! El abuelo pensaba en todo, ¡menos mal!


Les cuenta, sucintamente, que durante la guerra hicieron experimentos de todo tipo que les llevaron a creaciones increíbles, y alguna se volvió contra ellos mismos.
Destruyeron a la mayoría pero la máquina maestro fue conservada y escondida por los soviéticos. Su muro rojo se derrumbó y entre otras muchas cosas que consiguieron escapar de Siberia está ¡El Gremlin!


Esa horrible cosa programable puede controlar todo tipo de máquina, sea un automóvil, un avión, e incluso... ¡al piloto!
Escuchen lo que dice: 
Los humanos no seguís ningún programa en concreto, es por eso que cometéis errores. Vagáis a la deriva. Mi programa me exige crear tanto miedo y terror...
Lean, lean, lo que dice esa "inteligencia".



Tras arduo esfuerzo y terrible pelea La Vision conseguirá destruir al Gremlin. ¿Podemos dormir tranquilos?

Lean su terrible confesión: Me equivocaba con lo de los fantasmas, existen. Los fantasmas de nuestro pasado... nos guían para ser lo que somos hoy.


El genio creador del cómic Marvel está basado en la figura de John Von Neuman, inventor de algunos de los primeros ordenadores y el que sentó las bases para crear esas "cosas programables" que manejan las redes informáticas y recreativas, y por ende a los humanos. Gremlins, ¿lo entiende usted?


Procure mantener a sus hijos lo más lejos posible de sus artefactos y sus artimañas, ya sabe qué es lo que persiguen. Y La Visión tan solo es un héroe de papel, ¿me entiende, verdad?
Yo he vivido rodeado de ellas desde mi época universitaria, y sé de lo que escribo. No lo eche a broma.


Comics, Los Vengadores, Zona Roja

 


Cómics como los de Los Vengadores, con aventuras semejantes, había pocos en los años setenta. Y no solo en España. Fueron alguna de mis lecturas favoritas.

Pero hoy traigo al blog un cuaderno del año 2003 titulado Zona Roja, con guión de Geoff Johns y dibujo de Oliver Copei.

Me parece la mar de interesante.



Comienza la aventura cuando el famoso Parque Nacional del Monte Rushmore, en el estado de Dakota del Sur, sufre un terrible bio-ataque terrorista y una niebla roja va cubriendo la zona matando a toda forma de vida en cuestión de minutos.



Los Vengadores acuden al rescate, con el Capitán América al frente.



Ellos no obedecen órdenes del ejército, que está evacuando la zona, y se internarán en la niebla asesina para averiguar el origen de semejante desastre.



Encuentran un refugio subterráneo, bajan, ¿y qué se encuentran al final del túnel?



Pues a los autores de semejante atentado. ¿Qué ocurrirá ahora?


Tras muchas intrigas y peleas, al mejor estilo Marvel, conseguirán descubrir quien tramó todo esta operación de falsa bandera, y qué es lo que persigue:

Sí, es él. ¿Y qué dice? ¿Qué dice... ?

La libertad debe sentir miedo, y el miedo lleva al control.

América solo necesita un empujón en la dirección correcta.

La Teoría del Empujón, ¿dónde he leído yo sobre esto?



Descubierto por el Capitán América se lo va a poner difícil seguir adelante con sus oscuros planes.



Pero también el soldado perfecto se verá infectado por ese mal rojo.



Tendrá que ser Pantera Negra, el rey negro, el que literalmente le parta la boca al monstruo nazi.



Desmontado el plan y encontrado remedio para el mal rojo y asesino el propio presidente se acerca hasta la mansión de Los Vengadores a darles las gracias.

Y entonces el Capi aprovechará para arrancarle una promesa: que cierren todos los bio-labs que haya en América.

Y el presi accedió, los cerró, y los siguientes los montaron en un país de la Europa Oriental, ¿adivina usted en cual?

Está muy agitado ultimamente. Ya sabe el porqué.



Comics, Doctor Extraño

 



Todo comenzó con Hulk, mis lecturas infantiles, pues se podría decir que aprendí a leer con los tebeos.



Pero para comenzár, ya hablaré de La Masa en otra ocasión, quiero recordar uno de mis personajes favoritos en la adolescencia: Doctor Extraño.

¿Quién era el Doctor Extraño? Un personaje nacido al alimón del guionista Stan Lee y el dibujante Steve Ditko; un tipo raro de narices que movía los dedos haciendo extraños gestos. Una vestimenta ¿oriental? Y que mostraba una extraña cualidad: podía viajar astralmente de un lugar a otro del planeta. Lo hacía sin capa, ¡eh!



Enseguida le aparecen enemigos espantosos: el Barón Mordo y el temible Dormammu. Aventuras místicas a tutiplen. ¿Y te lo querías perder, Jipi?



Al conseguir salir airoso de sus batallas El Anciano, su mentor, le regala un amuleto aún más poderoso y una nueva capa, de color rojo. Cuando, años más tarde, leí a Lobsang Rampa no podía dejar de sonreir con sus charadas astrales y sus hilos de plata.



Steve Ditko abandonó la Editorial Marvel y el personaje fue pasando de un guionista a otro y también por diferentes dibujantes. Casi llegó a desaparecer.



Afortunadamente para el personaje a finales del año 2006 cayó en manos del guionista Brian K. Vaughan y el dibujante Marcos Martín, dándole color al asunto Javier Rodríguez.

Y lo primero a destacar son dos personajes: Wong, su extraordinario mayordomo, y la maravillosa Enfermera de noche.



Enseguida el trío místico tendrá que enfrentarse con la mayor amenaza para nuestra humanidad.



No les cuento cómo es la aventura pero me encantó su final.

Incluso Extraño, el maestro de las artes místicas, necesita amar y ser amado.

Ya les comentaré de otros cómics que tengo por casa.


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