Desconfianza y buen humor

Desconfianza y buen humor

Hola amigos, calurosos deseos para todos.

La desconfianza y el caldo de gallina nunca hicieron mal a nadie. Usted desconfíe de lo que le ofrezcan gratis. Se lo cobraran por otro lado y multiplicado.

No busco que mi último libro Alba de la nueva Matriz aparezca demasiado pronto en el Índice Expurgatorio, no al menos antes de haber vendido un millón por lo menos.

Aún no he abierto cuenta en un banco de la ciudad de Basilea, ustedes me entienden, ¿verdad?

Tengo días que me siento muy pesado, ¿a usted le ocurre igual? Como si tuviera el cerebro dividido y escondido en el fondillo de los bolsillos del pantalón. ¿Conoce esa sensación? Ahí no llevo más que calderilla. ¿Usted me comprende, verdad?

Hay personas que son tan persistentes en sus errores que nunca se paran a meditar que los pagarán muy caros.

Persiste la programación para mantener a la humanidad en la edad infantil o como mucho el inicio de la adolescencia. Y después hay personas que se preguntan porqué hay tantas guerras en este mundo. Hay programadas muchas para este siglo, sí, como en los anteriores.

Así nos quieren: niños soldado, buenos para matarse en conflictos inextricables, esos desalmados. Nada más, esto sigue siendo una puñetera granja y andamos como pollos sin cabeza, por nuestra baja conciencia.

Veo a gentes que están como que se mueren de hambre y les falta la cabeza para poder comer. ¿Extraño, verdad? ¿A qué puede ser debido? Tal vez porque sean animistas.

En fin, que yo tengo días que parezco un hijo del Discóbolo, con ganas de mandar este disco a...

¿A usted le ocurre igual?

Pues eso es por algo: cambios en la Matriz 3D

Espiritualidad y duelo a garrotazos

Espiritualidad y duelo a garrotazos

Hola amigos concienzudos, mas leña al fuego.

Hay una confusión muy grande, todavía hoy día, con lo que llamamos Espiritualidad.

Os comento algo de lo que se. El porqué de la confusión, enredo mayúsculo, que padecemos. Son cosas antiguas pero estamos en 2024 y seguimos sin comprenderlo. ¿Dónde está la confusión?

Pues entre los nacidos en y de La Tierra, a la vez que el cuerpo humano; a estos espíritus Los Egipcios los llamaban KA.

Y los venidos, o caídos, del Cielo y que también operan con los cuerpos humanos. A estos últimos los llamaban BA.

En cierto modo esta diferenciación paso al Cristianismo medieval con los nombres de Ánima y Alma. El terrestre y el celeste, que en muchas vidas o situaciones se llevan a palos y si acuerdan, ¡y si acuerdan y se ajuntan!, entonces se dejarán guiar por el AJ. La chispa divina, el rayo de luz, el cordón umbilical, que nos conecta directamente con El Altísimo.

Es por ello que hay diferentes “religiones” en este mundo: las Animistas, que nacen del contacto con La Naturaleza y sus seres elementales que tienen Las Ánimas (KA) Y las Reveladas, propias de Las Almas (BA) y su contacto con otros seres celestes e incluso el AJ.

El Materialismo no deja de ser una forma bastarda de negación de la realidad. (¡Dios no me quiere! Y como no me complace le niego)

Volvemos a los palos, y a darse con ganas, como en el cuadro de Goya: Duelo a garrotazos.

Que si vale mas una u otra. Pues depende...

Aquellas Almas que quieran irse de aquí, pero pitando, a otros mundos, tal vez los de su origen elegirán seguramente una “religión celeste”, algo que les incline a las cosas del Cielo.

Y para las Ánimas que no tengan esa inclinación les queda andar rondando por aquí, de vida en vida, una vez de blanco otra de negro, y disfrutar del rageton. Ánimo, amigo, que tenga mucha suerte y lo pase usted muy bien.

AJ no está ni estará ni de un lado ni del otro, tan solo sugiere que dejéis de mataros entre vosotros.

¿No me cree?

Pues entonces: pregunte, pregunte...

¡Qué traicionero es el corazón español!

Una sonrisa ajena y se pone a latir al galope.

Las falsas apariencias distraen en cada curva del Camino y conducen a eventos erróneos; todos queremos ver marcas claras en el territorio cuando lo erróneo está en nuestra propia atención. Casi siempre distraída con las cosas terrestres y pasajeras y esa terrible “música” que ponen en todos los bares y supermercados.