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Acalorado estoy, tengo el cuerpo


Acalorado estoy, tengo el cuerpo...


Hola de nuevo, mis abochornados amigos, ¿qué tal va todo?

¡Alexa! Pídeme un helado de chocolate...

Ahora bajo por él.



Los españoles somos, probablemente, los seres más ruidosos y vocingleros de esta galaxia y cuatro más allá...

Y me salen conversaciones en los bares sobre... ¿inteligencia...militar? ¿orientación... femenina? Cosas que nunca han casado bien, me parece a mí. No puedo seguir por ahí.



Tiene la política razones que el corazón ignora, y por ello la inutilidad de las leyes actuales. Podríamos seguir con el Código Visigodo vigente y casi nadie se daría cuenta.

Fantomas aparece en Barcelona, delante de mucha gente, ¡y nadie le detiene! Vuelve a desaparecer. Esto parece una película de Louis De Funes.



¡El calorón! Abotargados, aplatanados encuentro a mis parroquianos; haberse ido unos días a Gijón que tiene buena playa. Pero por más calor que haga veo a todo el mundo cargando con su teléfono de aquí para allá. La tremenda influencia que ejercen las televisiones y ordenadores ha sido palmaria durante las Olimpiadas; recuerde que los teléfonos actuales son ordenadores portátiles constantemente recogiendo información, esnifando datos, de todos nosotros.



Agua y Tiempo, una curiosa relación sobre la que volveré una y otra vez. Cuídense, amigos.


Amigos del primado positivo


Amigos del primado positivo


Luminosos deseos, y también húmedos. ¿Qué tal dormimos estos días?

Hay que desparasitar el ambiente, y a uno mismo.

Para comenzar hay que evitar las miradas torvas. Que tanto va el cántaro a la fuente que...

Polvo somos y al polvo regresamos, pero que sea enamorado, ¿verdad?



Anticipación, ¿cómo anticiparse a los cambios? Estamos entre una cabra loca y un señor maduro, casi echo de menos la típica serpiente de verano. Y aquellas canciones pegadizas.

Como ya es bien sabido de poco sirve seguir los resultados de las elecciones, en cualquier país, yo prefiero mirar las carreras de caballos. Pero sin apostar.



Estamos teniendo un verano caluroso y muchas tormentas solares, como era previsible. Y a mucha gente se le va la olla. Pero podemos disfrutar de las olimpiadas por televisión; se están viendo cosas muy curiosas. Problemas de hormonas, tal vez derivados de una alimentación poco adecuada.



Y, en fin, y por lo demás y en mi opinión Cartago ha de ser destruida.


La mirada bovina y el desatino constante


La mirada bovina y el desatino constante


Hola amigos, hoy estoy por sacudir un poco el avellano y que lluevan perdones.

Veo a muchos parroquianos caminando cansinos por el barrio y entrar mugiendo en los bares como vacas que estuvieran pariendo.

¿Qué os pasa? Inquiero.

Es como si llevaran el mundo a cuestas.

¿No podéis dejar el móvil en casa? Sugiero, por aligerar alforjas.

Agachan las orejas, da igual lo que les digas y a la menor ocasión te empiezan a enseñar vídeos de perritos o de chinorris haciendo… lo suyo.



Aun recuerdo, ¿usted también?, cuando salían las enfermeras haciendo el paripé. Muy guapas ellas. Incluso vestidas con bolsas de basura.

¿Eso de qué iba?¿Era para adelgazar? Pues vaya sudadas se llevarían.

¿No habría sido mejor que... jugaran a los médicos?

Lo digo por lo de... sudadas.



Quedan pocos días para las Olimpiadas de París... ¿y estamos así?

Citius, altius, fortius. Me parece que esto último tan solo las chicas lo comprenden; así están saliendo de altas y guapas. Rápidas soltando guantazos a los abusones, y además prestas a asimilar ideas nuevas y llevarlas a cabo. Manifestarlas como algo palpable, consistente.



Cambios en la Matriz 3D, ¿qué hacer?

Hagamos caso a las mujeres y tendremos un lecho donde dormir y algo con lo que rellenar la panza. Lo digo por “los vacas” que siguen todo el santo día con la cabeza al pasto y soltando unas buenas boñigas.

¿No es acaso la curiosidad uno de los mayores dones del ser humano? Aún con un pie en el estribo se puede fantasear con alguna aventura.

Desatinar sin ocasión, como decía Don Quijote.

Os animo a hacerlo en cualquier momento, aunque el resultado sea una boñiga como el sombrero de un segador.


Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...