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Breve introducción a la historia medieval de España


Breve introducción a la historia medieval de España


A mi manera. Hola amigos, feliz domingo.

Hoy les comentaré algo sobre Asturias, las Asturias.


Cuando don Alfonso, el Católico, recibió el cargo de jefe por fallecimiento accidentado de don Favila lo primero que hizo fue reunir a las tropas ástures y atacar la ciudad de Lugo, ¡una ciudad amurallada! Tras conseguir rendirla fue proclamado rey, y para gozo de las gentes gallegas recién liberadas llevó sus conquistas hasta La Coruña y la Costa de la Muerte.



De regreso a las tierras cántabras le animaron sus gentes a realizar otra campaña similar; así pues con sus bravos guerreros cántabros se fue hasta Vitoria y la rindió, añadiendo el territorio de Los Alabanenses al cántabro.

La Sierra de Cantabria es fiel testigo de sus hazañas, y allí también, en Vitoria, fue proclamado rey, rey por derecho propio, por sus conquistas. Le salieron bien las dos aventuras y legó sus conquistas a sus descendientes.



El segundo rey de nombre Alfonso, el Casto, no estaba para conquistas, aparte de una incursión hasta la ciudad de Lisboa, que saqueó sin miramientos. Mas bien decidió, viendo como estaban las cosas en El Islam, crear una ciudad: su Nuevo Toledo. Una ciudad amurallada para proteger la gran basílica donde custodiar El Arca Santa y cuantos tesoros visigodos pudiera rescatar.

A su Novo Toleto hoy día le llamamos: Oviedo, y a la basílica hoy catedral: San Salvador.

A mayores aprovechó el descubrimiento fortuito de un precioso sepulcro y se “inventó” la Tumba de Santiago Apóstol, casi en el Finisterre hispano. Tuvo fortuna con los dos empeños, sí; hoy día preciosas ciudades.



Alfonso el Magno, el tercero del mismo nombre, no quería mantener la frontera con los sarracenos en el río Duero que le había legado su padre Ordoño. Así pues comenzó a hacer incursiones por las tierras de Toro y Salamanca pero los moros, e incluso algunos prelados cristianos, le echaban en cara ese modo de proceder.

Que no podía extender el territorio de Los Ástures más allá del río Duero, pues según los escritos de los romanos estos nunca habían bajado de Benavente.

¿Ah, que no...?

Así pues este magno rey se “inventó” una genealogía perfectamente visigoda de sus ancestros.

Don Pelayo, que era natural del oeste asturiano, un pelagio, pasó a ser hijo extramatrimonial de un rey godo, sí; fue engrandecido a base de bien pues era chaparro el pelayín y también su hijo, el del oso, y don Pedro, lebaniego, que pastoreaba vacas por el río Deva pasó a ser un duque visigodo, ¡toma ya! ¿No quieres caldo? Toma dos tazas...



Pues no eran nada los ástures inventando cosas, que mentiras mas gordas soltaban los sarracenos desde La Vandalucía y que han llegado hasta nuestros días.

Mucho se ha perdido de inventiva y capacidad de fantasear desde aquel entonces y es una pena...


Que pasen un buen día.


Invasión silenciosa


Invasión silenciosa


Hola amigos, un nuevo comunicado... ¡sin ánimo de polemizar!

Cuando hace cuatro años escribí que a partir de 2024 la música popular volvería al romanticismo, a las canciones de amor, desesperado o triunfante, me soltaron lo de siempre: ¡Eso es ciencia ficción!

Todo será perrea, perrea, y reguetón... Una degeneración continuada...

Pues no.



Se irá a un romanticismo musical, que ya no será el de Julio Iglesias y Camilo Sexto, pero será.

Incluso están regresando las Canciones Marineras. En fin, ¡más se perdió en Cuba!

Pero no perdimos El Corazón; sigue brillando, latiendo, guiándonos a dar buenos pasos y a tener estupendas experiencias. Y cantando en español.



Por cierto: ¿qué tal si me dejara crecer la barba? Recuerdo aquellos años universitarios cuando mis hermanos me llamaban Miguel Strogoff; por que decían que me parecía al actor de una famosa serie de televisión. Resulta que yo de ruski tengo lo mismo que de tártaro, esto es nada de nada. Y no quiero problemas con los orientales.

Entonces: ¿qué hacer? Hay días que estoy por irme a vivir al Monte Auseva, como hizo Don Pelayo. Era un pelayín de poca estatura pero con un corazón que no le cabía en el pecho. Se reveló, se echó al monte, y la armó, sí, armó la Marimorena y... ¡se le apareció La Virgen!

¿Podría volver a suceder?



Don Pelayo echó a los moros de Asturias y don Pedro de Cantabria, así pues: ¿alguno se anima?

Me da lo mismo Potes que Cangas de Onís, el caso es comenzar... La Reconquista.

Todavía tengo voz para sumarme a un coro de canciones marineras.

No estoy incitando a matar gente, que conste. Es caminar en el sentido de los cambios, para que nos sean favorables cuanto antes.

Solo pido que vayamos siendo conscientes de esa invasión, cada vez menos silenciosa. Con la gente que no come torreznos poco se puede tratar; es mi opinión. Y las noticias me darán la razón.

En fin, que sea lo que Dios quiera; remedios vendo que para mi no tengo...


Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...