Mostrando entradas con la etiqueta Imitación. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Imitación. Mostrar todas las entradas

Desabrido e idealizado


Desabrido e idealizado


Hola amigos, confío en que todo les vaya bien.

Estoy repasando textos anteriores y me da la impresión de que en algunos de ellos estoy desabrido, o tal vez deprimido. Por tanto tengo que afinar mi atención para no dejarme llevar por las impresiones constantes del día a día; es abrumador el mundo y sus noticias.

Siempre nos atraen las cosas luctuosas, oscuras, deprimentes.



¿Comprende usted lo que es la idealización? Seguro que sí.

Para entender mejor el concepto de idealización tal vez no haya mejor cosa que la imitación; si usted es capaz de hacer una buena imitación, de un personaje famoso, hasta el punto de que sus espectadores le digan: ¡perfecto!

Será entonces cuando pueda darse cuenta de esto: hasta qué punto idealizamos y somos nosotros una idealización; algo similar a un ensueño.



Si usted se sueña ser... Julio César, o Cleopatra, cuando despierta supongo que comprende que usted realmente no es así pero tal vez, en el día a día, pueda comprender hasta qué punto son ensueños lo que usted discurre o le ocurre.

Además, se suele confundir la identificación con la idealización; lo hacemos de continuo, nos enseñan a hacerlo de niños; nos identificamos con una figura política o religiosa, o deportiva...

¿Desidentificarse sirve de algo?

Según y como.

Una vez que te desidentificas de unas cuantas cosas y mantienes una atención más o menos constante a la tontería y mediocridad reinante una de las cosas más curiosas que te ocurren es que te vuelves diferentemente tolerante.



¿Tolerante en qué sentido?

Discurra conmigo: ¿Qué tiene usted de propio y se llevaría a otro mundo o dimensión desconocida? ¿Qué le parece a usted que le permitirían transportar? Se lo pregunta un ferroviario.

Los reyes de Egipto, que sabían del tema, se hacían construir un buen barco y en sus bodegas cargaban de todo. Y unas cuantas chicas también.

¿Lo comprende? ¿No?

Pues vaya usted bajo tierra, al nicho, y discurra desde allí.

¿No se estará comportando como un ser programado? ¡En su día a día!

Piénselo bien.



Esta como viviendo a crédito, sin saberlo seguramente. Aunque vea números negros en su cuenta bancaria lo más seguro es que sean rojos en la cuenta de su alma.

Para los que se dicen cristianos: que vayan pensando que están siendo engañados al menos desde el Concilio de Nicea.

La parábola de la semilla de mostaza: que de una cosa ínfima nace algo extraordinario. Así en La Tierra como en El Cielo.



De algo aún más pequeño nació este universo dentro la Gran Matriz Cósmica. Y sigue creciendo, así pues usted no mengue ni permita que le metan bajo tierra. Siempre aspire a crecer en lo celeste, en Conciencia.


Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...