Decisiones sobre la marcha
Hola amigos, el calor aprieta, ¿verdad?
De soliloquio en soliloquio tal vez he olvidado el preguntar si quieren que haga un programa especial, dedicado a un tema en particular. Mientras no sea hablar sobre una Tierra en 2D..., como si fuera un Mundo Disco, que si te asomas al borde te puedes caer...
O los del “domo”, la Ciudad Maldita de la que nadie puede escapar y tan solo nos queda darle al bebercio...
Cualquier tema podría resultar interesante. ¿El Cambio Cromático? Sí, eso, venga, que nos calentamos y cada año portamos menos ropa para andar por la calle.
¡Hablen con Tarzán! Yo soy su hombre. ¡Pregunten a Orzowei! Siempre a su disposición estaré.
¿No me cree? Debería hacerlo.
Pero recuerden esto: así como nos calentamos así nos enfriamos, es un asunto de radiación.
Todo va a ir muy rápido y quedará requetebién.
No sé qué aconsejar al respecto; en muchas ocasiones me he encontrado pillado en una pinza: dos series conflictivas de datos para mí indemostrables y yo no me veía capaz de hacer una sencilla prospectiva. Unos proponiendo una cosa, otros algo muy diferente y entre ambos grupos un comportamiento de enfrentamiento constante.
¿Cómo reconciliar unos “datos” con otros? La mayor parte de las veces no he sido capaz; o me he vencido de un lado o del otro. Mi balanza personal, mi conciencia, es de una precisión extrema pero en demasiadas ocasiones he estado a ciegas.
No lo escribo y cuento como descargo personal, es una descripción de sucesos. Cuando rememoro algún suceso solo se me ocurre pensar: pues sucedió esto... y no lo otro.
Piense usted en los eventos de estos últimos cinco años y en su comportamiento personal.
¿Qué opciones tenía?
Y sin embargo tuvo que decidir, y cada decisión implica un camino a seguir.
No soy un político actual, un ser capaz de aprender a sonreír horas y horas sin que le duelan las quijadas ni le estallen los oídos. Soy un vecino de mi barrio y ciudad, un tipo normal.
¿Qué más quieren que les diga? Este es un mundo que está al revés, como dejó dicho San Pedro, poco más se puede añadir mientras no se enderece.