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Estado de hipnosis colectiva


Estado de hipnosis colectiva


Hola amigos, feliz sábado, el último del año: hoy les voy a hacer otra de mis apreciaciones, de esas cosas que apunto tomando unos chatos por los bares del barrio.

La escritura, algo que se me da bien, suele ser una pobre herramienta para transmitir ideas pues se pierde la entonación y una multiplicidad de cosas que sí compartimos hablando cara a cara.

Yo prefiero la charla, aunque sea informal, pues se pueden hacer preguntas y resolver dudas.

Aclarar nuestros puntos de vista.



Me gustaría hacer directos, si encuentro con quien. ¿Alguien se apunta?

Es algo estupendo lo que ocurre cuando asimilas, comprendes, las ideas de otra persona, como si estuvieras en su lugar. Entender el significado intrínseco de lo que te está contando, y también el implícito. Sus deseos, sus esperanzas, su Realidad. Sus cosas, darse cuenta de ello.



Si solo haces que escuchar o leer lo que el tipo suelta...

Perdidos en la traducción continuamos; los que idearon la Confusión de Lenguas tenían muy mala entraña... me parece a mí.

Tras mucho batallar, un libro tras otro, aún mantengo la esperanza de hacerles entender que se puede conseguir un mañana mejor; que el 2025 será el mejor año de su vida si ponen su voluntad en ello. Disfruten con alegría de estas próximas fiestas de fin de año.


Eso sí: tienen que darse cuenta de ese atontamiento, bruma mental, no sé el qué... como una hipnosis colectiva; que les impide ver con claridad y trabajar como borricos día tras día. No paran de quejarse de la corrupción generalizada, como si fueran otros, los ellos, los que la producen; ¡corcho!

Entiendan de una vez que somos nosotros los que la producimos día a día, con nuestras cosas, haciendo posible esta Realidad.

Es eso.


Ecología y Conciencia


Ecología y Conciencia


Hola amigos, calurosos deseos para todos vosotros.

Deberíamos pedir permiso a la cabeza antes de hablar y sobre todo de escribir pero cada vez la cosa va de mal en peor. Este mundo ha sido hogar, escenario, de muchos cuentos y relatos; de la mayoría tan solo nos quedan las ruinas, minas y campos devastados.

Carecemos de un relato propio para recuperar la naturaleza del país a un estado aceptable.



La Ecología actual es una Ciencia sin Conciencia; completamente despegada del auténtico ser de las cosas, ya sean animadas o inanimadas. No perciben, sus practicantes, la conciencia que hay en ello, ni tan siquiera en si mismos; y además son del tipo “buenismo” en su mayoría.

Poco efectiva es esa “ciencia” de nuestros días; como mucho están consiguiendo reducir la contaminación ambiental en Europa y Norteamérica y poco más.



Serán necesarios cambios más enérgicos para abandonar modos de vida tan consumistas y la rapiña extractiva de la naturaleza que nos rodea. Hoy día la mayoría de nosotros comprende que ya no necesitamos una hoguera para calentar nuestra comida y a nosotros mismos. Un salto más y no necesitaremos grandes centrales de producción de energía; tendremos en el hogar más que suficiente para cubrir toda necesidad.



Alimentos, hay que pensar en ellos que no solo de pan vive el hombre. Y los humanos también servimos para alimentación de otros seres, es hora de darse cuenta. La Ecología, bien entendida, ha de comenzar por uno mismo; mejorando nuestra conciencia y el cuidado de nuestro cuerpo.

Es muy conveniente desparasitarse de vez en cuando; la sangre y los intestinos principalmente.



¿Qué sabemos del hipnotismo?

Que alguien pueda hacernos creer cualquier cosa fuera de la realidad común, que puedan hacernos comer chiles como si fueran bombones y cuando nos despiertan ¡ese fuego en la boca!

¿No será que estamos todos como sumergidos en una hipnosis colectiva? Intente usted despertarse y salir de la caja. Igual descubre que lo que tenemos por Leyes de La Física, por poner un ejemplo, no son tan ciertas como aseveran los “expertos”.

Tal vez solo funcionan con los hipnotizados.

El experimento de la doble rejilla: si en vez de mirar átomos observamos autónomos podríamos obtener resultados similares. Sigo esperando a que venga un técnico para cambiar la campana extractora de humos de la cocina. Igual se ha ido a un universo paralelo o algo...



Recuerdos desde mi gentrificado y seco barrio, que de típico ya no tiene nada. Lo salva, por ahora, la sonrisa de las camareras y el refunfuñar de los parroquianos. ¡Cada día mas vacas! O mansos.


Hipnosis colectiva y beneficios crecientes


Hipnosis colectiva y beneficios crecientes


Hola amigos, un día más otra charla a mayores.

¿Seguimos estando susceptibles?

Mucho agua ha pasado por debajo del puente desde el anterior comunicado, ¿y qué hemos comprendido?

Hay días que me veo como aquel personaje de John Wayne en la película de John Ford titulada La Diligencia. ¿Porqué nos atacan los indios? Pregunto al posadero mexicano.

Porque ustedes, los yanquis, han roto La Paz de Los Mercados que tenían los indios con los hispanos. Me responde.

Traducido al hoy en día: parece que toda la Naturaleza y sus seres elementales estuvieran en nuestra contra y atacando, ¡pareciera! Que Ella fuera la mala. Pero la realidad es que nosotros, los humanos, los terrícolas, hemos roto con la Naturaleza, la estamos destrozando con nuestro modo de vida y tecnologías agresivas (las minas por ejemplo)



Seguimos con un nivel de conciencia tan bajo que hasta las tórtolas nos miran desde arriba. No es solo que seamos descendientes de los que protagonizaron La Caída del Hombre... ¡Es que nosotros mismos nos tiramos por cualquier barranca!

Cuanta abyección y fetidez se ve en estos días. Por Dios Bendito... ¿es que nadie va a levantar el culo de la taza?



Hemos olvidado el significado de la simbiosis, del intercambio, el trueque, que da mucho sentido a la vida. Observo personas por la calle y los bares en un estado casi catatónico mirando constantemente al teléfono o al televisor. Como si fuese una hipnosis colectiva.

No estoy yo como para recitarles Salomas del Espacio Profundo, en la calle o en la tasca, si ni miran por dónde pisan. ¿Acaso quieren que les de alguna noticia? Les contaré algo.



Casi nadie sabe que prácticamente todos los medios de comunicación occidentales pertenecen a tan solo seis Casas Comerciales. Simulan pelearse unas con otras, tienen medios afines a la derecha y a la izquierda, pero tan solo atienden a su cuenta de resultados, y a que sus beneficios sean siempre crecientes. Hay que darse cuenta de ello, y no consumir sus productos audiovisuales como si fueran bombones y galletitas.



No vemos al tigre oculto entre las hierbas y de seguro nos cazará.

Esas Casas Comerciales se alimentan de la gente, de nuestra ignorancia, del consumismo a lo tonto; por tanto ellas no paran de crecer. Nosotros nos alimentamos de tonterías, malos hábitos y comida precocinada, por tanto no dejamos de menguar, de encogernos, de envejecer.

En serio les pregunto: ¿No ven al tigre?



Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...