El Tiempo relativo, viejos estereotipos
Hola amigos, ¿están pasando frío? La primavera la sangre altera, y pronto hará calor.
Tal vez no sea el tiempo lo que corre tanto sino nosotros, o al menos alguna de mis amistades que van tan raudos por la calle que no paran ni a saludar.
¡Agur, Ben Hur!
No por mucho correr amanece mas temprano, ni nos libraremos de la tiranía actual y sus guerras programadas.
Con estas cosas que os cuento voy caminando por la cuerda floja, pero no caeré, no, en el abismo de la deshonestidad; tal vez no vea muy claro en algunos asuntos pero como lo siento se lo cuento.
¿Hay mas claridad o embrollo en el ambiente? Entonces habrá de poner mayor honestidad.
Y si en algún momento les parezco jacarandoso pues eso es cosa del tiempo... primaveral.
Veo a las gentes como las piedras del río, sumergidas en la tontería diaria; incapaces de moverse.
Ni de bailar un poquito.
Sócrates corrompía a la juventud de su tiempo como el Agua Regia, haciendo que se quedasen en lo más puro que cada uno de ellos tenía. Era un hombre que buscaba ser virtuoso y alumbraba a los corrompidos. Poca gente siguió su ejemplo, Diógenes, Antístenes y alguno más.
No está el patio para tirar flores y los cambios van, pero van lentos.
Hay mucho que remover y la gente sigue apegada a los viejos estereotipos, aunque noten, internamente, que ya no sirven. Así sirven y servirán, serviles, a la infame Agenda A. Y fallecerán incesantemente.
Ya les buscarán destino en... la cuarta dimensión.