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Camino de Santiago, año 2001. De Compostela a Finisterre.

 


Año 2001, Camino de Santiago, De Compostela a Finisterre


Recuerdos fotográficos de un recorrido por el Camino de Santiago que realicé en el año 2001.

Esta entrada del blog os muestra fotos del recorrido entre Compostela y Finisterre.

Tras descansar en Santiago de Compostela un grupo de avezados peregrinos decidimos continuar hacia La Costa de La Muerte.

La primera etapa, cortita pero muy abrupta, nos llevó hasta Negreira, cuyo albergue de la Xunta de Galicia había sido inaugurado pocos días antes. A las afueras del pueblo y en lo alto de un monte, sin atención alguna. El dueño de un mesón recibía los pedidos por teléfono y subía las cenas en su furgoneta. Yo preferí bajar y darme una vuelta por el pueblo, cenar como Dios manda.

A la mañana siguiente tocaba una etapa de mucho cuidado con un final feliz en un albergue que son varias casas.




La hospitalera voluntaria, catalana, de Santiago de Olveiroa  solo sabía cocinar lentejas (y no muy bien) así que me tocó hacer una porra para comprar viandas y después la cena con la ayuda de las chicas. Quedamos todos encantados y después de la pitanza la hospitalera nos convocó a una meditación con velas, ¡como en Grañón! Maravilloso, yo incluso me dediqué unos minutos haciendo zen en un rincón a solas.



En la siguiente etapa yo decidí marchar hacia Muxía, y en compañía de una chica irlandesa hice esa larga etapa con un final inesperado. No había albergue y al ser agosto ni una sola cama libre en todo el concejo. 





Dormimos en unas colchonetas del pequeño palacio de deportes. Pero lo pasamos muy bien. Nos acompañaron otro par de chicos más que habían llegado hasta allí en autocar.

A la mañana siguiente los tres se marcharon para La Coruña.







Me quedaba andar hasta Finisterre recorriendo la Costa de la Muerte. Por el camino trazado y sin pasar por el Cabo Turiñán. Eso lo haría otro año. La playa del Rostro me dejó un grato recuerdo, también regresé años más tarde para pasear por sus arenas.



Finisterre, y nunca mejor dicho porque se me hizo larga la etapa, amén de un par de despistes y algún kilómetro de más que me metí en las piernas.




Tras contratar habitación en un mesón tocaba subir al faro a la caída del sol.



Había que quemar algo, según alguna tradición. Final feliz para la toalla y unos calcetines y no sé que más.




Tras contemplar la puesta de sol bajar al pueblo cenar algo consistente y despedir mi Camino de Santiago 2001. 



Tocaba dormir bien pues el viaje de vuelta a León es largo y por entonces muy lento.

Mucho ha cambiado este largo Camino de Santiago, y en muchas cosas para bien. Quedarse con lo bueno, los recuerdos amables y desechar lo demás.

Tal vez ponga más fotos peregrinas en entradas siguientes.


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