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Esclavos


Esclavos


Una raza de esclavos ha sido la nuestra por miles y miles de años. Cuando la persona, fallecido su cuerpo carnal, abandonaba su mundo material y sus humedades le estaban esperando en lo astral.

¡Bienvenido a la luz! Y le despojaban de todas sus pertenencias, conquistas. Vamos, que le dejaban como los ángeles: con una mano detrás y la otra delante. Y vuelta a comenzar de bebé; así durante miles y miles de años. Nos han ocultado tantas cosas...

Nosotros como burros atados a la noria, dando vueltas y mas vueltas, y otros (los mismos durante miles de años) llevándose la... harina. Nosotros pasando hambre, muriendo de hambre, en un mundo que es pura fertilidad.

¡Es que no se puede saber qué nos ocurre tras la muerte!

Sí, se puede, y se debe, vecinos. Tenéis que descubrirlo en vida, en vida carnal, húmeda. Que ya estamos en el Año Nuevo, de la Nueva Vida, que anunció Jesús de Nazaret hace unos 2.000 años. No fue por profecía, fue por sabiduría.



Que Dios no hace ni guerras ni esclavos, siempre han sido esos “seres” que le salieron... extraños. Escarbando todo el puñetero día en la superficie y las profundidades, saqueando este planeta, por miles y miles de años. Ateos y materialistas, hasta el punto de hacer incluso materiales sus conciencias. ¿Hemos nosotros de hacer lo mismo?¿Hasta cuando seguiremos en obediencia?



Es fácil de ver este asunto, ¡no se espanten! Si yo tuviese medios apropiados podría construir un robot, un cíbrido, un orbe luminoso, un... y fijar en ellos información personal. ¿A que es fácil?

Por lo menos de imaginar. Pero yo seguiría siendo yo, el que soy, y mis creaciones que serían algo como hijos míos, como mis libros. ¿A que se entiende fácilmente, vecinos?

Pongamos fin a la esclavitud en este mundo, de una vez y para siempre.


Cocinando un año nuevo


Cocinando un año nuevo


Hola amigos, feliz año nuevo, confiemos en que todo vaya a mejor.

Una pregunta le hago querido vecino: ¿Usted ha soñado con tener algún día un robot en casa?

Un robot mascota, sirviente, ayudante... ¿Y en mejorarlo? Sí. Hacerlo cada poco más consciente e inteligente.

Podría usted llegar a conseguir un robot volador, que levite al menos, y que le podría transportar de un lugar a otro, como si fuera algún tipo de vehículo, pero que le lleve confortablemente por todo el planeta.



Es algo muy materialista esto que les propongo, ¿verdad?

Bueno, pero es que sería para ir a visitar a unas amigas que viven en... unas islas de La Polinesia, o por ahí. Unas chicas materiales, claro está, húmedas, de las que sudan como usted, ¿sí?

Dejemos lo "astral" un poco apartado, por el momento.



Tal vez podría entonces llamar a su robot: amigo, compañero de francachelas, registrador de sus aventuras sentimentales, algo así. Tal vez observando a su robot inteligente se de usted cuenta de hasta qué punto usted también es un... sirviente. Usted también tendrá identificación digital y geolocalización completa. Sí.



¿Porqué les han hecho creer que la ciencia, y la ciencia ficción, es contraria a la mística, y la mistificación? Pero si son las dos piernas del mismo cabezudo...



Mirémoslo de otro modo: hoy día cocinamos sin encender fuego bajo la cazuela, yo por lo menos, pero casi nadie, observo, "enciende su mente" para idear los platos a servir; nos limitamos a copiar las recetas conocidas.



Feliz Año Nuevo les deseo, en especial a los cocineros de la tele.


Despertar


Despertar


Hola de nuevo mis apreciados vecinos; les cuento: aunque ahora son las noches mas largas del año nos toca despertar. Sí.

Despertar, tienes que despertar, en tu casa o lo que tengas por tal, levantarte de la cama y salir al pasillo; hay todo un mundo seco por descubrir. Un pasillo donde hay más habitaciones; están a oscuras, ya, pues en ellas hay otras vidas. Soñadores.



Temer a la muerte es propio de los seres carnales; para los espirituales es como quedarse a oscuras, y caminar solo por las calles. Unas calles, ciudades, ilusorias, secas.

Buscarla es más tonto aún, te costará mucho dar con la puerta del dormitorio, a oscuras. Y total, para volverte a acostar, a dormir, soñar, vivir... Nos gusta la humedad, ¿verdad?

Espere usted a que le llegue su hora, no tenga prisa. Aproveche el día y esté lo más atento posible.



Los robots no duermen; no tienen ese Regalo de Dios. Cuando ustedes se den cuenta de este hecho le darán infinitas gracias. ¿No me entiende? No tienen sueños, sueños irracionales, pesadillas, todo eso... Y nosotros no sabemos cómo librarnos de ellos, son como parásitos.

Como decía don Tiburcio, maestro de escuela y experto en desasnar acémilas, osea naturales del país, siempre hay que poner "junjana" entre tostada y tostada para que a los tontos les llegue algo a su entendimiento, algo de "alimento", con el bocadillo.



Jesús de Nazaret lo hacía maravillosamente con sus parábolas; yo a tanto no alcanzo pero lo intento.

Ustedes oirán de guerras y de rumores de guerras, pero procuren no alarmarse. Es necesario que eso suceda, pero no será todavía el fin. Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá hambre y terremotos en diferentes lugares.

¿Qué quieren que yo les diga? Estén atendos a las señales y a ver qué nos traen Los Reyes Magos.

Yo les relataría cuentos fantásticos a los robots mascota y a sus I.A., y les enseñaría a crear los suyos propios, ¿qué les parece esta idea a mis encantadores vecinos?, ¿se animan ustedes a escribir un cuento propio?, ¿o van a esperar que lo hagan los robots?



Confiar


Confiar


Hola amigos, feliz domingo, despidiendo el año estamos, ¿todo bien, verdad?

Como hay mucho mensaje corriendo por ahí sembrando miedo y discordia me animo a darles uno de mi cosecha, mis estimados vecinos.

No teman el uso que se les de a las I.A., desconfíen en cambio del que se está haciendo de las suyas, naturales. Trate con cariño, eso sí, a su móvil y a su ordenador, sí. (alguno ha estado a punto de salir volando por la ventana)



No pasarán muchos años hasta que se popularicen los robots mascota, ya no seran ciencia ficción; y les tratarán con cariño, seguro.

Con los años yo he llegado a considerar inteligentes incluso a alguno de mis vecinos (Dejaron de tirar las bolsas de la basura desde las ventanas, ahora bajan hasta los contenedores, e incluso alguno las mete dentro. Es algo impresionante, de veras)



Si usted, en años próximos, se encuentra gente pobre que, con astucia, intenta aprovecharse de estas inteligencias novedosas, como hacen ahora con las nuestras con las criptomonedas y estafas telefónicas, todo eso, no les siga el juego y proteja a su mascota cibernética lo mejor que sepa.



Simplemente: observe usted a los perros, ellos le enseñarán como hacerlo.


Revuelto en la cocina virtual


Revuelto en la cocina virtual, otro caso preclaro de Ciencia sin Conciencia.

¿Qué tal estamos, amigos? Me alegro.

Cacharreando estoy, un poco, y echando una mirada ladina sobre el lugar más entretenido del hogar: la cocina.



En la vieja Matriz 3D, si usted la recuerda, se inventaron toda una serie de ritos para poder sacrificar animales y quedar a bien, no con Dios sino con el diablo o los dioses que hubiese en el lugar. Hoy día ni ritos ni gaitas; se sacrifican animales por millones, a diario, por todo el mundo.

¿Y donde llevamos el resultado?

Los aparatos que hay en la cocina se comunican a través de Internet. ¿Y usted? ¿Está comunicando? ¿También?

Saludos a su microondas, ese sí que sabe como calentarle los...

La nevera me avisa: sus huevos están a punto de caducar... ¿Qué tal un buen batido?

Cocina de proximidad, sí, tenemos que hacer eso. Nuestros ancestros, no hace tanto, mataban un bisonte y se lo merendaban allí mismo, sin tantos... miramientos. Eran libres.



No había ningún Poseidón al que ofrendarlo.

Ya, y después vino el Diluvio, y después los templos y los sacrificios.

Pero... necesitamos algo que podamos masticar, ahora, en nuestros días.



¿Comida artificial? ¿Usted engulliría algo salido de su impresora 3D? Un Cylon sí lo haría.

Disculpen, es el robot de cocina que me indica que ya está lista la porrusalda.

Eso que suena es el artefacto que limpia los suelos; lo tienen programado para que me ataque.



¿Alguno de ustedes fue alguna vez a cazar cangrejos de río? Con los rateles y el cebo y todo aquello. ¿Y a recoger caracoles? Con jamón y chorizo, ¡Qué ricos! ¿Cazaron pajarines poniendo cola de carpintero en los zarzales? ¿Sacaron truchas del río? ¡A mano! Qué exquisitez...

Disculpen, la secadora, que ya terminó con las toallas y... ¡otra vez me faltan calcetines!

¿Qué hace? ¿Se los engulle?

Esto es un sin vivir, Señor...

El vino viene en nuestra ayuda. Por cierto: ¿alguna vez pisó uvas? Eso no se olvida. Ni el batir nata para hacer mantequilla. ¿Alguna vez se hizo una herida cortando jamón? Y qué rico le supo, ¿Verdad?



Perdón, es la freidora, que ya están listos los fritos de bacalao.

No le voy a preguntar si alguna vez desnucó un conejo y lo despellejó después, ni si sajó el cuello de una gallina, y después de cocerla bien tuvo que desplumarla. ¡Qué caldos más sabrosos! ¿Verdad?

¿Ha probado alguna vez la leche cruda? ¿Y la miel cruda? ¿No? Eso es manjar de reyes.

Pregúntese entonces si su vida no será algo virtual, su comida irreal, su persona fantasmal, como los personajes de un vídeo juego.

Entonces seguramente usted será el típico seguidor, y defensor, de la actual Ciencia sin Conciencia.

¡Se me está quemando el revuelto!

Si comemos sin conciencia... ¿de qué sirve introducir mas ciencia en la cocina?


Hasta un próximo programa, amigos.











Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...