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De Granja de Moreruela a Benavente, por la Vía de la Plata. Año 2011.


 En el mes de noviembre del año 2011 fui con la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de León hasta Granja de Moreruela para caminar hasta Benavente.




Detrás de la iglesia se encuentra el indicativo para elegir si se va hacia Orense, por el Camino Sanabrés, o a Astorga por la Vía de la Plata. Nos vamos para Astorga una mañana de niebla y bastante fresca.




Comenzamos andando por un tramo muy entretenido entre robles y encinas. 


A unos 9 kilómetros llegamos a Santovenia del Esla. Una curiosa estatua de sirena sobre las conchas del Camino de Santiago.




Nos dirigimos rápidamente a la Iglesia de Nuestra Señora del Tovar, que tiene cosas muy interesantes para ver. Por ejemplo esta imagen  de un ángel castigando a un demonio.





Salimos de Santovenia del Esla y el siguiente pueblo es Villaveza del Agua y de ahí a Barcial del Barco. La iglesia de Santa Marina tiene una curiosa torre octogonal.




Ya no son horas para visitar iglesias así que nos vamos de bares.




Parada técnica para comer algo y charlar un buen rato. Alguno, como Virgilio, se traía el vino de casa, por si las moscas. Pero en Zamora vino siempre hay de sobra.




Antes de marchar entramos unos cuantos a conocer el Albergue privado Las Eras que había sido inaugurado unos meses atrás y estaba como nuevo.


Después regresamos al bar Borox para ponernos a las órdenes de Virgilio que nos guiará hacia Benavente.


Una vieja señal de cuidado con el tren nos avisa de lo que nos encontraremos unos kilómetros más adelante.


Tenemos que aprovechar el viejo tramo del ferrocarril de Astorga a Sevilla, la Ruta de la Plata.







El paso por el puente ferroviario  sobre el río Esla es algo inolvidable.
Después viene un tramo un poco lioso y yo tiré por una ruta que me ahorró algún kilómetro.


Y al fin Benavente, que ya tenía ganas de volver por allí.




Llegué a tiempo de comer, estupendamente, en el restaurante del Parador Nacional de Turismo y tan bien estaba que tuvo que venir Virgilio a buscarme acompañado de unas compañeras. ¿Arrancamos?
Pues no, ya que estamos tomamos otra ronda de chupitos y ya se verá.
Otro domingo continuaríamos hacia Alija del Infantado y ya subiré las fotos otro día.
Buenos recuerdos de amigos que ya no están con nosotros al día de hoy.

Hospitaleros Voluntarios, boletín informativo, septiembre 2025

 


Novedades 

Es posible que en el mes de octubre se instale en el jardín que hay delante del albergue de Grañón, el busto de José Ignacio Díaz. Esta escultura ha sido promovida por una asociación “In Memoriam José Ignacio Díaz”, con la participación de la Federación Española, y por tanto también de Hospitaleros Voluntarios. Todos los gastos del busto han sido recaudados, gracias a aportaciones voluntarias de asociaciones, instituciones y particulares, promovidas por dicha asociación In Memoriam. Hospitaleros Voluntarios estará presente en dicho acto para dar sentido homenaje a nuestro fundador. Estad atentos a la web de la federación www.caminosantiago.org en la que se anunciará el día y hora de dicho acto.

Hemos recibido el Premio “Herman Künig a la Hospitalidad”, este reconocimiento lo otorga la asociación El Camino de Künig, en su primera edición. Además del diploma acreditativo, el premio va acompañado de una placa de terracota, que se entregará a mediados de octubre en la ciudad de León. Hospitaleros Voluntarios, agradece este reconocimiento. 

El verano está casi terminado, lo que siempre ha sido la temporada alta de la peregrinación, ahora también lo es el otoño. Los meses de septiembre y octubre son de tanta cantidad de caminantes como sus predecesores julio y agosto. No bajemos la guardia, seguimos teniendo mucho que hacer y trabajar en la hospitalidad. Todas las manos son necesarias. 

 Una Colaboración 

 Deo gratias ago 

 Doy gracias a Dios porque me permitió vivir aquella época del Camino. 

Y no es que cualquier tiempo pasado fue mejor. No, cualquier tiempo pasado sólo fue anterior. Aunque sí, diferente al actual. VOLUNTARIOS Corría la última década del siglo pasado (que lejos suena) y decidí hacer, a principios del agosto, el Camino desde Lourdes y pasar a España por el Somport, en el Camino Francés por Aragón. 

Y sí, eran otros tiempos para todo: tres autobuses, un tren y… ya estaba en mi destino, Lourdes. Día de descanso con visita al Santuario. Vamos a caminar. La primera etapa la planifiqué hasta la localidad de Bruges. Todavía era joven y me permitía prevenir etapas de unos 30 Km o algo más. El Camino nunca decepciona, cada uno de ellos siempre es diferente. Ni que decir tiene que era el único peregrino, en las etapas de Francia, claro. A mitad del recorrido visité el santuario de Bétharram, sello la credencial en la Iglesia y recuerdo la subida al Calvario, un tramo del Camino en el que cada estación no es un retablo sino una capilla completa. Me encantó. 

 Llegado a mi destino, Bruges, a una hora prudencial, tomando un refrigerio me informan de que el albergue (Gite d’etape se llaman allí) me informan, decía, de que está cerrado. Ha habido un problema y está cerrado por reparación. Pregunto entonces dónde puedo encontrar al cura del pueblo, pero no hay, viene de otra localidad, oficia la misa y se vuelve a ir. - - - Y el Alcalde, ¿dónde lo puedo localizar? ¡¡¿El Alcalde?!! Me contestan algo extrañados. Sí, quiero hablar con él para buscar una solución. Estoy seguro que me ayudará. Hablan un poco entre ellos y la señora me indica: - - - No se preocupe. Siga caminando un poco más, hasta el siguiente núcleo urbano, Mifaget, a unos 3 km, y allí pregunte por Madame Lourdon. 

 No tiene pérdida (me dice el más joven) es la casa que distribuye las bombonas de gas butano. Ella le ayudará (afirma la señora) Eché mano de mi guía, en papel, claro, en esa época… ni internet ni nada, y vi que Mifaget era prácticamente una pedanía, muy cercana y sin ningún servicio, pero ni uno sólo, ni tienda, ni bar, ni… nada. Y no es que desconfíe de la protección del Santo. Hasta ahora el Santi nunca me ha fallado… pero, por si acaso… me acerqué a una tienda antes de salir de Bruges y compré algunos comestibles. ¡¡Mira que si el Santo está ocupado en cosas más urgentes y se le olvida que tengo que cenar...!! 

Por si acaso, ya está solucionado. Siempre es bueno tener un plan B. Y con la alforja (mochila) ya provista de vituallas me encamino hacia Mifaget. Efectivamente, la casa que buscaba era inconfundible, no tuve ni que preguntar por ella. Las botellas de butano en el patio delantero la identificaban. Madame Lourdon fue muy amable y, excepto dejarme entrar en su casa, lo cual entiendo pues yo no era más que un desconocido, asumió la situación inmediatamente. Entró en su casa, cogió unas llaves y me acompañó hasta la Iglesia. 

En un lateral de la misma había una pequeña sala, el local social del pueblo, con una mesa, estanterías, una cama… importante, una pequeña cama, posiblemente para urgencias como la mía. Lo que no tenía era una ducha, pero eso era un mal menor pues, despedido y agradecido de la señora, con unos pantalones cortos, ligeros, me dirigí a la plaza. Había visto una fuente con pilón y, sin vergüenza alguna, me lavé y prácticamente duché. Dan fe de ello tanto la cantidad de agua que cayó fuera del estanque como los tres chavales que jugaban a la pelota al lado de la fuente y que, con todo respeto pero con curiosidad, me miraban de reojo. Igual no habían visto a muchos peregrinos. De regreso a la sala de la Iglesia me esperaba Monsieur León, un profesor jubilado, quien me invitó a visitar la Iglesia por dentro, tenía la llave. Y tuve una visita guiada personalizada. 

Recuerdo la cripta sobre todo. Y, de regreso am la sala donde dormiría. ¡¡SORPRESA!! Y que sorpresa: la mesa estaba llena de comida. Se había corrido la voz de que dormía un peregrino y de cada casa habían traído cada uno lo que había considerado conveniente. Incluso tenía leche, galletas y un termo con café para el desayuno del día siguiente. ¡¡Y yo desconfiando de la protección del Santi!! Hubiésemos podido cenar ocho peregrinos. Nunca olvidaré Mifaget. Eran otros tiempos, otros Caminos. Guardadme un secreto: por eso, cuando Manuel nos ofrece como hospitaleros ir a Arrés o a Grañón, aunque no le digamos nada, nuestro corazón sonríe. Seguro que hay otros albergues similares, pero en estos dos es donde recupero un soplo de esa hospitalidad de antaño, de esos desconocidos de Mifaget que se volcaron en ayudar a un desconocido, a un peregrino al que ni siquiera vieron, pues dejaron la comida y se fueron sin esperarme, sin ni siquiera esperar un “gracias”. 

No les hacía falta. Por eso tampoco necesitamos las “gracias” de ese peregrino que llega a Arrés, en pleno verano, con un sol de justicia, con los últimos 3 km de subida… y, en los últimos metros del Camino, de repente, nos ve esperándole a la puerta del albergue, con una gran jarra de agua fresca con limón. Su sonrisa nos basta. Por eso doy gracias, porque pude vivir aquellos Caminos. 


Convocatorias 

 Encuentro anual de Hospitaleros voluntarios 2025. 

 El encuentro tendrá lugar en Salamanca, Hospedería Dehon (Padres Reparadores) en los días 5, 6, 7 y 8 de diciembre, comenzando el día 5 en la tarde antes de cenar, y terminando la reunión el día 8 después del comer. Para alojarnos, contamos con 127 plazas en diferentes habitaciones compartidas (dobles y triples) todas camas bajas. Este año, el precio por persona para asistir es aproximadamente de 230€, para el alojamiento con pensión completa, tres desayunos, tres comidas y tres cenas, más los otros gastos que se deriven del encuentro. 

 Informaremos del modo de pago de esta cantidad, así como del resto de la información, horario, actividades, etc., a los hospitaleros que se inscriban, y que les llegará directamente por email y fuera del Boletín de Hospitaleros. 

 Como en otros años, este es el criterio para asistir: - 1. Hospitaleros novatos que lo hayan sido en 2025. - 2. Hospitaleros veteranos que lo hayan sido en 2025. - 3. Hospitaleros veteranos que no lo hayan sido en 2025. Tanto los hospitaleros novatos, como los veteranos ya pueden ir solicitando plaza para asistir al encuentro desde el momento en que lean este boletín. 

 Los hospitaleros novatos tienen como fecha límite el día 26 de octubre (domingo) para tener plaza confirmada directamente, por su calidad de nuevos hospitaleros; después del día 26, los nuevos hospitaleros que soliciten plaza quedarán en lista de espera si ya se hubiera alcanzado el número límite para entonces. Se confirmará su plaza a vuelta de email. 

Los hospitaleros veteranos ya pueden ir solicitando plaza desde el momento en que lean este boletín, aunque tendrán que esperar hasta el 27 de octubre (lunes) para que se les confirme su solicitud, y a partir de esa fecha, los veteranos que soliciten asistir entrarán en lista de espera si es que se ha llegado entonces al número límite. Se enviará un email a cada veterano confirmando su inscripción. En cualquiera de los casos, la fecha límite de inscripción, si aún quedan plazas, será el (lunes) 24 de noviembre. 

 El resto de la información con el contenido del encuentro se enviará a primeros de noviembre a los hospitaleros que vayan a participar, no será a través del Boletín de Hospitaleros. Se solicitará plaza a través del email manuelhosvol@caminosantiago.org Es importante que en el campo asunto de vuestros emails aparezca vuestro nombre y apellido, por ejemplo: Carmen García quiere asistir al Encuentro en Salamanca. Estas simples acciones nos facilitan mucho el trabajo. Gracias. 


In Memorian 

 Nos ha llegado la triste noticia del fallecimiento tras una larga enfermedad, de Concepción Abad Tundidor, hospitalera soriana. Pedimos una oración por su alma, que el señor Santiago le acompañe en su última etapa.                                                                                                     

Gallofos, los migrantes de la Edad Moderna


Gallofos, los migrantes de la Edad Moderna


Hoy día tenemos un Camino de Santiago rebosante de turistas, con mochila y maleta, circulando por las muchas trazas que conducen a Compostela, un río de oro prácticamente, pero no siempre fue así. Con el paso de la Edad Media a la Edad Moderna muchas cosas cambiaron y una de ellas fueron las peregrinaciones al Sepulcro de Santiago.

Se fue haciendo progresivamente más y más caro de mantener.



Cada verano miles y miles de migrantes atravesaban por Cataluña, Aragón y Navarra los Pirineos para dirigirse a Galicia. Se pasaban un mes o dos circulando por aquí y por allá a mesa puesta y lecho caliente. Hasta que la situación se hizo insoportable.

Las continuas victorias de los Tercios españoles contra los franceses y en territorio francés había empobrecido al país vecino y cada año miles de ellos pasaban la raya, desarmados, para comer la sopa boba y vivir del cuento de ser... peregrinos.



Gallofo dicen que viene del latín galli offa, bocado para el peregrino. Pues ya existía la figura del peregrino en tiempos del Imperio Romano y antes de la aparición del Cristianismo. Y también de una verdura con la que se hacía una sopa para ofrecerles un tentempié, pero en los tiempos de los Austria se convirtió en un insulto, muy despectivo, hacia los extranjeros. Por cada 5 aristócratas ricachones, obispos y demás, llegaban 5.000 mendigos que arramblaban con todo.



Se distinguían con sus conchas de vieira del Canal de la Mancha colgadas del sombrero o los ropajes, a las lanzas les quitaban la punta y colocaban en cambio un gancho con el cual tirar al suelo toda la fruta que pillaban por el camino.

De los amables Francos de los tiempos de don Alfonso el Bravo y su hija doña Urraca la Temeraria se había pasado a los Gallofos. Entraban en España pidiendo el oro y el moro a cuenta de La Caridad Cristiana y la Acogida Católica, se pasaban un mes o dos dando vueltas por diferentes rutas, a conciencia, despacito, pernoctando incluso varios días en el mismo lugar, disfrutando del Hospital para peregrinos de la localidad, pero cuando volvían a Francia, nada más pasar Irún y el crucero de Gibraltar, que por algo se llamaba así, hacían carreras y largas marchas para regresar a sus hogares, pues en tierra de galos no les daban ni pasto para hacerse un lecho donde dormir, y que se los comieran los chinches, tan abundantes en aquella tierra.



La situación llegó a un punto, sobre el año 1575, que ya clamaba al cielo. En algún archivo provincial se conservan cartas como una dirigida por el alcalde de Compostela, en nombre de otros muchos lugares del Reino de Galicia, al alcalde de León, para que él, por ser Regidor de la ciudad cabeza del Reino de León, se entrevistase o consiguiese que le dieran carta en mano al rey don Felipe II. Y ponerle al tanto de la situación.

Que para mantener los hospitales y la gran cantidad de peregrinos no paran de tener que subir los impuestos a los vecinos y se están empobreciendo a ojos vistas, de manera imparable.

De aquella época quedó el refrán Por la caridad nos entró la peste.

No se si el alcalde de León llegó a entrevistarse con el rey pero lo cierto es que aquel año don Felipe II decretó la bancarrota de su corona, una quiebra de proporciones bíblicas, y al año siguiente no había dinero ni para pagar a los funcionarios españoles. Los gallofos... que se pagaran lo que comieran y los mendigos eran perseguidos por las Hermandades Armadas para echarlos a palos de los reinos de España.



Yo he recorrido España a cuenta del Camino de Santiago durante años y por diferentes rutas, y sí, he tenido episodios de escasez, de pérdida, he sido invitado a cenar en casas de personas que no me conocían de nada, incluso a dormir en una buena cama, lejos del albergue y sus chinches franceses o los ronquidos de los portugueses. Eso es una cosa y otra el ir de gallofo por la vida, hacerse el pobre y que me lo den todo frito y migado.

Migrantes, y digo bien pues esa es la condición del peregrino, son los van hasta un lugar, paran allí un tiempo y regresan a su tierra. Migran, como hacen las cigüeñas y las golondrinas. Otra cosa es lo que tenemos hoy día, que nos hemos vuelto a llenar de gallofos, pero venidos de otro continente, y nada de ir a dar el abrazo al Apóstol, Patrón de nuestros reinos. Nada de eso, son pura y simplemente gallofos, y hay que buscarles hotel nada más que llegan. A ver cuanto tarda en decretar bancarrota el rey don Felipe VI.


Vía de la Plata, de Montamarta a Granja de Moreruela, año 2.011

 


En el mes de febrero del año 2.011 con la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de León regresamos a Montamarta para realizar la siguiente etapa por la Vía de la Plata.



Cruzamos el pantano para acercarnos hasta la Ermita de Santa María del Castillo. 





Nos despedimos de Montamarta y seguimos la etapa por la pista forestal, ya por entonces había problemas pues en algunos puntos había que cruzar la carretera nacional N-630.



En algún momento se llega a ver bastante bien el gran pantano de Ricobayo.
Ya cruzaremos el puente en otra ocasión.



Y por fin llegamos a Fontanilla de Castro, que tiene mucha historia y además un bar.



Seguimos andando sin entrar en Riego del Camino, una mañana bien fresca y con viento húmedo.



Y al fin llegamos a Granja de Moreruela. Y fue acercarse a las ruinas del Monasterio de Santa María de Moreruela y ponerse a llover.




Tuvimos la gran suerte de que algunos compañeros de la Asociación se conocía muy bien la historia de este monasterio cisterciense y se animó así la visita.


Yo encontré cosas interesantes en las ruinas. Por ejemplo las marcas de los canteros que construyeron esta gran obra. En otra entrada subiré la siguiente etapa.

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