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Completa inmersión


Completa inmersión


Hola amigos, yo sigo persistiendo en lo veraz ya que otros andan en lo mendaz.

Piense en la lengua como martillo y las palabras le serán puntas, es un viejo refrán español. Hay que saber clavarlas.

Melancolía otoñal y pimientos rellenos, lo uno por lo otro.

En las tabernas del barrio ponen música de mi infancia; me recuerdo con flequillo y pantalones cortos. Aquellos otoños cuando marchaban las abubillas y nosotros cazábamos ranas y lagartos; una carne muy blanca, por cierto.



Me crie mirando a los ojos de los bárbaros, de frente y con el tirador preparado para disparar.

Viví la Matriz 3D en visión de inmersión completa. Ahora los chicos tienen la Matrix de los teléfonos para disfrutar; pero, no sé, no me parece que sea lo mismo, y los chicos tampoco por más que estén bien civilizados, y medicados.



Nunca sabrán lo que es llevarse una bronca monumental de tu madre por haberme subido a un moral a llenar un cesto... Yo llegué a casa tan ufano pero, ¡horror! Hay manchas de mora en tu camisa. Ya está echando mano a las zapatillas...

A la carrera a buscar unas moras verdes.



Mi madre era cinturón negro de kárate con zapatillas, sí.

Mi primer maestro zen fue el profe de la escuela, la clase unitaria, con su larga regla de madera.

Andaba yo bien derecho al salir de clase, en más ocasiones de las deseadas. Sí.

Otro día les contaré de cuando yo era un cadete de la O.J.E., y de los fines de semana en plan supervivencia que hacíamos en la montaña leonesa.

¡No podíamos llevar nada comestible en la mochila!

Una vez nos comimos unos...


Incertidumbre e inteligencia


Incertidumbre e inteligencia


Hola amigos, confío en que estén todos muy bien.

Una de las maneras que yo uso para distinguir a las personas inteligentes de las demás es observar su capacidad para gestionar la incertidumbre; cuanto más de esto es capaz de soportar más inteligente es el ser.

No digo que la busque a propósito sino que si aparece un día, en el asunto que sea, sepa manejarse adecuadamente.



Esto no es algo de tener sentido común, es capacidad de supervivencia, y o se tiene o se carece de ella. Se suele tener, hoy día, por inteligente al “cerebrín”, al que tiene enciclopedias enteras en su cerebro; pero la experiencia que me dan los años me dice que ese tipo de personas en cuanto se enfrentan a algo de incertidumbre, un tres por ciento o algo así, comienzan a fallar, a dudar, ¡incluso de sí mismas!

Se pasa mal al lado de este tipo de personas; en cambio las que apelan a la veteranía, a la intuición propia, a la zorrería si es necesario, casi siempre libran por mal que se pongan las cosas.



Yo les animo a utilizar las I. A. ¡Sí!

Pero siempre recuerden esto: A los “cerebrines” le sienta muy mal la incertidumbre; si consulta a alguno haga preguntas escuetas y no se repita con las mismas esperando respuestas diferentes. Eso es algo que tan solo está al alcance de... su mamá. Mejor es consultar una segunda y tercera opinión si no tiene a su mamá a mano.

Compréndanme: siempre me he mostrado irreverente, irritante muchas veces, con los eruditos “cerebrines” que he topado en ocasiones. Y me temo que, con la edad, me esté volviendo uno de ellos.

Avísenme si me notan en ese plan.




Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...