Benditos bares sin wifi
Hola amigos. Otras ideas para compartir.
¿Vivimos en los bares?
No, pero hacemos mucha vida en ellos; siempre hay alguna Dulcinea del Toboso que nos alegra la vista a los parroquianos. Yo he escrito mucho, casi todos mis libros, yendo de parroquia en parroquia, alegremente.
Y cuando se despertó La Luna seguía allí.
Es uno de mis recientes micro-cuentos.
¿Acaso es usted uno de los que llaman “despiertos”? ¿Qué nos puede contar y compartir?
Como si estuviese de cháchara en un bar. Comente usted.
¿Cuántas son dos por dos? 22 me escribió en una servilleta de papel la bella de ojos inmensos y tornasolados. Yo asentí pues igual en alguna dimensión pareada fuese cierto y ambos estuviésemos allí ajuntados.
Otro micro-cuento. Es fácil cuando tienes un clarete a mano.
Vivimos una película de ciencia ficción y la música de fondo es reguetón. ¡Perrea, perrea!
Vivimos en una ficción mantenida por individuos alienados, gentes sin raíces, rebeldes sin causa alguna que pintarrajean tapias y trenes, y sobre todo y más que nada por devotos, de mitos ancestrales, sin comprender su significado real pues tan solo alcanzan a leer libros sobre el tema de su devoción.
Vivimos una realidad cambiante con la fantasía llamando a la puerta. No se desanimen.
Menos mal que, al parecer, no vamos a volver a los ritos escatológicos y los sacrificios humanos.
Guerras aparte.
Algo es algo.
Piense en esto un momento: su tiempo es oro molido, ¿porqué perderle en cosas nimias?
Yo no me voy a quitar de tomar unos chatos por el barrio, al menos mientras la Autoridad Superior Competente... lo permita.
No hago apenas caso de las noticias, eso sí. Y tampoco uso el... wifi hostelero, ni el water del chigre... a ser posible.