La Matriz 3D camina actualmente sobre dos patas: dinero y partidos políticos.
No hay democracia directa y los vecinos tan solo estamos para pagar impuestos y callar.
Tenemos que soportar los gastos de la administración europea, estatal, autonómica, provincial y municipal. Pagar, callar y no tener algo en común como no sea... las sociedades recreativas.
Ya ni las fiestas del barrio o del pueblo podemos organizar los vecinos; siempre ha de ser alguien del partido y gastando mucho dinero.
Las asociaciones o juntas vecinales tan solo pueden elevar ruegos y preguntas, o denuncias, a las autoridades municipales, y de ahí para arriba... ¡olvídelo!.
Dinero y partidos políticos, el cepo perfecto. No hay democracia alguna, solo engaño y manipulación descarada.
No existe libertad de expresión, y los medios de comunicación están al servicio del dinero y de los partidos políticos.
El dinero nunca fue ni será democrático. O queremos lo uno o lo otro.
Las sociedades pueden organizarse sin necesidad alguna de estados y ejércitos, sin agobiantes impuestos, sin líderes carismáticos. Libres de explotación; pues no somos ganado humano, y esta Matriz 3D se derrumbará algún día, cuanto antes ¡mejor!
Habrá que rechazar muchas cosas que nos tienen atrapados por coacción o tradición, especialmente todas aquellas que nos exigen ¡dinero!
España, su idea, ya existía en tiempos de Viriato; no podemos seguir en manos de romanos y traidores a la patria común. Una nación donde hay españoles de primera, de segunda, y de tercera no es la española; es un espantajo con bandera.
Hay que renovar la patria y cambiar la Matriz.
Hasta un próximo programa de Ciencia sin Conciencia, amigos.
A quien no le guste el concepto Patria puede cambiarlo por Matria, como hizo la poetisa Raquel Lanseros.
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