Cuentistas, mirar en los Registros


Cuentistas, mirar en los Registros


Me encantan los canales dedicados a la retrospectiva histórica. Te muestran como algunos de nuestros antepasados se partieron la cabeza o les... metieron el puerro, pero, eso sí, siglos después de que les partieran la cabeza, o lo del puerro. ¿Y si usted hubiera estado allí? En la batalla de Trafalgar, por ejemplo, ¿habría conseguido evitar el desastre? Entonces... ¿porqué no lo hace ahora? En este tiempo preciso, en la situación actual.


Existe una manera diferente de hacer retrospectiva pero que solo está al alcance del espíritu, el mirar en los sucesos pasados y los personajes implicados, tradicionalmente lo han llamado los Registros Akásicos o Etéricos, donde quedaron grabados todos los sucesos con fidelidad. Tiene su punto de interés, sobre todo para los escritores de novela histórica. Te evitas pasar horas en la biblioteca consultando tomo tras tomo, bueno eso era antes. Ahora le preguntan a una I.A., que te contestará lo que pone en la Wikipedia o la Enciclopedia Británica, básicamente.



Por ejemplo, descubrir que Cristóbal Colón de italiano no tenía ni un pelo, era español por los cuatro costados, del Reino de León, zamorano por apuntar cercano. Aunque se casó con una señora portuguesa a su primer hijo le bautizó como Diego, y al segundo, con otra señora, española, le puso Fernando. En italiano no sabía ni... pedir una pizza, eso sí era tan cuentista o más que Marco Polo.


¿Hasta qué punto han estado creando santos y villanos durante siglos? Ocultando cualquier cosa que les molestase o no coincidiese con La Verdad Oficial. Pues ya es hora de que nos vayamos dando cuenta, que esos “registros” están ya al alcance de usted y de cualquiera.

Es una sugerencia más que hago, en este caso a los historiadores y escritores de ficción histórica. Si les interesa un tema, un personaje tipo Alejandro el Magno u Octavio Augusto consulten en los registros directamente y podrá ver como eran y cómo se comportaban.



Para los españoles aconsejo un tipo impresionante, el último rey privativo de León, Alfonso Fernández, que en sus últimos momentos, dictando testamento, recordó el nombre de al menos 24 hijos e hijas. Esto es para enmarcar. Por cierto, al mayor, Fernando, que llegaría a santo, le desheredó por tanto como le había estorbado en las conquistas de Badajoz y Sevilla, esta última fracasada. Por supuesto una vez fallecido don Alfonso su hijo Fernando no hizo ni pajolero caso de la voluntad de su padre y se hizo proclamar rey de Galicia y de León, también fue un zamorano.



Los santos es que son así, tienen otra mirada sobre las cosas e hizo bien reuniendo en su corona Castilla y León. Y así quedó la cosa hasta nuestros días. Por cierto, la corona es del rey o de la reina, nunca de los territorios. ¿Se entiende esto o no?


La lista de territorios que reunió en su corona don Carlos I de Austria da para llenar todo un pliego, pero es algo que hoy día sigue sin entenderse. Si usted es capaz de contar hasta 10, todo seguido, con las zapatillas puestas y respirando bien, seguro que ya se dará cuenta de cómo funciona “el poder”, y cómo se manipula la Verdad Oficial cambiando el sentido de las palabras.


Gallofos, los migrantes de la Edad Moderna


Gallofos, los migrantes de la Edad Moderna


Hoy día tenemos un Camino de Santiago rebosante de turistas, con mochila y maleta, circulando por las muchas trazas que conducen a Compostela, un río de oro prácticamente, pero no siempre fue así. Con el paso de la Edad Media a la Edad Moderna muchas cosas cambiaron y una de ellas fueron las peregrinaciones al Sepulcro de Santiago.

Se fue haciendo progresivamente más y más caro de mantener.



Cada verano miles y miles de migrantes atravesaban por Cataluña, Aragón y Navarra los Pirineos para dirigirse a Galicia. Se pasaban un mes o dos circulando por aquí y por allá a mesa puesta y lecho caliente. Hasta que la situación se hizo insoportable.

Las continuas victorias de los Tercios españoles contra los franceses y en territorio francés había empobrecido al país vecino y cada año miles de ellos pasaban la raya, desarmados, para comer la sopa boba y vivir del cuento de ser... peregrinos.



Gallofo dicen que viene del latín galli offa, bocado para el peregrino. Pues ya existía la figura del peregrino en tiempos del Imperio Romano y antes de la aparición del Cristianismo. Y también de una verdura con la que se hacía una sopa para ofrecerles un tentempié, pero en los tiempos de los Austria se convirtió en un insulto, muy despectivo, hacia los extranjeros. Por cada 5 aristócratas ricachones, obispos y demás, llegaban 5.000 mendigos que arramblaban con todo.



Se distinguían con sus conchas de vieira del Canal de la Mancha colgadas del sombrero o los ropajes, a las lanzas les quitaban la punta y colocaban en cambio un gancho con el cual tirar al suelo toda la fruta que pillaban por el camino.

De los amables Francos de los tiempos de don Alfonso el Bravo y su hija doña Urraca la Temeraria se había pasado a los Gallofos. Entraban en España pidiendo el oro y el moro a cuenta de La Caridad Cristiana y la Acogida Católica, se pasaban un mes o dos dando vueltas por diferentes rutas, a conciencia, despacito, pernoctando incluso varios días en el mismo lugar, disfrutando del Hospital para peregrinos de la localidad, pero cuando volvían a Francia, nada más pasar Irún y el crucero de Gibraltar, que por algo se llamaba así, hacían carreras y largas marchas para regresar a sus hogares, pues en tierra de galos no les daban ni pasto para hacerse un lecho donde dormir, y que se los comieran los chinches, tan abundantes en aquella tierra.



La situación llegó a un punto, sobre el año 1575, que ya clamaba al cielo. En algún archivo provincial se conservan cartas como una dirigida por el alcalde de Compostela, en nombre de otros muchos lugares del Reino de Galicia, al alcalde de León, para que él, por ser Regidor de la ciudad cabeza del Reino de León, se entrevistase o consiguiese que le dieran carta en mano al rey don Felipe II. Y ponerle al tanto de la situación.

Que para mantener los hospitales y la gran cantidad de peregrinos no paran de tener que subir los impuestos a los vecinos y se están empobreciendo a ojos vistas, de manera imparable.

De aquella época quedó el refrán Por la caridad nos entró la peste.

No se si el alcalde de León llegó a entrevistarse con el rey pero lo cierto es que aquel año don Felipe II decretó la bancarrota de su corona, una quiebra de proporciones bíblicas, y al año siguiente no había dinero ni para pagar a los funcionarios españoles. Los gallofos... que se pagaran lo que comieran y los mendigos eran perseguidos por las Hermandades Armadas para echarlos a palos de los reinos de España.



Yo he recorrido España a cuenta del Camino de Santiago durante años y por diferentes rutas, y sí, he tenido episodios de escasez, de pérdida, he sido invitado a cenar en casas de personas que no me conocían de nada, incluso a dormir en una buena cama, lejos del albergue y sus chinches franceses o los ronquidos de los portugueses. Eso es una cosa y otra el ir de gallofo por la vida, hacerse el pobre y que me lo den todo frito y migado.

Migrantes, y digo bien pues esa es la condición del peregrino, son los van hasta un lugar, paran allí un tiempo y regresan a su tierra. Migran, como hacen las cigüeñas y las golondrinas. Otra cosa es lo que tenemos hoy día, que nos hemos vuelto a llenar de gallofos, pero venidos de otro continente, y nada de ir a dar el abrazo al Apóstol, Patrón de nuestros reinos. Nada de eso, son pura y simplemente gallofos, y hay que buscarles hotel nada más que llegan. A ver cuanto tarda en decretar bancarrota el rey don Felipe VI.


El nombre del mundo es Bosque, de Úrsula K. Le Guin

 


El nombre del mundo es Bosque, de Úrsula K. Le Guin


Novela publicada en el año 1972


212 chicas han llegado a la Colonia Nueva Tahití para poblar el planeta de terrícolas, no importa que las cosechas sean deficientes y ese nuevo mundo sea un infierno verde, solo bueno para bosques y selvas. Ha llegado El Hombre y quiere dominar esa nueva Tierra.

En el planeta viven de muy antiguo los Crichis, son los naturales de Bosque, y los terrícolas les utilizan como sirvientes de las fuerzas de ocupación.

Los terrícolas tienen la idea fija de terraformar el nuevo mundo, y los crichis no están por la labor. Es como la Conquista del Oeste Americano, pero en otro mundo, pero comienza la Revuelta Crichi, incendios, asesinatos, un jaleo del copón.

Los crichi duermen muy bien y además saben ensoñar. Sus lugares son gobernados por mujeres y en todos existe un Albergue para hombres, sus hombres crichi, donde ellos hacen su vida. Las mujeres cada en su hogar o en su Albergue particular, femenino.

Los terrícolas son casi todos yanquis, de pura cepa, esclavistas acérrimos que tan solo consideran humanos a los que beben cerveza y vodka, como ellos. Su idea fija es el dinero, hacer dinero, ganar dinero, tan solo eso tiene importancia. Son supremacistas blancos, sus chicas de importación han de ser de pura raza, aborrecen a las pieles oscuras...


La novela está basada, a mi modo de ver, en los informes realizado por las tropas yanquis en su invasión y ocupación de las islas Marianas y Filipinas. No consideraban humanos a los chamorros y los "moros" y fusilaban sin miramientos a todo el hablara español, aunque fuera un crío que fuera el domingo a misa.

Estupenda obra, sí señor,

https://www.cronicasliterarias.es/?p=5260




Aprovechemos el tiempo para aprender de una conciencia alienígena

Aprovechemos el tiempo para aprender de una conciencia alienígena Seguimos a vueltas con el extraño “cometa” que en estos días está entran...