Aprovechemos el tiempo para aprender de una conciencia alienígena

Aprovechemos el tiempo para aprender de una conciencia alienígena

Seguimos a vueltas con el extraño “cometa” que en estos días está entrando en nuestro sistema solar, emitiendo una curiosa luminosidad y una aun más extraña señal de radio, como si fuera una baliza espacial. Una inmensa “roca” hecha de níquel casi puro y que suelta CO 2.

¿Si dentro de unos años apareciera otro artefacto como 3I/ATLAS qué dirían entonces los expertos?

Bastante están tratando de engañar u ocultar con este “cometa” así que como aparezca otro, diferente, que se vayan preparando. Ya vale con esta ceremonia de la confusión y el cuento para niños, los hijos de los siervos, de que estamos solos en el universo. Ya no hay zares ni los volverá a haber.

Si el sucesor de este ATLAS fuera más pequeño o veloz o con diferente arquitectura... ¿seguirán los expertos asegurando que son cometas? En cometa tendrían que salir ellos de sus cátedras y departamentos, los bien pagados. La suya es una ciencia sin conciencia y así les va en sus tristes vidas de sirvientes a... La Verdad Oficial.

¿Porqué le llaman cometa a algo que viaja con su cola apuntando al Sol en vez de al revés? ¡Está tomando energía de la estrella! ¿O es que ya no saben sumar 2 y 2? El que tenga una forma exterior similar a una gran roca no quiere decir más que sus constructores no usaban el Sistema Métrico Decimal y no necesitaban poner antenas y cachivaches en el exterior. Fueron a lo simple y necesario para el viaje estelar, níquel de la mayor pureza en la carcasa externa.

Supongan por un momento, soy escritor de ciencia ficción, que el próximo artefacto que se pase por aquí fuera una nave exploradora, con tripulación, ¿con qué cara se quedarían los expertos? Aprovechen ahora para aprender todo lo posible de esa rápida pasada de 3I/ATLAS. La galaxia está llena de cosas extrañas, muy lejos de todo lo que conocemos, ¡usen su imaginación!

Si no aprendemos rapidito no sabremos defendernos de cualquier amenaza estelar o pedrusco vagabundo, ¡el meteorito!

Aprovechen ahora que tenemos tiempo, es nuestra Cita con Rama. Aunque no sean las cosas como en la novela de Arthur C. Clarke, si estamos ante algo con conciencia, una conciencia diferente a las nuestras, una conciencia... ¡alienígena! Y vendrán muchas más.