Confusión


Confusión


En ocasiones he tenido problemas de comprensión con mis vecinos, de otras regiones.

De chaval marché a estudiar a Tarragona donde las chicas de mi edad hablaban una lengua que yo no comprendía: el catalán. Malamente y después de más de tres años me conseguía hacer entender con las Montses y Nurias en las discotecas de Salou.

El servicio militar me envió a Castellón de la Plana y el habla de sus gentes me pareció, al principio, similar. Craso error, si me arrancaba a hablar como un muchacho de Reus me torcían el gesto. Allí había que estar al secarret y el cremat o no rascaría bola, y poco me las rascarían de seguir en ese plan. ¡Al caloret!

Por azares del insondable destino personal, marcado en una Carta Astral, mi primer trabajo bien pagado fue en Villagarcía de Arousa, en la Jalicia Caníbal. ¿Al caloret? Pues no, pasado el corto verano allí llovía y llovía como en los tiempos de Noé, y a mayores nos pasaron por encima dos huracanes seguidos: Hortensia y Klaus.

¿E lojo?

Yo no entendía ni papa, ni patacas ni patacones, del habla de las gentes de las Rías Bajas. En fin, todo en la vida es como un continuo volver a empezar. ¿Ti, chan, vas p´ra Vijo o p´ra Santiajo? Y eso montando en un tren de la renfe, la empresa en la que trabajaba. Pues para Pontevedra..., cosas de ser ferroviario.

La confusión de las lenguas, ¿le suena esa historia de algo?

Bien, les contaré una que me soltaron al poco de llegar a Villagarcía, un domingo, en una discoteca; como soy rubio y de ojos azules por fuerza yo tenía que ser... inglés. Así me lo soltaron, tal cual.

Póngase usted en mi lugar, domingo noche, discoteca de Villagarcía, y preciosas chicas de Caldas de Reis, (alguna para tirarse directamente al río a por lampreas, o lo que ella dijera)

Bueno, ¿qué hacer? Como allí todos eran morucos y yo rubio pues tenía que ser inglés, ¿e lojo?

Mis ojos bien, haciendo chiribitas, ¿tengo que hablar como el Principe de Gales o similar? Porque mi inglés para ingenieros aprendido en la universidad (cuando no era la Montse era la Nuria) no daba para mucho.

¡Arre carajo! Non, tu habla como si fueras... inglés, inglés, ¿no te suena?

Pero, pero, que yo sepa les decía (estábamos en el año 1.984) en las islas británicas se hablan 57 dialectos del inglés, ¿cual es el que debería aprender a hablar?

¡Pues el que más te guste, chan! ¿E lojo? Que suene a inglés...



Y como un rayo de luz que me llegara rebotado de la bola de cristal algo me recordó que mi segundo equipo de fútbol era, y es, el Liverpool. You´ll never walk alone..

Y así me hice amigo, amiguiño, de las chicas de Caldas hablando un poco como después haría el futbolista Michael Robinson. En ocasiones quedábamos en Pontevedra, en la discoteca Daniel, ¡había por allí cada monumento...!

Pero eso ya queda para otra ocasión, que esto no es más que un cuento de un chico español que tenía que pasar por inglés siendo... leonés.

Para que me hablen a mí de racismo, ¿e lojo?



Esclavismo


Esclavismo


Me han llamado la atención unos vecinos porque algunos artículos anteriores, me cuentan, me hacen parecer racista. Y desde luego que no va por ahí mi Camino, que Razas conozco unas cuantas.

Cada día salgo a dar una o dos vueltas por mi barrio húmedo y jocoso; las camareras que me atienden son rumanas, búlgaras, rusas, ucranianas, cubanas sobre todo. Y ellos son venezolanos, argentinos, etc., ¿algún problema? La mayoría me llaman por mi nombre de pila o el diminutivo; me llevo bien con todos, saben que no soy un... marciano.



A ver si me explico mejor: un argentino, así viva hasta los 100 años en España siempre será un pesado, pelotudo, boludo, y sobretodo... austral. Con la gente del Mar de La Plata nunca tendré el menor de los problemas, y así con todas las otras nacionalidades que he nombrado. ¿Dónde atisbo problemas? Con los africanos.



Es inevitable tener conflictos con ellos. O se hacen españoles y se integran en nuestra lengua y cultura o... puerta, y que vuelvan a su tribu. Se lo digo amigablemente, y que cuanto antes se vayan mejor. La vaca no es de donde nace, sino de donde pace, viejo refrán de los abuelos. Español es todo aquel que quiere serlo. Así, sin más. Me gustaría que les quedara a mis sobrinos una España española, cristiana incluso, y no un carajal africano pleno de jarkas y tribus diversas.



El buen médico es que previene el problema de salud no el que aparece tarde y mal y con remedios tipo Parches Sor Virginia. Los africanos tienen su propio lenguaje y modo de comportarse, eso será lo mejor para el continente africano pero no para la península ibérica. Llevan años avisandonos que las I.A., suprimirán miles y miles de puestos de trabajo en Europa, ¿en qué van a trabajar ustedes, corazones? Entonces: ¿a qué vienen aquí?

Y por lo demás y mi opinión: el euro digital es para el control mental, draconiano. Y no somos chinos.



Dejar esa energía, fuerza, fruto de nuestros esfuerzos, que llamamos dinero en manos de unas tecnologías poco claras y manejadas por I.A., es pegarse un tiro en un pie. Si es que nos queda alguno sano. La “fuerza” siempre ha de estar en manos de su productor pues si se la quitan le pasan a modo esclavo. (Master- Slave)

Busque usted, joven, el modo de no ser esclavizado. Rechace la Agenda A.


Betis


Betis


¿Se podría renombrar el rio Guadalquivir como Betis?

Es el nombre que ya tenía cuando los romanos conquistaron la ciudad que llamaron Hispalis, la actual Sevilla. Algunos estudiosos sostienen que después llamaron Hispania al territorio celtíbero, esto es: la Tierra de Hispalis. E hispanos a sus naturales; hoy día se nombra a los sevillanos como hispalenses, pues sino sevillanos seríamos todos, incluyendo a los de América.

No me parece mala idea esta, Sevilla fue de facto la capital de España durante más de un siglo, el Siglo de Oro.

Incluso se podría reabrir el trazado ferroviario de la Ruta de La Plata, ¿qué les parece la idea?

Podrían comenzar por renovar el trazado entre Sevilla y Mérida, y Cáceres, donde empalmaría con la línea de Lisboa.



¡Un poco de buen humor, amigos!

Que ya no se puede ir a peor, supongo. Igual me estoy dejando llevar por donde mi nariz me dirigue, olfatea primavera. ¿Estarán saliendo ya las setas de los césares? A mí me encantan con un huevo frito, así, tal cual. El universo de los hongos permanece ignorado para nosotros y resulta que... ¡están por todas partes!



¿Cómo podríamos hacernos inmunes a sus efectos tóxicos?

Los hongos, en mi opinión, son de poca conversación, sobre todo cuando se enteran de que nosotros nos comemos sus... ¡órganos sexuales! De acuerdo, de acuerdo, a mí tampoco me sentaría bien que me lo hicieran. En algo estamos de acuerdo.



El Betis ha bajado bien crecido estos días pasados y me cuentan que los hispalenses están muy preocupados, que si va a ser el Cambio... Cromático, sí. Que están cambiando su piel al verde y les crece verdín detrás de las orejas. (Hay que lavarse, amigo) Que no están acostumbrados como los compostelanos, y yo les digo que mejor harían montando una Casa de La Troya en la calle Sierpes, o donde la Casa de Pilatos. Por allí cerca.



Solo he estado unos días seguidos en Sevilla, unas vacaciones, pero ya con eso me quedó un trocito de corazón al lado de la Maestranza, a los pies de la estatua de Curro Romero. Bueno, y otro trocito donde las taquillas del Real Betis Balompié, que aquel domingo jugaba fuera. ¡Esnif! ¿Serían capaces los sevillís de raigambre de aprender a bailar muñeiras? Digo, por si no para de llover.

Al fin y al cabo fueron los gallegos con su flota y los leoneses con su tropa los que echaron de la ciudad a los sarracenos.

Cosas de la historia hispalense, poca gente sabe hoy día que al rey Fernando III de León y Castilla ya lo consideraban santo en vida, sí. Cuando salía a pasear por las calles montado en su caballo blanco con su sombrero de paja con borlas las gentes, moros y cristianos, se arrodillaban a su paso. ¡Cómo no iba a ser santo el hombre!



Su padre, el rey Alfonso Fernandez de León, le dejó, según su testamento, 23 hermanos y hermanas, que eran los que él recordaba cuando se sintió enfermar en Sarria, Lugo, camino de Compostela. Don Fernando por su parte tuvo 15 hijos con sus dos esposas sucesivas. Muchas bocas que alimentar me parecen a mi, incluso siendo rey; así que al muchacho que comenzó su carrera siendo rey de Toledo no le quedó otra que estar cada poco batallando reconquistando Alicante y Murcia y media Vandalucía sarracena para dar de comer a semejante tropa.

Lo que se gastaría este hombre en bodas y bautizos... solo Dios lo sabe.

¡Si las piedras hablaran! Como decía Antonio Gala, nos contarían tantas historias...


Aprovechemos el tiempo para aprender de una conciencia alienígena

Aprovechemos el tiempo para aprender de una conciencia alienígena Seguimos a vueltas con el extraño “cometa” que en estos días está entran...