Confiar


Confiar


Hola amigos, feliz domingo, despidiendo el año estamos, ¿todo bien, verdad?

Como hay mucho mensaje corriendo por ahí sembrando miedo y discordia me animo a darles uno de mi cosecha, mis estimados vecinos.

No teman el uso que se les de a las I.A., desconfíen en cambio del que se está haciendo de las suyas, naturales. Trate con cariño, eso sí, a su móvil y a su ordenador, sí. (alguno ha estado a punto de salir volando por la ventana)



No pasarán muchos años hasta que se popularicen los robots mascota, ya no seran ciencia ficción; y les tratarán con cariño, seguro.

Con los años yo he llegado a considerar inteligentes incluso a alguno de mis vecinos (Dejaron de tirar las bolsas de la basura desde las ventanas, ahora bajan hasta los contenedores, e incluso alguno las mete dentro. Es algo impresionante, de veras)



Si usted, en años próximos, se encuentra gente pobre que, con astucia, intenta aprovecharse de estas inteligencias novedosas, como hacen ahora con las nuestras con las criptomonedas y estafas telefónicas, todo eso, no les siga el juego y proteja a su mascota cibernética lo mejor que sepa.



Simplemente: observe usted a los perros, ellos le enseñarán como hacerlo.


Estado de hipnosis colectiva


Estado de hipnosis colectiva


Hola amigos, feliz sábado, el último del año: hoy les voy a hacer otra de mis apreciaciones, de esas cosas que apunto tomando unos chatos por los bares del barrio.

La escritura, algo que se me da bien, suele ser una pobre herramienta para transmitir ideas pues se pierde la entonación y una multiplicidad de cosas que sí compartimos hablando cara a cara.

Yo prefiero la charla, aunque sea informal, pues se pueden hacer preguntas y resolver dudas.

Aclarar nuestros puntos de vista.



Me gustaría hacer directos, si encuentro con quien. ¿Alguien se apunta?

Es algo estupendo lo que ocurre cuando asimilas, comprendes, las ideas de otra persona, como si estuvieras en su lugar. Entender el significado intrínseco de lo que te está contando, y también el implícito. Sus deseos, sus esperanzas, su Realidad. Sus cosas, darse cuenta de ello.



Si solo haces que escuchar o leer lo que el tipo suelta...

Perdidos en la traducción continuamos; los que idearon la Confusión de Lenguas tenían muy mala entraña... me parece a mí.

Tras mucho batallar, un libro tras otro, aún mantengo la esperanza de hacerles entender que se puede conseguir un mañana mejor; que el 2025 será el mejor año de su vida si ponen su voluntad en ello. Disfruten con alegría de estas próximas fiestas de fin de año.


Eso sí: tienen que darse cuenta de ese atontamiento, bruma mental, no sé el qué... como una hipnosis colectiva; que les impide ver con claridad y trabajar como borricos día tras día. No paran de quejarse de la corrupción generalizada, como si fueran otros, los ellos, los que la producen; ¡corcho!

Entiendan de una vez que somos nosotros los que la producimos día a día, con nuestras cosas, haciendo posible esta Realidad.

Es eso.


Llamando a Base Castilla


Llamando a Base Castilla


Hola de nuevo amigos, ¿Cómo va todo? Hoy os comento otro de mis libros.

Llamando a Base Castilla, una novela de ciencia ficción que publiqué en el año 2017.



Una distopía terrible en la cual el protagonista es consciente de que su mundo se va viniendo abajo, desapareciendo islas y países enteros, pero aún así él continúa peleando por conservar algo de humanidad, su concepto de ser humano, frente a la bestialidad que va en aumento.



Tiene la ayuda de las diablas azules, las encantadoras chicas de la Casita de Dara, que se irán turnando para que no se convierta en un despojo humano, alcoholizado.



En frente tendrá a unas bandas de fanáticos que irán creciendo hasta convertirse en un ejército: Los Comancheros. El defiende, como buen policía, Samur Pan, a la ciudad y sus habitantes pero un día descubrirá que no hay peor enemigo que el que tienes en casa.



Dejará de ver con tan malos ojos a los salvajes y seguirá intentando mantener la conexión con los españoles que sobreviven en La Antártida: la Base Gabriel de Castilla, hasta el último de sus días.



Disfrute con su lectura y las aventuras de Samur Pan, su honorable policía y fiero cazador de Comancheros.


Aprovechemos el tiempo para aprender de una conciencia alienígena

Aprovechemos el tiempo para aprender de una conciencia alienígena Seguimos a vueltas con el extraño “cometa” que en estos días está entran...