Completa inmersión


Completa inmersión


Hola amigos, yo sigo persistiendo en lo veraz ya que otros andan en lo mendaz.

Piense en la lengua como martillo y las palabras le serán puntas, es un viejo refrán español. Hay que saber clavarlas.

Melancolía otoñal y pimientos rellenos, lo uno por lo otro.

En las tabernas del barrio ponen música de mi infancia; me recuerdo con flequillo y pantalones cortos. Aquellos otoños cuando marchaban las abubillas y nosotros cazábamos ranas y lagartos; una carne muy blanca, por cierto.



Me crie mirando a los ojos de los bárbaros, de frente y con el tirador preparado para disparar.

Viví la Matriz 3D en visión de inmersión completa. Ahora los chicos tienen la Matrix de los teléfonos para disfrutar; pero, no sé, no me parece que sea lo mismo, y los chicos tampoco por más que estén bien civilizados, y medicados.



Nunca sabrán lo que es llevarse una bronca monumental de tu madre por haberme subido a un moral a llenar un cesto... Yo llegué a casa tan ufano pero, ¡horror! Hay manchas de mora en tu camisa. Ya está echando mano a las zapatillas...

A la carrera a buscar unas moras verdes.



Mi madre era cinturón negro de kárate con zapatillas, sí.

Mi primer maestro zen fue el profe de la escuela, la clase unitaria, con su larga regla de madera.

Andaba yo bien derecho al salir de clase, en más ocasiones de las deseadas. Sí.

Otro día les contaré de cuando yo era un cadete de la O.J.E., y de los fines de semana en plan supervivencia que hacíamos en la montaña leonesa.

¡No podíamos llevar nada comestible en la mochila!

Una vez nos comimos unos...


Noche en la Estación del Norte


Noche en la estación del norte y otros cuentos fantásticos; un libro que publiqué en el año 2013.
En la banda de la derecha verá la portada, pulse en ella podrá entrar en la librería amazónica donde tendrá mas información de este libro fantástico.

Un caballero sonriendo


Un caballero sonriendo


Hola de nuevo amigos y vecinos de la Ciudad de los Dos Ríos.

¿Estamos esperando a que pase cada noche un sonriente caballero y nos arregle el patio?

¿No sería mejor dejar de tirar en él … las migas del mantel y las pelusas de las mascotas? Pregunto.



Una anécdota de mi barrio les voy a contar: observo al ir a sentarme en una mesa del mesón a unos pilgrims quejándose del menú. Ellos, que nunca han pasado del pollo de serrín y las patatas ahumadas, y un pis templado que le dicen ¡cerveza!

¡Una Murphy`s para mí, por amor de dios! Y torreznos.



Doy la callada por respuesta y me siento inmediatamente del lado de las camareras.

Esos jetas aún hacen pis en el orinal, allá en su húmeda choza y andan por España poniendo pegas a todo.

¿Humedades? ¿Hongos?

Nunca seréis capaces de imaginar lo que es un Hostel o una Tavern de su tierra. A lo mejor que tienen allá le llaman... Pafff.

Para superar su tufo, de pedos peregrinos, tuve que pedir, ¡por amor de dios!, una servilleta, de esas que tienen alcohol, como que se me había caído una mancha de aceite de los torreznos en la camisa.

Y me dieron una perfumada. Unos ángeles estas currantas.

Los pilgrims me lo agradecen, ¡sí! ¿Y eso? Así no olerán el de mis ropas con un puro sabor americano, al más jodidamente caro tabaco rubio americano.

¿Contentos? Ya, que molestaba su fina pituitaria.



Estoy por tirarme un cuesco mas gordo que el que le cayó a su ContraArmada.

Yo soy muy de María Pita, y de las centollas que se comen en el entorno de la plaza mayor de Mi Coruña. No han conseguido dejar de ser descendientes de los piratas vikingos, Lordemanos, que atacaban nuestras costas en tiempos el rey Ramiro y su hijo Ordoño. No les paso una.



¿Qué? Que quieren un postre especial y casero.

¿Con el menú?

Sugiero a una de las chicas que les ponga un brazo de gitano y que se lo pasen de mano. Nunca habrán probado algo igual.

Los pilgrims, que algo chanan de cristiano se me mosquean, y me piden, desafiantes, que les consiga un... brazo de esos.



Así que me levanto y les pido a las chicas el cuchillo mas grande que tienen en la parrilla. El chuletero mayor me podría servir.

¡Que no! ¡Que no! Que lo deje, que están de broma, que las estrellas que se han bebido se les han subido a la...

Me vuelvo a sentar, que estaba por hacerme una pandereta con sus prepucios. Guardar el tajante, amigas...

Una botella de ginebra mas tarde, sin tónica ni nada, casi a morro se la bebieron, y como yo estaba en la calle, fumando junto al barril, me veo en la obligación de acompañarles hasta el piso turístico donde se alojaban esa noche. No ven ni por donde pisan, pendejos.

No, no voy a entrar a acostarlos.

Una cosa es la Acogida Cristiana y que uno sea Hospitalero Voluntario y otra tenerles que buscar un orinal para cada uno.

Hasta aquí podríamos llegar...



Y ahora piensen ustedes en quien se acostó sonriendo aquella noche, y se levantó al día siguiente igual.





Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...