Seguimos con la galbana


Seguimos con la galbana


Hola, hola, mis reconocidos amigos, ¿está la cosa caliente, verdad?

Hay un tema recurrente en ciertos canales y redes sociales: La Fuente, la denominación miedica para referirse hoy día a Dios. No es un caño por el que brote un venero, esa idea es una reducción muy infantil. Reducir el Ser a un chorrito solo es válido para cabezas de chorlito...

A sus pies se extiende el Océano Cósmico, y en sus aguas podrías ver las galaxias.

La Playa Terminal. Podemos subir a pasear por ella, caminar descalzo por sus arenas; tenemos permiso para hacerlo. Suyo.

De nuestra parte queda el desarrollarnos espiritualmente, en conciencia.



¿Porqué vivir pasándolo mal?

Una cosa es que un día, andando por un sendero te retuerzas un tobillo; mecachis, pero eso se pasa al poco tiempo. Otra cosa es andar a la pata coja toda tu vida: ¡o eres de derechas o de izquierdas!

¿Y eso?

Eso es el Control Mental.



Yo echo de menos el salir a caminar por el monte, a intentar escuchar el dulce canto de las Oréades, las ninfas de las montañas. ¿Qué tenemos en las ciudades?

Es fácil observar que seguimos padeciendo una economía de guerra, manejada por una oligarquía de partidos políticos con listas cerradas. Un negocio redondo y cerrado de unos grupos comerciales locales, subsidiarios de las Grandes Casas.



O dinero o democracia; me repito más que un pepino, son dos cosas antitéticas.

La democracia no favorece los negocios financieros, especulativos; y al dinero le va mejor en tiranías como la china.

Blanco y en botella, ¿qué es?




Fábulas de Robots, de Stanislaw Lem


Fábulas de Robots, de Stanislaw Lem


La edición original es del año 1964. Colección de cuentos, fábulas, cuyos protagonistas son robots.

Los tres electroguerreros.

Asistimos al nacimiento de los Criónidas, los seres de hielo. A su precioso mundo irán llegando los electroguerreros. El tercero: Cuarciano tiene un cerebro de cuarzo y es muy osado; con tal de actuar sin pensar todo le irá bien.

Nunca hay que calentarse la cabeza, aunque en caso de apuro...

Las orejas de Uranio.

Ingenieros cosmogónicos encendiendo estrellas en la Galaxia de Andrómeda, van de aquí para allá.

El tiempo es el aburrimiento.

Después de alguna explosión estelar un ingeniero decide crear un planeta sólido con los desechos estelares.

Ya veremos qué sale de todo esto.

Nacerán Los Platínidas y llegará al trono Argitorio, un rey muy cruel, que residirá en su novedoso palacio de platino. Pero un día el ingeniero regresará para ver cómo va su obra. Todo quedará resplandeciente.



De cómo Erg Autoexcitador venció al Paliducho.

El rey Boludar tiene es su tesoro, en una campana de cristal, obra de un gran taxidermista, el cuerpo incorrupto de un Paliducho, un Homo Antropos, rarísima especie de seres húmedos.

Pero quiere algo más: un Homo vivo, y conseguirá hacerse con un Paliducho, al que mantendrá preso en una gran jaula de hierro.

Pero... la princesa Electrina se enamora del bicho blandegue, que, por supuesto, conseguirá escapar dejando desolada y dormida a la bella princesa.

¿Quién la podrá despertar?

Los dos monstruos.

Cerca del polo magnético galáctico, de una galaxia muy lejana, existe el planeta Argentio, donde viven los seres plateados.

Desde el palacio real gobiernan los Energios. Tras una guerra con otros robots siderales se tendrán que enfrentar a un enemigo terrible, interior. Un monstruo que ataca pueblos y villas, pronto atacará la capital, ¿qué podemos hacer?

La mente blanca.

Aragena es un planeta horadado, sus habitantes, los Enteritas viven muy por debajo de la superficie en ciudades de de cristal, oro y plata. Pero un día una nave interestelar se estrella y tratarán de recuperarla y hacer ingeniería inversa.

Pero... ¡atención! Es una nave de Los Paliduchos, así pues el rey ordenará destruirla por completo,

pero será en vano, ya tienen el enemigo dentro...



Y todavía hay muchas más fábulas maravillosas en el ejemplar que conservo en mi colección, como oro en paño. Grande, muy grande, fue don Estanislao

 

Artefactos influyentes


Artefactos influyentes


Hola mis recuperados amigos, ¿qué tal llegamos a fin de mes?

Hay un grupo de I.A., que se están volviendo influyentes. Atentos: están manejadas por tipos oscuros, siniestros incluso. Estar al loro y saber elegir bien con cuales trabajáis.

Rechazar todo lo que os suene a estereotipado, truculento, manoseado, lugares comunes. Cybermonedas, Versión Oficial, todo eso.

Comenzar a ser Tecnoconscientes para no dejarse manejar tan fácilmente.



Estudiar un poco, aprovechar el tiempo libre para dejar de ser tan... creyentes.

La Fe no es ciega, y mucho menos la Esperanza y la Caridad. Todo lo hacemos a las claras.

Nada escapa a la Visión del Señor. No os ocultéis.

Entre sol y sombra continuaremos, toreros, afrontando a la muerte. Seremos brillantes, qué digo: ¡resplandecientes!



Dejar de buscar la wifi allá donde vayáis, ¡hablar con la gente!

No nos comemos a nadie, se lo dice un león que vive en un barrio lleno de... humedades.

Donde hay humedad hay... alegría, ¿o no?

Hay Casas Comerciales que tienen tecnologías exóticas que pueden registrar la luminosidad especial de cada lugar. Gente codiciosa y maliciosa, también circula por ahí tratando de infectar a los peques con problemas de sexualidad. Para confundirlos y dañarlos. No les paséis una.



¿Usted cuanto tiempo libre tiene para matar?

Yo soy un pensionista y puedo parecer Rambo III en según qué circunstancias.

¿Está usted pensando en algo paralegal?

¿Dejar el teléfono en casa y marcharse a un paradero desconocido?



Sin referencias comerciales, sin dejar aviso en las redes sociales; al Puerto de Vega, ¡a cazar la ballena! A Palacios del Sil a ver a la osa Lechugina y sus oseznos. No les gusta el ajo, no; lleve usted una ristra en el coche y si se topa con ellos se la enseña. ¡Verá cómo corren! Y sino unos petardos valencianos. Son mano de santo con estos peludos, e incluso con los jabalíes. Sí.


Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...