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Distópicas ideas


Distópicas ideas


Hola de nuevo, amables amigos. Un nuevo tema para compartir.

¿Hasta qué punto lo que llamamos natural no es más que un conjunto de creencias?

¿Le gusta a usted el álgebra? Con un libro de Boole para niños será suficiente.

Cada persona tiene su esfera de creencias y a partir de cierta edad se resiste lo mismo a soltar alguna, echarla fuera, como a admitir, dejar entrar, otras diferentes. Funciona así...



Esta es una de las causas de la poca aceptación y comprensión de mi libro Alba de la nueva Matriz.

No pasan a creer lo que les cuento; la mayoría prefiere esperar a que el cielo se derrumbe sobre sus cabezas, o que se abra la tierra y se los trague. Y eso que no hablo de aliens y cosas de esas.

La Ciencia Oficial afirma que no existen.



Científicos con una pinta de bicho que tira para atrás son los que con más ahínco defienden que estamos solos en este puñetero Universo. Que nació por casualidad, y ellos... también.

Aquí lo que hay son causalidades. Yo afirmo tal cosa.



Ahora se que nos quiere hacer ver como natural esos cielos infames, llenos de los rayones que dejan los aviones. Por cierto, gobernados sus pilotos automáticos por I.A., que son las que deciden donde y cuándo soltar el chorro. No son los comandantes, no, los que deciden en este tema.

Otra cosa: ¿es natural ese jaleo que tienen con el sexo? Que ahora le dicen género; y los hay, pendejos, que hasta se frotan con los árboles.

¡Qué despropósito!

Yo crecí viendo como natural a chicas con bigote y chicos con voz de pito. Y no tan chicos, como el Generalísimo.

En nuestra raza las diferencias sexuales son mínimas. Casi somos intercambiables, pero...

¡Vive la différence!

¿No le parece a usted?.




Y por cierto, anoche hubo otra poda de este sarmiento de mundo. A nosotros no nos tocó, disfruten del domingo y de las fiestas de la vendimia.

Cuando usted escuche hablar de “La Fuente” recuerde: eso eres tú, y tu Corazón el caño por el que brota.

Con mucho amor.


Seguimos con la galbana


Seguimos con la galbana


Hola, hola, mis reconocidos amigos, ¿está la cosa caliente, verdad?

Hay un tema recurrente en ciertos canales y redes sociales: La Fuente, la denominación miedica para referirse hoy día a Dios. No es un caño por el que brote un venero, esa idea es una reducción muy infantil. Reducir el Ser a un chorrito solo es válido para cabezas de chorlito...

A sus pies se extiende el Océano Cósmico, y en sus aguas podrías ver las galaxias.

La Playa Terminal. Podemos subir a pasear por ella, caminar descalzo por sus arenas; tenemos permiso para hacerlo. Suyo.

De nuestra parte queda el desarrollarnos espiritualmente, en conciencia.



¿Porqué vivir pasándolo mal?

Una cosa es que un día, andando por un sendero te retuerzas un tobillo; mecachis, pero eso se pasa al poco tiempo. Otra cosa es andar a la pata coja toda tu vida: ¡o eres de derechas o de izquierdas!

¿Y eso?

Eso es el Control Mental.



Yo echo de menos el salir a caminar por el monte, a intentar escuchar el dulce canto de las Oréades, las ninfas de las montañas. ¿Qué tenemos en las ciudades?

Es fácil observar que seguimos padeciendo una economía de guerra, manejada por una oligarquía de partidos políticos con listas cerradas. Un negocio redondo y cerrado de unos grupos comerciales locales, subsidiarios de las Grandes Casas.



O dinero o democracia; me repito más que un pepino, son dos cosas antitéticas.

La democracia no favorece los negocios financieros, especulativos; y al dinero le va mejor en tiranías como la china.

Blanco y en botella, ¿qué es?




Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...