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Mi visión del yoga


Mi visión del yoga


El yoga, tal y como yo conseguí aprender y de eso les hablo, es un intento de comprenderse mejor y descubrir el porqué de nuestras cosas. Para ello es necesario entrar en el interior de nuestro cerebro, que está blindado por el cráneo. Diferentes técnicas de meditación dan lugar a diferentes logros; lo importante es conseguir ir progresando capa tras capa hasta llegar a lo más profundo del cerebro.

Allí está El Observador.


¿Y qué observa? Pues que lo que denominamos mundo son una serie de capas superpuertas (hoy día lo llamamos dimensiones o densidades) El dharma son una serie de ¿mundos paralelos? Montados uno sobre otro al estilo de las madrecitas rusas. Normalmente solo vemos la del tercer tamaño (hay otras dos más pequeñas perceptibles y otras muchas, más grandes pero de tan sutil como son nos resultan imperceptibles)

El Tiempo es el mecanismo que le da cuerda al muñequito, el karma, para se mueva recorriendo territorios, el dharma.


El yoga bien entendido es aprender a darse cuenta, hacer una vida sana y evitar los conflictos; lo demás es gimnasia. Es la atención lo que cuenta, como bien explicaba Krishnamurti Jiddu. Yo he aprendido por mi cuenta y riesgos y hablo de mis descubrimientos. Ser consciente de en dónde tienes centrada la atención y actuar a partir de ello.

Así lo entiendo yo, cuídense, que son tiempos de cambios.





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Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...