Intangible


Intangible


Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Intangible.

Como soy un Hospitalero Voluntario en ocasiones algunos paseantes me han contado que van en dirección o buscando lo que denominan La Fuente.



Estáis en el mejor de los mundos, les digo, el resumen de vuestros esfuerzos y les encamino hacia Compostela y la Costa de la Muerte, a ver la puesta de sol. Allí podréis poner fin a vuestro vagabundeo mundial, estelar, galáctico, o lo que sea, habréis llegado al final Luciérnagas del Señor.

Cuando el sol de un mundo se oculta es hora de revelar el sol propio, el interior. Sobran más explicaciones.



¿Qué tenemos en nuestro día a día: convergencia o divergencia entre lo que somos y lo que hacemos? Una cosa es que mi humor no sea triunfante y otra que tenga que volver a caer por unas escaleras para que la gente se ría. ¡Iba distraído! ¿vale?

Los que hicieron la mili, sobretodo en infantería, entenderán esto que les voy a contar.



¿Qué le ocurriría a un soldado que se saliera de la formación y, avanzando sobre los demás, se pusiera a desfilar por delante del capitán y el banderín de la compañía? Pues eso, eso nos ocurre a los que tenemos una vista y un paso más largo que los demás. En ocasiones escuchamos mensajes que nos impelen a avanzar, ascender, marchar delante de los demás, de tus compañeros, de tu prójimo.



Hacerse se puede hacer, ¿porqué no? Pero el calabozo tiene barrotes muy fríos, y la cocina grandes perolas que hay que limpiar cada noche. Queda de su mano como pueden proceder, mi consejo de veterano es que actúen por amor no por temor. No hay una Fuente, hay un Océano, y yo me estoy bañando en él.


Protección


Protección


Mucha gente se pregunta si un tiempo pasado fue mejor, es un grave error pensar así por falta de comprensión de lo que es El Tiempo. Nuestro Tiempo es nuestro mundo y nunca fue mejor, fue diferente; no me quiero ir a milenios anteriores al Diluvio.

La Tierra está cambiando y cambiarán los terrícolas. No se puede volver a los tiempos de la Batalla de Los Barata o a alguna Guerra de Troya. Ahora hay otra gente y ha cambiado el territorio; más seco.



Las tormentas solares, a las que no atendemos más que cuatro aficionados, van impactando, implacables, sobre este mundo cambiando cosas por aquí y por allá pero como al Público, el Populo, les colaron el cuento del Cambio... Cromático, pues entonces achacan sus problemas personales al... humo de los vapeadores.



Por supuesto: hemos de seguir las consignas de nuestro Amado Líder, tan progresista pero acosado por... fruslerías. Tal vez, es una idea, debería convocar a sus seguidores en la Plaza de Oriente para ser aclamado y escuchar de su boca limpia que nos cuente como es la Conspiración ju... bla, bla, bla., que si a nosotros nos honra a ellos les envilece... y tal y tal y tal. Como hacía El Ferrolano, pues después de todo el pueblo español, sus vecinos, apenas ha cambiado y continúa impasible el ademán.

Lo veo cada fin de semana.

Seguiremos Progresando por el Imperio hacia Dios. Mas nos vale que El nos siga protegiendo.



¿No es acaso el humor amor regalado? Relajado, para compartir.

Ondas de amor sobre este mundo van a llegar y las convertiremos en humoradas, ¿qué les parece, amigos? Caricias habladas, sonrisas compartidas; somos unos buenos granujas y nos reímos hasta de nuestra sombra. Amamos incluso a nuestros políticos, aún a sabiendas de lo que están haciendo tras las bambalinas. Amamos incluso tras pagar el robo de Hacienda, y a tocateja.



Amamos día y noche, es inevitable. El miedo, el odio, nos entra cuando dejamos de amar y de reír.

Sonreír en la adversidad, amar en la soledad, ser el todo en la nada y siempre uno mismo.

Si después de dar una narigada a la política actual, local, estatal, y tal y tal, aún es capaz de conservar la sonrisa, usted es de los míos. No le quepa duda, ¡ah! Y no se limpie con la manga de la chaqueta, como hacen ellos.

Erase un hombre a una nariz pegado...


A porta gayola


A porta gayola


Esperando La Noche de San Juan con nuestros fuegos artificiales, amorosos tan diferentes a los que tiran al otro lado del Mare Nostrum, estamos los vecinos del Barrio Húmedo, gozosos pero casi empantanados con tanto turismo de guiris.

¿De dónde sale tanta gente? ¿No están a gusto en sus casas?

Y qué caro se ha puesto todo...



1.000 pelas por dos claretes me parece excesivo, que las camareras cobran sueldos de semiesclavitud. ¿Pisos turísticos? A porrón. ¿Alguien que no esté muy borracho puede dormir en un antro semejante?

Beban agua, vecinos, y así nos mantendremos húmedos y sobrios ante la llegada de los foráneos, que lo que se viene es ardiente.



Nos gusta ver gente, caras diferentes cada día, de todos los colores de piel, aunque hablen lenguas extrañas, finlandés o lo que sea. Escucho a dos cocineros hablando Aimara, y como les veo cada poco... ¡como si les entendiera!

Este es un mundo de mezcolanza, mestizaje, batiburrillo y cambalache. Todos somos hijos de Dios pero... ¡vaya jaleos se preparan!



Me siento en una terraza y enciendo un cigarrillo para bajar el trago que estoy pasando; miradas caníbales me caen por las dos alas; pasa un coche, una furgoneta, otro coche, una moto echando pestilencia y ni se inmutan mis asentados prójimos. Todas sus flechas van directas a mi espalda; no importa, llevo colgado una copia del escudo del Capitán América.



Son de esperar mayores emigraciones entre continentes mientras La Humanidad permanezca en un tan bajo nivel de conciencia y adolescencia espiritual. Serán décadas prodigiosas y la lengua española se hablará y escribirá por más de 1.000 millones de terrícolas.



 Así pues: capote y A Porta Gayola.


Conspiraciones como melones

Conspiraciones como melones Me estoy riendo y bastante a cuenta del dislate de querer hacer pasar por cometa a una inmensa nave espacial, ...