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Camino de Santiago 2011. De Sarria a Portomarín

 


En el mes de noviembre de 2011 volví al Camino de Santiago aprovechando unos días de vacaciones. Y ahí me tienen saliendo de casa con mi mochila y mi bordón.


Mi amigo José Carlos Rabanal se prestó a llevarme en coche hasta Sarria pero siguiendo el trazado del Camino de Santiago. Pero pasando por El Ganso nos encontramos a este matrimonio de veteranos peregrinos. Santiago y su esposa, y les acompañamos hasta Rabanal del Camino.



Pararon en el albergue del Pilar y quedaron al cargo de Isabel, que ya les conocía de muchos años atrás. Yo seguiría con José Carlos en coche, que de buena gana me hubiera quedado con ellos.


Parada fotográfica en la Cruz de Ferro, por supuesto, y al coche que hacía un frío del...


Hicimos alguna parada más, en Villafranca del Bierzo y en Vega de Valcárcel para comer y a la ruta, que los días son cortos y se nos haría de noche.


Y sí, cuando quisimos llegar a Sarria ya era de noche. Me dieron acogida en el albergue O Durmiñento, que ahora es un hotel y despedí a José Carlos que tenía que volver a León, por el camino más rápido.


Y el 6 de noviembre ya me pongo en marcha, bien temprano para andar la primera etapa de este tramo.


Una breve parada en la puerta del albergue de Barbadelo, que estaba cerrado. Pero al menos no nos mojábamos por unos minutos. Iba con más gente que conocí en el albergue de Sarria. Alguno más veterano que yo.


Paramos un momento en la Fuente del Pelegrín, un recuerdo del Año Jacobeo de 1993. Y después en Peruscallo a tomar un café en un bar.


El famoso Mojón de los 100 kilómetros, ya por entonces vandalizado. 2011.


Y hago nueva parada en el bar de Morgade, recordando cuando paré en el 1999. Los dueños son otros y han cambiado hasta el sello del lugar.


Una parada más larga en Ferreiros, en cuyo albergue también paré en un Camino anterior.



Hay bar, Casa Cruceiro, y  tendremos que aprovechar. Coincido con unos peregrinos franceses y les hago de traductor al gallego para que pidan unos bocadillos y cosas de esas. Cosa buena hice pues volvería a coincidir con ellos varias veces en días sucesivos.


Nos vamos a derecho por la carretera que estamos aún a mitad de etapa. Vacas lecheras, muy bueno el yogurt gallego.



Tenemos un tramo muy interesante por delante, entre Mirallos y Rozas.


Por Mercadoiro ya pasamos sin parar, nos queda salir a la carretera y la bajada al río.


La fuerte bajada desde Vilachá hacia el puente para cruzar el río.


Y después la subida a Portomarín.


Les acompañé hasta el albergue municipal pero yo no me quedé allí. Demasiados recuerdos asociados.
Me quedé en el albergue O Mirador, que había abierto sus puertas aquel verano. Buena comida y ambiente fenomenal, lo que es las camas dejaba bastante que desear pero la dueña se tomó muy en serio los consejos que le dio este viejo peregrino. Como solo dormía yo allí aquella noche me quedé con ella y los camareros tomando chupitos hasta que cerraron el negocio. 
Otro día subiré las fotos de las siguientes etapas.



Camino de Santiago 2002. De Villafranca a Compostela.

 


En el mes de diciembre del año 2002 pude disponer de unos días de vacaciones y ni corto ni perezoso retorné a Villafranca del Bierzo para completar el camino que había iniciado en el mes de julio.


Dormí en un hotel de la plaza mayor de Villafranca y sellé la credencial tanto en el albergue municipal como en el Templo de Santiago.


El día 18 de diciembre y con buen tiempo subí hasta el Santuario del Cebrero.


Una etapa muy bonita, y al subir en solitario me pude recrear en los detalles y hacer fotos a esto y aquello. En el albergue tan solo estábamos el hospitalero y cinco peregrinos. Los 6 nos refugiamos hasta bien de noche a cenar y tomar chupitos en el hostal que hay junto al santuario. 5 peregrinos. Las veces anteriores que pasé por allí estaba completo.


En cuanto clareó me puse a andar hacia el Alto de San Roque y el de Poyo. Ya le habían roto el bordón a la escultura. En fin, a disfrutar del paseo y a ver hasta dónde llegaba.




Al ir solo y andar ligero cuando me quise dar cuenta ya estaba en Triacastela. ¿Qué hacer? Me sabía a poco lo recorrido y marché por San Xil y Furela hacia Sarria.


En Sarria paré a dormir en el albergue municipal. Llegaron a tiempo tres chicos de Villagarcía de Arosa con los que había estado el día anterior en el Cebrero.
No se cierra el albergue no; me había quedado yo con las llaves al ser el único a pernoctar. Así que los llevé a cenar algo y después nos tuvimos que abrigar bien, con mantas y mas mantas para dormir. Mucho frío y humedad aquella noche. Y no paraba de llover.


A la mañana siguiente paramos a sellar en los Mercedarios, a la salida de Sarria y marchamos casi a la carrera hacia Portomarín. Nos llovió a base de bien.



En Portomarín nos abrieron para los cuatro el albergue municipal y hasta pudimos cenar decentemente en un mesón bajo los soportales. Hasta aquí nos alcanzó la buena suerte.




Las siguientes etapas mas bien fueron un calvario, llueve que te llueve, y casi todo cerrado. El único sitio abierto que encontré fue en Ligonde y después ya nada hasta Palas de Rei. Pasé del albergue y busqué acogida en un hostal de la plaza que hay enfrente. Estaba de vacaciones y no había ido a enfermar a Galicia.


¿No quieres caldo? Toma tres tazas, eso sí que era llover. Algunos tramos fueron todo un desafío camino de Arzúa.


 Paré a sellar, como siempre que he pasado, en la parroquia de Santiago de Furelos, a tomar algo caliente con el cura en el bar de enfrente y poco más tengo que contar de esa jornada.
Lo que es tener buena ropa chubasquera y un paraguas resistente...




Apenas hice más fotos entre chaparrón y chaparrón hasta llegar a Compostela. Ya ni sellar ni porras a la hora que llegué. 


Encontré habitación en Hotel Costavella y pude cenar en un mesón cercano.
https://www.costavella.com/
¡Qué diferente estaba la ciudad a cuando fui en verano!
Me quedé un par de noches en el hotel, para secarme y comer a base de bien. El hotel se llenó con unos equipos de televisión, madrileños, que venían a cubrir un naufragio en la Costa de la Muerte. Las gentes hablaban del chapapote en la tele gallega pero los madrileños no sabían ni cómo carayo llegar hasta Muxía. Estuve por irme con un grupo de ellos e indicarles el camino. Pero al día siguiente era Nochebuena y marché en tren para casa a cenar con mis hermanos.
Lo del chapapote fue algo tremendo, siento no haber podido ayudar. Al año siguiente fui hasta Muxía pero cuando ya habían limpiado lo mayor.
Y esto es lo que dio de si mi Camino de Santiago del año 2002, espero que os haya gustado el relato.
Por cierto: ya tengo publicado un nuevo libro, Alba de la nueva Matriz, y os comentaré algo en próximas entradas.




Humor luminoso

Humor luminoso Buenos días, amigos, tal y como les prometí ya tengo mi nuevo libro Humor luminoso, De Camino. Esta es la portada, confío...