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Milagro en Benarés y otros cuentos prodigiosos


Milagro en Benarés y otros cuentos prodigiosos


Este fue un libro que publiqué en el verano de 2014; de nuevo utilizando el formato de relatos y cuentos fantásticos.


Milagro en Benarés relata las aventuras de un jipi atópico por el Oriente Lejano. Tras un trekking por Nepal se irá con sus compañeros a conocer un poco de La India, pero al chota solo se le ocurre burlarse de un Yogui, uno auténtico. Y lo pagará muy caro, visiones, alucinaciones, presencias, ¡de todo! Aconsejado por un amigo hindú se irá a Benarés para solicitar ayuda de los yoguis que meditan a la orilla del río Ganges. Es rubio y atópico, le pasará de todo.


Después vienen otros cuentos como Estrambóticos Paracélticos, donde abordo el tema de la Alquimia, y Oporto, estación término, otra aventura de jipi ahora discotequero.

Las doñas de otrora, un relato casi periodístico dedicado a las señoras de casa-bien, que ya no quedan, y un especial dedicado a Las dos hijas del rey Alfonso.

Alfonso el Bravo y las dos hijas, Elvira y Sancha, que tuvo con su última esposa Elizabez. Una sevillana bellísima, rubia y de ojos azules, de nombre Elzaida o Elzoraida que fue cristianada para ser reina con Alfonso. De ella proviene el nombre de Isabel; fue tan famosa en su tiempo que cuando en una familia les nacía una niña rubia le ponían ese nombre.

Isabel la Católica no fue la primera reina con ese nombre.


Gundemaro, el último conde suevo es un relato que me llevó tiempo y esfuerzos llevar a cabo. Viajes a Galicia buscando el rastro de Los Suevos, los alemanes que cruzaron el río Rin cuando el Imperio Romano se estaba desmoronando y terminaron recalando en el oeste de la península ibérica. Nada de nada encontré en Galicia, año 2014, y pude escribirlo gracias a la información que conseguí en Portugal. Allí si que están orgullosos de su historia.

Como anécdota les cuento que una de las primeras cosas que descubrí es que Gundemaro era un nombre... visigodo.

La idea de este cuento fueron recuerdos de cantares que escuché de chaval en pueblos como Aviados y Tolibia de Abajo. ¡Mambrú se fue a la guerra! Ay, que dolor, que dolor, que pena.

La historia de los suevos fue enterrada tras la conquista por los visigodos del rey Leovigildo, y apenas de unos años para acá se va sabiendo algo de aquellos alemanes; que no eran tan bárbaros como nos los han pintado.


Además hay otros cuentos en el libro como Échale la culpa a la teja, ¡aparecen extraterrestres! Pero no se asusten, tan solo por televisión. Y algunos cuentos más, disfruten con su lectura.



En la barra lateral tienen el enlace a este libro en la librería de Amazon, échele un vistazo.


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