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Todavía seguimos con la tontería


Todavía seguimos con la tontería


Todavía me quedan amigos chapados a la antigua, de los de casarse y tener hijos, por ese orden; aunque sean euclidianos son personas respetables; detrás nuestro viene... ¿el diluvio?

Alguno de nosotros todavía conservamos una navaja suiza o un cuchillo de explorador, de cuando éramos de la O.J.E., y acampábamos donde nos salía de los... tiempos de Franco. Y si se nos venía encima un temporal hablábamos con el presidente de los vecinos y nos daba refugio en el TeleClub del pueblo. Y las doñas del pueblo nos hacían caldo de gallina y se llevaban a su casa nuestra ropa mojada para secarla.


¡Estos chicos melenudos! ¿Pero no sabíais que venía un temporal este fin de semana? ¿Nunca miráis la tele para ver al Hombre del Tiempo? No existían el GREIM de la Guardia Civil ni apenas equipos de rescate en la montaña, estaba la gente de los pueblos. Un pastor me enseñó a hacer contra-fuegos para que nunca me abrasase vivo si me pillaba un incendio. Otro a asar los chorizos envueltos en papel de aluminio escondidos bajo las brasas del fuego de campamento; otro a tener cuidado con las chicas de Puebla de Lillo, otro... bueno, bueno, ya han pasado 50 años y no quiero parecer el Abuelo Porretas contando mis andanzas juveniles.


Lo que ha sucedido este verano me ha parecido bochornoso, sacando a la gente de casa porque el fuego se les venía encima y no sabían como pararlo. Han fallecido varias personas, trabajadores, intentando parar esas terribles llamaradas. Tenemos el país manga por hombro y una corrupción galopante, los pueblos abandonados, los vecinos con las manos atadas. Debemos ponerle remedio cuanto antes.


El estado español, incompetente, debe devolver a los vecinos la propiedad y uso de las tierras y los montes, los ríos, los acuíferos y fuentes, y que los políticos dejen de vender España a precio de saldo, retales de tierras y gentes.

Torres más altas han caído, y esta puede caer. Vuelvo a avisar.

De vueltas a mis años juveniles recuerdo que alguno había que se fumaba un “trujas” de tapadillo, hoy día nos fumamos el dinero, y a diario, me parece a mí. Usted mire la cesta de la compra y lo que paga ahora por lo mismo de siempre. Cada vez que paso por caja parece que me he fumado... una trompeta. ¿Usted cómo lo ve?


El artefacto denominado 3I/ATLAS puede producir un efecto como la nave de Cita con Rama, la novela de Arthur C. Clarke y si siguen insistiendo en que es un cometa van a tener que cambiar la definición de lo que es un cometa. No es una bola de hielo y no sigue una trayectoria típica, es algo muy diferente, tiene forma alargada, y cuando se acerque al planeta Marte se verá más claro la diferencia con los cometas conocidos.


Soy un aficionado a la astronomía desde que iba al instituto y he colaborado con el SETI y la NASA hace años, si ese artefacto es un cometa yo soy POCOYÓ. Hagan mejores observaciones, expertos.


Inflación de ideas


Inflación de ideas


Hola de nuevo, amigos.

Con el año nuevo y los buenos propósitos lo que podemos llegar a tener es una terrible inflación de ideas; como si la mente se hinchara cual globo de goma para intentar abarcar todo lo posible.

Se pierde fácil el control y se va uno a comportamientos extraños, ¿y eso porqué?



Están llegando “gentes” con ideas que pueden parecer novedosas a los incautos, los novatos, pero para los veteranos son mas viejas que el amasar harina para hacer tortas. Y tortas hay por todas partes, sí.



Son ideas del tipo: regresar al campo, abandonar las ciudades con sus ruidos, contaminación, ¡las torres de Mordor! Es mejor ir al monte a observar los cambios en la Matriz 3D, ¿por el vuelo de las aves? Como hacían los augures de los tiempos de los romanos. Igual es algo así...

Alimentos vegetarianos, que la carne es mala y muy buenas las zanahorias, sí. Y las cebolletas.

Aproveche usted bien las patatas, ya; no tire la monda, que ahí va la sustancia...



¿Y qué más?

Abandono de las religiones establecidas, de organización piramidal y basadas en el miedo y los castigos. El apego a las cosas materiales, y sobretodo carnales, nos liga con fuerza al viejo sistema de cosas. Observe usted esos templos y los ropajes de los oficiantes (esto también viene del Egipto del tiempo de los romanos) ese culto no es algo que enseñe a desarrollar el espíritu personal, el trascendente. Sirve para justo lo contrario, atarlo y reducirlo; pero esto es algo ya bien sabido (supongo)



Especialmente reductiva es la creencia de que “estamos solos en el universo”. Ahí fuera es una puñetera selva, y solo sacan provecho... los cocodrilos del río.



Ustedes pidan muchas cosas a Los Reyes Magos, alguna les llegará.


Aprovechemos el tiempo para aprender de una conciencia alienígena

Aprovechemos el tiempo para aprender de una conciencia alienígena Seguimos a vueltas con el extraño “cometa” que en estos días está entran...