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Actitud correcta


Actitud correcta


Hola mis matriciales amigos, hay mas cambios a la vista, ¿verdad?

Tal vez porque ahora sea un jubilado noto que muchos jóvenes andan desnortados y desanimados.

Tienen que cambiar de actitud.

De ellos depende el ir a mejor o a peor. Repito un vez más: es un problema de conciencia.

¿Le dan más valor a un aparato material o a una virtud inmaterial?



La nobleza, auténtica, no se puede comprar ni subrogar. O se tiene o se carece y se os nota en la cara. No aguantáis la mirada mas de unos segundos.

Como no habéis hecho la mili no os voy a decir eso de: ¡vista al frente!, ¡sacar pecho, cojona!

Os ocultáis bajo la visera de la gorra, tecleáis en el móvil por la calle y vais pisando cagadas de perro sin solución de continuidad. Tenéis que confiar mas en vosotros mismos y procurar hacer mejor las cosas del día a día, así se mejora de año en año.



Y ya no digo nada de los que vienen de madrugada a pintar garabatos en las fachadas de las casas del barrio. Sois escoria.

Estáis vivos por la inabarcable Compasión Divina. Por su gusto por la variedad, incluso ama a los... ornitorrincos.

Cuánto tenemos que aprender.



Que este mundo está en manos de infames es algo que supongo pocos ignoráis, que el sistema imperante es injusto, también. Que no se puede confiar en los medios de comunicación es obvio, y que no “estamos solos” en el universo ya es de cajón. No le den tanta importancia a las tecnologías, a las máquinas, esas cosas, y sí a las amistades; cuando lleguen a mi edad será lo único con lo que podrán contar.



Recuerde al menos esto: la felicidad es algo sólido, de ahí la necesidad de la comida, pero la alegría es ¡líquida!, por ello hay que acompañarla de bebida. Tan solo tome lo necesario, y no se atragante usted. Iremos a mejor, pese a quien pese, escuche a la naturaleza. Mire de noche a las estrellas. Disfrute de la Vida, caramba.



Maduración


Maduración


Hola amigos, sigamos con buena actitud aunque caigan chuzos de punta.

Es tiempo de truchas y perdices, las primeras rellenas de jamón y las segundas confitadas.

Son delicias que nos legaron nuestros mayores para nuestro provecho, y sigamos asando castañas.

Somos animales de costumbres y no deberíamos perder las buenas, que las malas ya se caerán ellas solas.



Pimientos asados..., yo podría estar comiéndolos casi a diario.

Los hombres necesitamos algo picante en nuestras vidas, que el dulzor ya lo tienen las mujeres. ¿No?

¿Qué usted no...?, pues ándele a las... truchas, y con las piernas bien, bien, abiertas.



A este paso no maduramos pues ni comemos ni sorbemos, y con las ansias nos quedamos.

¿Si hoy tuviera usted que comer a plato único qué se haría?

¿Y mañana?, ¿y pasado mañana? En lo que ha tardado usted en escuchar (leer) esto una mujer ya ha pensado el recetario para 15 días. O más.



Ni evolución ni porras, somos diferentes; así es la cosa en sí.

Yo observo, y espero no estar equivocado, que la humanidad está sufriendo un cambio similar al que yo tuve cuando pasé de los pantalones cortos y el pelo a flequillo a los pantalones largos y la raya a un lado. (Después me comenzó a salir bigote, y también a mis amigas; pero eso es ya otra historia)



Es algo progresivo, no de un día para otro, y no todas las comunidades van igual de rápidas.

Hay que ir madurando un poco y dejando atrás muchas cosas.

Ya nos hemos subido a la bicicleta, chachis; ahora toca dar pedales y subir las cuestas que haya por delante, ascender. Eso es la cosa en sí.


Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...