Cambios sin vuelta atrás
Hola amigos, le sigo dando vueltas al asunto, y ya verán lo interesante que es el tema.
Un tema sobre el que insisto desde hace años: la visión que tenemos de este mundo.
Como nos resultan difícil de visualizar los cambios por venir, por razones variadas, siempre pongo el ejemplo el sol.
¡Es que antes era... !
Ya, pero dejo de ser. De aquí en adelante soltará impresionantes tormentas solares e incluso chispazos de radiación X que nos alcanzarán de pleno. Sí y también. El sol está cambiando y nuestro mundo ¡también!. Tenemos que adaptarnos, y a la carrera.
Es necesario adaptarse a los cambios consiguiendo nuevas miradas. Deberemos aprender a utilizar geometrías de orden más elevado; para empezar la 4D.
¿Qué nos podemos encontrar?
Por ejemplo: la visión que tenemos de este mundo gracias a los satélites y las imágenes que nos envían. Tan solo observamos la capa exterior de la Matriz 3D, pura y clara, pero en tres dimensiones y no sabemos hasta qué punto está manipulada. Lo que yo sé es verídico, pero que no hasta qué punto.
La visión que nos muestran del Globo Terráqueo es muy reduccionista, apenas supera en algunas cosas a la de la Bola del Mundo que inventaron los navegantes españoles y portugueses y los catedráticos de la Universidad de Salamanca, hace unos cuantos siglos.
Aplicando tecnología 4D a los observatorios espaciales, como la Estación Espacial Internacional, podríamos tener imágenes más complejas y concretas de como es la superficie del Globo.
Para comenzar nos llamaría mucho la atención el aspecto del Polo Sur, la Antártida, el paraíso helado; el Tapón que evita que toda la energía que entra por el Polo Norte se expulse por allí de nuevo al espacio.
Nos enfriaríamos muy rápidamente... ¡Glaciación!
Otro día les comentaré algo de La Luna, Selene, y de lo artificial que es la visión que tenemos del satélite. No es un satélite “natural”.
Discúlpenme, tengo que subir un poco la calefacción. En Venus no hace tanto frío, tiene un buen tapón.
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