Comics, Doctor Extraño

 



Todo comenzó con Hulk, mis lecturas infantiles, pues se podría decir que aprendí a leer con los tebeos.



Pero para comenzár, ya hablaré de La Masa en otra ocasión, quiero recordar uno de mis personajes favoritos en la adolescencia: Doctor Extraño.

¿Quién era el Doctor Extraño? Un personaje nacido al alimón del guionista Stan Lee y el dibujante Steve Ditko; un tipo raro de narices que movía los dedos haciendo extraños gestos. Una vestimenta ¿oriental? Y que mostraba una extraña cualidad: podía viajar astralmente de un lugar a otro del planeta. Lo hacía sin capa, ¡eh!



Enseguida le aparecen enemigos espantosos: el Barón Mordo y el temible Dormammu. Aventuras místicas a tutiplen. ¿Y te lo querías perder, Jipi?



Al conseguir salir airoso de sus batallas El Anciano, su mentor, le regala un amuleto aún más poderoso y una nueva capa, de color rojo. Cuando, años más tarde, leí a Lobsang Rampa no podía dejar de sonreir con sus charadas astrales y sus hilos de plata.



Steve Ditko abandonó la Editorial Marvel y el personaje fue pasando de un guionista a otro y también por diferentes dibujantes. Casi llegó a desaparecer.



Afortunadamente para el personaje a finales del año 2006 cayó en manos del guionista Brian K. Vaughan y el dibujante Marcos Martín, dándole color al asunto Javier Rodríguez.

Y lo primero a destacar son dos personajes: Wong, su extraordinario mayordomo, y la maravillosa Enfermera de noche.



Enseguida el trío místico tendrá que enfrentarse con la mayor amenaza para nuestra humanidad.



No les cuento cómo es la aventura pero me encantó su final.

Incluso Extraño, el maestro de las artes místicas, necesita amar y ser amado.

Ya les comentaré de otros cómics que tengo por casa.


Atencion Frotadores: ¡Ondas de choque! ¡Ondas de Choque! Libro

 


Atencion Frotadores: ¡Ondas de choque! ¡Ondas de Choque! Es mi primera novela de ciencia ficción publicada en el año 2013. Solo diseñar la portada ya fue toda una aventura.

La idea básica es un viaje estelar pero no a la manera de yankis o ruskis, los maestros en este campo, sino a la mía propia. Eso sí haciendo homenaje a tantos cuantos he leído desde Julio Verne para a acá.



La historia comienza a la manera de un programa de televisión tipo "gran hermano", lo que hace que los protagonistas no se crean lo de estar realizando un viaje espacial hasta que... pasan y dejan atrás Júpiter, y después se largan del Sistema Solar superando, ampliamente la "velocidad de la luz", con destino a Sirio en una pequeña nave de forma esférica.



Once años después de escribirla, la verdad es que tan solo diseñar la nave fue una gozada, admito que estaba en la alta edad media, o más atrás, de la navegación estelar, pero me parecieron injustas las críticas que recibí en ciertos clubs de lectores de ciencia ficción.

La primera y más chusca es que, es que... ¡no se puede igualar y superar la "velocidad de la luz"!

Que lo dijo no sé quién hace no sé cuanto.

Pues claro que se puede superar, y las veces que haga falta, a no ser que seas un neutrón y no tengas mayor capacidad de cálculo.

Reconozco, en el día de la fecha, que yo también me equivoqué al hacer los cálculos. La celeridad de la radiación luminosa que desprenden las estrellas es muy superior a esos dichosos 300,000 k / segundo. En aquellos días lo ignoraba, y que las estrellas cercanas están ¡mucho más cerca de lo que nos dicen los "expertos"!

Cuando lo descubrí, escribiendo Nunca llegarás a Aldebarán 38048, ya me resultó casi imposible reescribir esta novela; tenía que cambiar capítulos enteros y el viaje habría sido mucho más corto.

Es una novela, con mucho sentido del humor y amor, del mío, y es para disfrutar con su lectura.



Recibí críticas dañinas, cuando intentaba promocionar mi libro en los círculos de la ciencia ficción española, porque la nave recibe unas tremendas Ondas de Choque en su camino hacia las estrellas de Sirio.

Que el espacio está vacío, que no pueden existir ese tipo de ondas... Lo más suave que me llamaron fue... tonto al cubo.

En el año 2016 anunciaron la detección de Ondas de Gravedad en el Observatorio LIGO. Y al año siguiente les dieron el Premio Nobel a sus descubridores.

Vuelvo al grupo de Ciencia Ficción pidiendo explicaciones: ¡que ya...! Que es que había un "papel" de Einstein donde daba a entender que... podría ser que... ¿Y dónde estaba ese "papel" de don Alberto en 2013? Cuando yo les pedí que me ayudaran a promocionar mi novela...



Otra crítica sangrante: nunca podrían existir las Inteligencias Artificiales, y mucho menos basadas en los Computadores Cuánticos.

Ignoraban mis críticos los trabajos, ya por entonces sobresalientes, del investigador Juan Ignacio Cirac. Discutir con ignorantes da muy malos resultados.

Por las circunstancias de la aventura nacen dos I. A. ¡dos! y como el estado de protagonistas es muy lamentable tendrán que crecer y aprender a su manera; serán completamente autónomas. Les observan y ven cómo se acarician, así les nombrarán como: Frotadores.



Siguiente crítica: no pueden existir planetas similares a este en la galaxia, habitables.

Pues no tendrán chuladas superlativas como la Resonancia Schumann, o los Campos Electromagnéticos Van Allen pero si tienen agua ¡serán habitables! Y te podrás lavar la... lengua, víbora.

Le puse Aurora al planeta en homenaje a mi esposa. I. Asimov ya había hecho algo similar hace muchos años.



Recuerden esto: la novela fue publicada en el año 2013.

Bien. Repito:



En el año 2015 detectaron por primera vez, con el observatorio LIGO, las ondas gravitatorias; anunciaron el descubrimiento en 2016, les dieron ¡el Premio Nobel! en el 2017.

Vacíos están vuestros cráneos, amiguetes.

Es algo desesperante encontrar gente así, en el siglo XXI, pero aún así seguí escribiendo y publicando libros. Eso sí me pasé a la Fantasía, pues reconocí que ignoraba muchas cosas de lo que se cuece por ahí fuera, en el territorio de nuestras amigas las estrellas.

Disfrute con su lectura, esa fue la idea principal al escribirlo.



El Senderin, boletin Nº 46, octubre 2022

 


El Senderín es el boletín, en modo revista, de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de León, "Pulchra Leonina".

Admiren su portada, la fotografía es de JOMARDI.


La editorial, haciendo repaso de cómo ha sido el verano y las actividades llevadas a cabo por la Asociación y sus asociados.


De las actividades reseño varias etapas por el Camino del Norte a Compostela, entre La Franca y Cuerres. Espectaculares los paisajes visitados.


No podía faltar la celebración del Día de Santiago con misa y vino español en el monasterio y colegio de Las Carbajalas.



En la sección dedicada a los Hospitaleros Voluntarios este mes toca un estupendo relato firmado por Manuel Oliva titulado: La noche en que todos sintieron la magia del Camino.



Y para concluir la crónica mensual de Ángel Herranz, De mis lecturas emocionales: Adiós al ángel de la guarda. Tienen mucho trabajo hoy día con tantos malosos como vuelan sobre nosotros.

En esta dirección pueden consultar todos los números de El Senderín y las actividades de nuestra asociación. Yo soy de los que va andando por la carretera.

https://caminosantiagoleon.es/

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