Novedades
Es posible que en el mes de octubre se instale en el jardín que hay delante del
albergue de Grañón, el busto de José Ignacio Díaz. Esta escultura ha sido promovida
por una asociación “In Memoriam José Ignacio Díaz”, con la participación de la
Federación Española, y por tanto también de Hospitaleros Voluntarios. Todos los gastos
del busto han sido recaudados, gracias a aportaciones voluntarias de asociaciones,
instituciones y particulares, promovidas por dicha asociación In Memoriam. Hospitaleros
Voluntarios estará presente en dicho acto para dar sentido homenaje a nuestro
fundador. Estad atentos a la web de la federación www.caminosantiago.org en la que
se anunciará el día y hora de dicho acto.
Hemos recibido el Premio “Herman Künig a la Hospitalidad”, este reconocimiento
lo otorga la asociación El Camino de Künig, en su primera edición. Además del diploma
acreditativo, el premio va acompañado de una placa de terracota, que se entregará a
mediados de octubre en la ciudad de León. Hospitaleros Voluntarios, agradece este
reconocimiento.
El verano está casi terminado, lo que siempre ha sido la temporada alta de la
peregrinación, ahora también lo es el otoño. Los meses de septiembre y octubre son de
tanta cantidad de caminantes como sus predecesores julio y agosto. No bajemos la
guardia, seguimos teniendo mucho que hacer y trabajar en la hospitalidad. Todas las
manos son necesarias.
Una Colaboración
Deo gratias ago
Doy gracias a Dios porque me permitió vivir aquella época del Camino.
Y no es
que cualquier tiempo pasado fue mejor. No, cualquier tiempo pasado sólo fue anterior.
Aunque sí, diferente al actual.
VOLUNTARIOS
Corría la última década del siglo pasado (que lejos suena) y decidí hacer, a
principios del agosto, el Camino desde Lourdes y pasar a España por el Somport, en el
Camino Francés por Aragón.
Y sí, eran otros tiempos para todo: tres autobuses, un tren
y… ya estaba en mi destino, Lourdes. Día de descanso con visita al Santuario.
Vamos a caminar. La primera etapa la planifiqué hasta la localidad de Bruges.
Todavía era joven y me permitía prevenir etapas de unos 30 Km o algo más. El Camino
nunca decepciona, cada uno de ellos siempre es diferente. Ni que decir tiene que era el
único peregrino, en las etapas de Francia, claro. A mitad del recorrido visité el santuario
de Bétharram, sello la credencial en la Iglesia y recuerdo la subida al Calvario, un tramo
del Camino en el que cada estación no es un retablo sino una capilla completa. Me
encantó.
Llegado a mi destino, Bruges, a una hora prudencial, tomando un refrigerio me
informan de que el albergue (Gite d’etape se llaman allí) me informan, decía, de que
está cerrado. Ha habido un problema y está cerrado por reparación.
Pregunto entonces dónde puedo encontrar al cura del pueblo, pero no hay, viene
de otra localidad, oficia la misa y se vuelve a ir. - - -
Y el Alcalde, ¿dónde lo puedo localizar?
¡¡¿El Alcalde?!! Me contestan algo extrañados.
Sí, quiero hablar con él para buscar una solución. Estoy seguro que me
ayudará.
Hablan un poco entre ellos y la señora me indica: - - -
No se preocupe. Siga caminando un poco más, hasta el siguiente núcleo
urbano, Mifaget, a unos 3 km, y allí pregunte por Madame Lourdon.
No tiene pérdida (me dice el más joven) es la casa que distribuye las
bombonas de gas butano.
Ella le ayudará (afirma la señora)
Eché mano de mi guía, en papel, claro, en esa época… ni internet ni nada, y vi
que Mifaget era prácticamente una pedanía, muy cercana y sin ningún servicio, pero ni
uno sólo, ni tienda, ni bar, ni… nada.
Y no es que desconfíe de la protección del Santo. Hasta ahora el Santi nunca me
ha fallado… pero, por si acaso… me acerqué a una tienda antes de salir de Bruges y
compré algunos comestibles. ¡¡Mira que si el Santo está ocupado en cosas más
urgentes y se le olvida que tengo que cenar...!!
Por si acaso, ya está solucionado.
Siempre es bueno tener un plan B. Y con la alforja (mochila) ya provista de vituallas me
encamino hacia Mifaget.
Efectivamente, la casa que buscaba era inconfundible, no tuve ni que preguntar
por ella. Las botellas de butano en el patio delantero la identificaban.
Madame Lourdon fue muy amable y, excepto dejarme entrar en su casa, lo cual
entiendo pues yo no era más que un desconocido, asumió la situación inmediatamente.
Entró en su casa, cogió unas llaves y me acompañó hasta la Iglesia.
En un lateral de la
misma había una pequeña sala, el local social del pueblo, con una mesa, estanterías,
una cama… importante, una pequeña cama, posiblemente para urgencias como la mía.
Lo que no tenía era una ducha, pero eso era un mal menor pues, despedido y
agradecido de la señora, con unos pantalones cortos, ligeros, me dirigí a la plaza. Había
visto una fuente con pilón y, sin vergüenza alguna, me lavé y prácticamente duché. Dan
fe de ello tanto la cantidad de agua que cayó fuera del estanque como los tres chavales
que jugaban a la pelota al lado de la fuente y que, con todo respeto pero con curiosidad,
me miraban de reojo. Igual no habían visto a muchos peregrinos.
De regreso a la sala de la Iglesia me esperaba Monsieur León, un profesor
jubilado, quien me invitó a visitar la Iglesia por dentro, tenía la llave. Y tuve una visita
guiada personalizada.
Recuerdo la cripta sobre todo.
Y, de regreso am la sala donde dormiría. ¡¡SORPRESA!! Y que sorpresa: la mesa
estaba llena de comida. Se había corrido la voz de que dormía un peregrino y de cada
casa habían traído cada uno lo que había considerado conveniente. Incluso tenía leche,
galletas y un termo con café para el desayuno del día siguiente. ¡¡Y yo desconfiando de
la protección del Santi!! Hubiésemos podido cenar ocho peregrinos.
Nunca olvidaré Mifaget.
Eran otros tiempos, otros Caminos.
Guardadme un secreto: por eso, cuando Manuel nos ofrece como hospitaleros ir
a Arrés o a Grañón, aunque no le digamos nada, nuestro corazón sonríe. Seguro que
hay otros albergues similares, pero en estos dos es donde recupero un soplo de esa
hospitalidad de antaño, de esos desconocidos de Mifaget que se volcaron en ayudar a
un desconocido, a un peregrino al que ni siquiera vieron, pues dejaron la comida y se
fueron sin esperarme, sin ni siquiera esperar un “gracias”.
No les hacía falta.
Por eso tampoco necesitamos las “gracias” de ese peregrino que llega a Arrés, en
pleno verano, con un sol de justicia, con los últimos 3 km de subida… y, en los últimos
metros del Camino, de repente, nos ve esperándole a la puerta del albergue, con una
gran jarra de agua fresca con limón. Su sonrisa nos basta.
Por eso doy gracias, porque pude vivir aquellos Caminos.
Convocatorias
Encuentro anual de Hospitaleros voluntarios 2025.
El encuentro tendrá lugar en Salamanca, Hospedería Dehon (Padres Reparadores) en
los días 5, 6, 7 y 8 de diciembre, comenzando el día 5 en la tarde antes de cenar, y
terminando la reunión el día 8 después del comer.
Para alojarnos, contamos con 127 plazas en diferentes habitaciones compartidas
(dobles y triples) todas camas bajas.
Este año, el precio por persona para asistir es aproximadamente de 230€, para el
alojamiento con pensión completa, tres desayunos, tres comidas y tres cenas, más los
otros gastos que se deriven del encuentro.
Informaremos del modo de pago de esta cantidad, así como del resto de la información,
horario, actividades, etc., a los hospitaleros que se inscriban, y que les llegará
directamente por email y fuera del Boletín de Hospitaleros.
Como en otros años, este es el criterio para asistir:
- 1. Hospitaleros novatos que lo hayan sido en 2025. - 2. Hospitaleros veteranos que lo hayan sido en 2025. - 3. Hospitaleros veteranos que no lo hayan sido en 2025.
Tanto los hospitaleros novatos, como los veteranos ya pueden ir solicitando plaza para
asistir al encuentro desde el momento en que lean este boletín.
Los hospitaleros novatos tienen como fecha límite el día 26 de octubre (domingo) para
tener plaza confirmada directamente, por su calidad de nuevos hospitaleros; después
del día 26, los nuevos hospitaleros que soliciten plaza quedarán en lista de espera si ya
se hubiera alcanzado el número límite para entonces.
Se confirmará su plaza a vuelta de email.
Los hospitaleros veteranos ya pueden ir solicitando plaza desde el momento en que lean
este boletín, aunque tendrán que esperar hasta el 27 de octubre (lunes) para que se
les confirme su solicitud, y a partir de esa fecha, los veteranos que soliciten asistir
entrarán en lista de espera si es que se ha llegado entonces al número límite.
Se enviará un email a cada veterano confirmando su inscripción.
En cualquiera de los casos, la fecha límite de inscripción, si aún quedan plazas, será el
(lunes) 24 de noviembre.
El resto de la información con el contenido del encuentro se enviará a primeros de
noviembre a los hospitaleros que vayan a participar, no será a través del Boletín de
Hospitaleros.
Se solicitará plaza a través del email manuelhosvol@caminosantiago.org
Es importante que en el campo asunto de vuestros emails aparezca vuestro nombre y
apellido, por ejemplo: Carmen García quiere asistir al Encuentro en Salamanca. Estas
simples acciones nos facilitan mucho el trabajo.
Gracias.
In Memorian
Nos ha llegado la triste noticia del fallecimiento tras una larga enfermedad, de
Concepción Abad Tundidor, hospitalera soriana. Pedimos una oración por su alma, que
el señor Santiago le acompañe en su última etapa.