Camino de Santiago 2.010. Con la Virgen de Rocamadour, desde Mansilla de las Mulas hasta León

 


Continuamos con la Virgen de Rocamadour, un domingo esplendoroso. Era el 21 de octubre de 2.010, y salimos bien temprano de Mansilla de las Mulas para llevar la imagen hasta la ciudad de León.


Como estaba fresquito se caminaba muy bien y pasamos raudos por Villamoros de Mansilla.



Llegamos al Puente de Villarente. Por entonces no había pasarela para los peregrinos, así que me concedieron el honor de pasar yo la imagen hasta el pueblo.



Paramos en El Mesón a desayunar y reponer fuerzas, lo principal era buscar un lugar donde la talla estuviera segura pues llenamos el local en pocos minutos. 



Subí la mochila hasta la plaza del Peregrino de Arcahueja, donde hicimos una breve parada.



Al llegar al polígono industrial de Valdelafuente nos estaba esperando un equipo especial de Protección Civil para acompañarnos en el paso por la Pasarela de Peregrinos que habían inaugurado unas semanas antes.



Con Baudilio al mando bajamos al Puente Castro y nos guio hasta la también novedosa pasarela sobre el río Torío. 


Nuevos relevos y nos acercamos a la ciudad de León.




Sería Nabor el encargado de llevar la escultura hasta el Albergue de las Carbajalas, donde quedarían refugiados este día los peregrinos de Rocamadour.



Excelente acogida en el albergue por las monjas benedictinas, a las que llamamos familiarmente las Carbajalas.




La talla finalmente quedaría custodiada hasta el día siguiente en la iglesia de Las Carbajalas, donde la despedimos con cánticos peregrinos. 


Palabra escrita y Palabra hablada


Palabra escrita y palabra hablada


¿Está la escritura en decadencia? No lo parece pues actualmente se escribe y publica más que en ninguna otra época de la humanidad, en cientos de idiomas. Otro asunto es la calidad de lo publicado.

La lengua española lleva unas décadas siendo infiltrada por términos de la inglesa; de un inglés... para ingenieros, con muchos términos técnicos y de tecnologías de vanguardia, que son pasados al español con liberalidad, sin hacer la traducción debida. Como tableta, güifi, güoque, y tantos y tantos otros.

En España se habla cada año peor y se escribe mucho, pero con los... teléfonos, a todas horas. Algunos podrían escribir novelas con tantos mensajes como publican cada día.

¿Se está degradando el lenguaje con el continuo uso de esta tecnología?

Si usted está hablando en plata sus silencios serán de oro.



Yo observo que se está imponiendo el uso de la imagen, vídeos cortos y para entretenimiento. Mensajes simples y simplistas que se propagan como virus maléficos por las redes sociales.

Con la mejora de los traductores en línea cualquier publicación digital puede llegar a cualquier lugar del planeta y entenderla en el lenguaje de esa zona.

Además tenemos la presencia cada día mayor de las I.A., produciendo relatos como churros que después pasan a vídeo, y asombrosos audiovisuales cada vez más realistas. Los autores les dan una imagen o texto y ellas elaboran una “película”, estupenda, pero sin actores humanos; ya no necesitan apenas escritores ni actores, incluso la música es creada por esas máquinas prodigiosas, para alimentar el ansia por consumir cada día algo nuevo que tenemos los terrícolas.



Existe un habla, un modo especial, que está siendo olvidada, como tantas otras cosas: hablar con la voz callada, que no es como el sottovoce italiano, por lo “bajini”. Las palabras no salen de la garganta pero le llegan a quien se las lanzas. Se utilizaba este modo sobre todo para las maldiciones, y es una pena pues eso nos viene del mal pensar. Se puede hacer mucho bien, mirando a quien, con esta voz callada pues del bien pensar nos sale el bien decir (bendecir) y esto es lo que más necesitamos en estos días.



Hay otro tipo de lenguaje, el mental, pero es aún menos utilizado pues en este mundo hay muy pocos telépatas (que yo sepa) Se tiene que formar un Cuerpo Mental, un yo mental que se pueda separar del cuerpo carnal; así podrá usted comunicarse fácilmente con otros yo, personas con cuerpo mental, hombres y mujeres, utilizando la lengua mental, que es la misma en todo el mundo. Se entenderá usted con cualquier persona de no importa qué rincón del planeta o etnia, e incluso con “visitantes” bien intencionados.



¿Existe un lenguaje universal? Pues no, no en el sentido que le damos a los idiomas; hay miles y miles de lenguas diferenciadas de una infinidad de razas estelares, hay mucha variedad ahí fuera, pero existe un acceso a nuestro alcance (no es un truco del almendruco) La Conciencia.

No la humana, la de andar por casa, si no la Divina; si contacta, conecta usted, con Ella le hará de traductora. Y no habrá ser mineral, vegetal, animal o etéreo con el que no pueda usted comunicarse. Tal vez sea mediante imágenes en movimiento, como pequeños vídeos de algunos segundos, pero comunicación al fin y al cabo; una fémina de cualquier mundo puede saber en unos segundos como es usted y de qué va por la vida. (Bueno, eso también lo hacen las de aquí, pero se lo callan)

Todo en el universo es Conciencia: las estrellas, los planetas, las razas, cualquier cosa o ser que usted sea capaz de imaginar tiene conciencia individualizada y a través de la Divina es posible una comunicación fácil, directa, ¡instantánea! Sin límites.

Aunque sea un dragón, puede tener conversación (pero son de pocas palabras y se caldean enseguida, les aviso)



Yo, como Carolo cuando reinaba, con Dios hablo en español, me entiende a la perfección, ¡y me echa unas broncas de Padre y Señor mío!

El buen padre de sus hijos cuida en no importa qué situación. Y a mi entender no hay mejor idioma en este mundo, a excepción del Aimara, que el español; sencillamente está muchos niveles por encima de cualquier otro, la pena es que casi nadie se da cuenta.


Las chica del vídeo y las fotos no son reales, han sido generadas por una I.A.


Censura


Censura


Censura casi siempre la ha habido, durante miles de años, ahora y los tiempos de los romanos.

Ese estar en una taberna de palique con los amigos, hablando de cualquier tema de actualidad, y que uno te haga callar: ¡que no sabes quien puede estar escuchando!

Y tú miras a un lado y otro y... ¿no serán las hadas, verdad? Porque aquí solo estamos nosotros.

Pero te callas o cambias de conversación, y apagas el teléfono. Por si...

Esto ya funcionaba en los tiempos de Calígula y no salimos de este plan de vida, el miedo sigue presente, rodeando implacable al género humano.



En mi ya longeva vida he comprado y acumulado tantas cosas que ya no uso ni usaré...

Nos enseñaron a ser así, buenos ciudadanos consumistas; lo hacíamos convencidos, sin pensar que hubiese un trasfondo tras cada adquisición. Siempre estamos mirando a los actores y actrices, nunca se nos ocurre mirar qué hay detrás del telón.

Música enlatada, cientos de discos, equipos especiales para escucharla. Cámaras de fotos, analógicas y después digitales, miles de fotos y diapositivas habrá por casa. Equipación para la montaña, ¡uff! Y ahora no puedo salir al monte por problemas de salud; me sobran cuatro mochilas, botas, bastones, un poco de todo, sobre todo ropa especial para el monte.



La censura es una estupenda arma para el Control Mental. Cuando uno mismo se autocensura ya te tienen ganada media partida, ¡pero quedan piezas en el tablero de ajedrez! Hay que ser fino con lo que se publica en estos años procelosos para no verse envuelto con problemas legales.

Bien mirado esto es algo que te anima a librarte de muchas cosas, de las que guardas en el trastero, pensamientos insanos, maledicencias, y buscar el modo y manera de no parecerte a los censores.



Pensar libremente y ser cuidadoso al publicar es el consejo que me dio un escritor profesional, leonés, hace unos 12 años. Mejor callar que no publicar para complacer a majaderos escondidos en perfiles de conveniencia, que cambian cada poco. Pobres de espíritu. Yo tengo días que me ofusco y los amigos me tienen que llamar la atención sobre algún asunto que he comentado; especialmente si hablo de los “visitantes”.

¿Censura? No, es que las... hadas nos están escuchando cuando hablamos sin pensar.


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