Censura


Censura


Censura casi siempre la ha habido, durante miles de años, ahora y los tiempos de los romanos.

Ese estar en una taberna de palique con los amigos, hablando de cualquier tema de actualidad, y que uno te haga callar: ¡que no sabes quien puede estar escuchando!

Y tú miras a un lado y otro y... ¿no serán las hadas, verdad? Porque aquí solo estamos nosotros.

Pero te callas o cambias de conversación, y apagas el teléfono. Por si...

Esto ya funcionaba en los tiempos de Calígula y no salimos de este plan de vida, el miedo sigue presente, rodeando implacable al género humano.



En mi ya longeva vida he comprado y acumulado tantas cosas que ya no uso ni usaré...

Nos enseñaron a ser así, buenos ciudadanos consumistas; lo hacíamos convencidos, sin pensar que hubiese un trasfondo tras cada adquisición. Siempre estamos mirando a los actores y actrices, nunca se nos ocurre mirar qué hay detrás del telón.

Música enlatada, cientos de discos, equipos especiales para escucharla. Cámaras de fotos, analógicas y después digitales, miles de fotos y diapositivas habrá por casa. Equipación para la montaña, ¡uff! Y ahora no puedo salir al monte por problemas de salud; me sobran cuatro mochilas, botas, bastones, un poco de todo, sobre todo ropa especial para el monte.



La censura es una estupenda arma para el Control Mental. Cuando uno mismo se autocensura ya te tienen ganada media partida, ¡pero quedan piezas en el tablero de ajedrez! Hay que ser fino con lo que se publica en estos años procelosos para no verse envuelto con problemas legales.

Bien mirado esto es algo que te anima a librarte de muchas cosas, de las que guardas en el trastero, pensamientos insanos, maledicencias, y buscar el modo y manera de no parecerte a los censores.



Pensar libremente y ser cuidadoso al publicar es el consejo que me dio un escritor profesional, leonés, hace unos 12 años. Mejor callar que no publicar para complacer a majaderos escondidos en perfiles de conveniencia, que cambian cada poco. Pobres de espíritu. Yo tengo días que me ofusco y los amigos me tienen que llamar la atención sobre algún asunto que he comentado; especialmente si hablo de los “visitantes”.

¿Censura? No, es que las... hadas nos están escuchando cuando hablamos sin pensar.


1 comentario:

  1. Ya lo dicen nuestros mayores , eres dueño de lo que callas y esclavo de lo que dices.

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