Becerro de oro


Becerro de oro


El reciente terremoto en Birmania, hoy mismo, y el anterior con miles de fallecidos, me incita a recordarles que la Matriz 3D está cambiando, y no va a parar de darnos unos buenos meneos. Unas veces serán seismos en tierra o en el mar, otras serán tornados o huracanes, gotas frías, de todo...; y el que siga creyendo que está seguro aferrándose a lo material más pronto o más tarde verá como se "le mueve la silla".



La escasez de espiritualidad de la raza actual es una de las causas de tanto cataclismo sucedido y por suceder.

Mientras se siga adorando al Gran Monedon ocurrirán desastres, uno tras otro. Y después también.

¿Ya nadie recuerda la historia del Becerro de oro? Poco nos pasa para lo que nos merecemos.



Tráfico de armas, de drogas, ¡de niños!

Solo Dios, en su Infinita Misericordia, nos mantiene. Pero tenemos que cambiar, corazones, o nos llevaremos unos castañazos terribles. El terremoto de Birmania se nos olvidará pronto, ¡queda tan lejos! Hasta que no nos sacuda cerca... ¿no reaccionaremos?



Recordar Valencia.

Tan solo los vecinos se ayudaron entre sí. Sí, que los que fueron desde Lugo o Huelva también son vecinos, del mismo pueblo, el pueblo español.

Ya publiqué dos libros: Alba de la Nueva Matriz y Alegre Buscador sobre este tema de las matrices así que no me voy a explayar más. Me resulta cansino.



Recuerde esto: después de la muerte carnal usted, en "modo seco", sigue existiendo y de lo que haya sembrado recogerá. Siembre Amor, y recogerá ciento por uno. Así es Dios, que lo que hayas aprendido eso conservarás.


Adolescencia


Adolescencia


La adolescencia, ¿qué recuerdas de ella?

El querer parecerte a otros, tener ídolos, posters en la pared, estudiar apuntes hasta que se te caían los párpados. Pelis en los cines de sesión contínua y series de televisión. Felix Rodríguez De La Fuente.

Guateques los fines de semana: ¡Eva María se fue buscando el sol en la playa!

Los chicos del barrio, por un lado, las chicas por otro.



Los institutos de enseñanza media eran de educación segregada pero nosotros teníamos profesoras, y algunas eran bastante jóvenes...

Un grupo de amigos fuimos a La Confirmación en la Fe Católica, mas que nada por saber de qué iba eso de que te pintaran una cruz en la frente y besarle el anillo al obispo. Después, con las propinas, nos fuimos al quiosko de Mariano a comprar cómics de La Masa y El Doctor Extraño.

¡Todo comenzó con Hulk!



Cuando me comenzó a salir pelusa debajo de la nariz me hice de la O.J.E., y a salir al monte los fines de semana, ¡orientación! Aprender eso era lo fundamental, pero esto es ya otra historia.

Adolescencia, así veo yo ahora a la humanidad, en ese estado, cambiando de la infancia tenebrosa y llena de tiranos a otra cosa. Si al menos se consigue erradicar todo tipo de dictadura ya iremos por la buena senda. Los abusones, el típico riesgo por el que hay que pasar en esa etapa; es lo que vemos a diario en la política internacional.



También está el problema de la idolatría, propia y ajena, y ¡como no! Las cursiladas, porque...¡anda que no fuimos cursis en aquellos años!

A mí me quitaron la cursilería en la O.J.E., el Círculo de Almogávares, un fin de semana, una noche en el monte, en tienda de campaña, con los lobos aullando bien cerca. Se me puso el cabello tieso, como de escoba, y me fui por la pata abajo.



Volví a casa transformado, ¿un salto cuántico?

Pero le tuve que pedir a mi padre que me enseñara a afeitarme el bigote sin cortarme.

La humildad es buena señal a esas edades y la sobervia pérfida enemiga.

Poco después descubrí las montañas de Babia y los Picos de Europa, y que con ellas pocas tonterías.



Entraba ya en otra etapa: la juventud, pasar de Cadete a Guía; ya no me subiría a los árboles a llenar un cestito con moras, no, ahora tocaría andar detrás de ... las morenitas.

¡Qué bello futuro les espera a los chavales, verdad? Yo no puedo negar que soy un chico muy material, de los de al pan pan, y al vino vino. Pero nunca olviden: que no solo de pan vive el hombre...


Dulcinea morenita


Dulcinea morenita


Estepas resecas y ciudades contaminadas, ¿a quién beneficia?

A quienes se quejan de que llueva teniendo asegurado el llenado de sus piscinas.

¿Porqué cambian la hora pero no el calendario? ¿A quien beneficia? A los mismos de las piscinas.

¡Es por el precio de la luz...!


Luz somos nosotros y nacemos tras un fogonazo, nuestro personal Big Bang; el mío fue hace más de 66 años. Somos seres luminosos, espesamente materiales, húmedos; excepto cuando dormimos que entonces “el seco” se nos va de... picos pardos.

Algunos eruditos sostienen que La Realidad Material es ilusoria, holográfica, podría ser...

¡pero anda tú que la Inmaterial!

¿Quien no ha tenido sueños escabrosos? Lujuriosos incluso. Vamos, que bien pensado La Luz da para mucho, como La Literatura. Les paso un cuento:


Había una mesa libre lejos de las cámaras de vigilancia, sus negros ojazos barrían como focos infrarrojos el local.

¿Menú peregrino?

Me senté y pedí amor, me puso callos y almejas al vino blanco. Que ninguna se lo tome como algo personal, no estaban mal. Su compañera quiso arreglar el desaguisado y me sirvió tarta de almendra borracha, muy borracha. Bien, bueno, me la zampé porque ya me daba todo igual.

¿Le hago la cuenta?

¡Si yo les contara lo que hago!



Ya no quedan Dulcineas y yo sigo siendo un extravagante sin éxito material.

Los mesones y abacerías actuales, de pueblo, ya no están bajo la advocación, no muestran imágenes, de San Daniel, profeta. Hace años yo me sentía en ellos como en casa, solo tenía que mirar las estampitas de mi tocayo y sentirme rodeado por los míos, aunque rugieran.



A partir de ahora tendré que llevar en la cartera una imagen de la virgen de santa marta cuando ande de pueblos. Y en el bolso muchos Ronchitos, caramelos exquisitos, para endulzar dulcineas, y además insistirles bastante en lo bien que les quedan las pelucas, e incluso el mandil sobre su ropa colorista, y no asombrarme de que lleven más oro en muñecas y dedos y pendientes que la princesa de Dinamarca en su corona.

Son chicas materialistas, morenitas, que prefieren los valores... tangibles. Ya no quedan Dulcineas como las de antes.


Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...