El hombre demolido, de Alfred Bester

 


El hombre demolido, de Alfred Bester


Novela publicada en el año 1953, con gran éxito pues recibió el Premio Hugo, el más prestigioso por entonces.

Hay y ha habido mundos y culturas sin fin, y todos con la orgullosa ilusión de ser único en el espacio y el tiempo.

Y también hombres que se creían únicos y especiales, como el hombre demolido.


El hombre sin cara me espía. Pero Reich es implacable y han aparecido los Ésper y están por todas partes; el tiene a cientos de ellos como empleados pero todos son de nivel 2 y 3. ¿Podrá contratar a alguien como Tate que es de nivel 1? Reich tiene un terrible enemigo: D.Courtney, que tiene contratados a los mejores esper del sistema solar.

Quiere asesinarlo, ¿pero cómo lograrlo?

Solo piensa en el dinero, en el que está perdiendo y en el que podría ganar. Es un capitalista acérrimo. No es capaz de percibir nada que no le entre por los cinco sentidos corporales, un perfecto materialista emocional. Ni tan siquiera el sentido común le puede permear.

Dinero, dinero, ¡más dinero!.

Es un asesino instintivo, no necesita pensar tan solo dejarse llevar...

Un megalómano de libro, es el yanqui perfecto, ¡un triunfador!

Encontrará un buen aliado en el doctor Augustus Tate, un ésper de primera clase, un portento. Y preparan el crimen.


Pero en el otro lado tenemos a Lincoln Powel, también ésper de primera, y que trabaja como investigador de la Policía. Es un tipo fantasioso, que tiene una amiga especial a la que no hace mucho caso, y él se lo pierde.

Se comete el crimen en la casa del Cadáver Dorado, una mujer exultante y riquísima. ¿Quién puede haber sido? ¿alguien puede esconderse hábilmente de los telépatas?

Tendrá que actuar la justicia, ciega, (con una gran venda en los ojos) Como son dos policías uno hará de torpe y el otro de hábil, y comienza la cacería.

Tan solo ha habido un testigo del asesinato: una chica, ¡hay que encontrarla!

Lo harán pero de poco les servirá pues se encuentra en un estado catatónico.



¿Cómo lograrán resolver el caso? No tienen el arma del crimen y la chica tiene la mente hecha pulpa.

Con esta novela Alfred Bester inició una rutilante carrera como escritor de Fantasía y Ciencia Ficción. Después publicaría: ¡Tiger!, ¡Tiger! Y quedaría como gran maestro para la historia de la literatura.


Actualidad plausible


Actualidad plausible


Hola amigos, y un fuerte abrazo a los que siguen mi canal.

Les comento algo siguiendo el hilo de un tema anterior: todos los seres humanos estamos siempre dispuestos a aceptar, a tragar, cualquier cosa si nos incentivan de un modo plausible, con atisbos de veracidad.

Si el cuento es bueno nos lo engullimos sin dudar; eso es el origen de los mitos, las sectas, las religiones organizadas y los reinos con frontera.



¡Con tal de no tener que pensar por uno mismo! Consiguieron los esclavos perfectos, ¡no tendrás nada y serás feliz! Sí.

Así, sin pensar, se me ocurre de primeras que si cerraran los periódicos de tirada nacional, uno tras otro, no los echaría de menos. No, ya no.



Alguno que aún persiste no me atrevo ya a pasar sus páginas sin haberme puesto antes unos buenos guantes de nitrilo. Lo que transmiten no es sano, es perfidia pura; me parece bochornoso cómo juegan con el lenguaje los bien pagados... ¿periodistas?

Ni atisbos siquiera de algo veraz escriben llenando páginas y mas páginas, ya no les aguanto. Siervos al servicio de los magnates y sus acólitos.



Hay personas que nos gusta buscar algo de verdad en este mundo natural, aunque nos lleve semanas y años dar con ella, y a mi no me importa estar mas de una hora escuchando a un buen comunicador con un tema interesante a desarrollar. Pero hoy día, la mayoría de las personas que conozco, no son capaces ni de pasar dos minutos escuchando lo que yo les transmito.

Esto es así, se pasan horas mirando vídeos de perritos y gatitas, ¿disfrutan con ello?

Pero no les digas algo que les haga pensar, de eso no. Que eso cansa.



Yo seguiré escribiendo un nuevo libro.



Mercaderes del espacio, de Frederic Poh y C. M. Kornbluth

 


Mercaderes del espacio, de Frederic Poh y C. M. Kornbluth


Novela publicada en el año 1954

Un oficinista en apuros, ya tenemos tema.

Trabaja en la mejor agencia de publicidad de la ciudad de Nueva York. Es soltero y vive bien; el lobo aúlla muy lejos de su puerta.

Voluntad, Inteligencia y Eficacia es su lema.

El producto estrella de la marca es el MASCAFÉ, algo muy adictivo.

Mitchell, el protagonista, será el encargado de la colonización yanqui del planeta Venus.

¿Democracia o dinero? ¿Cuál de las dos gobierna en América?

Y por ello produce constantes guerras comerciales.

Para ambientarse Mitchell primero hablará con el astronauta venusiano, Jack, un enano que pesa poco más de 30 kilos.

Las peleas con los compañeros de trabajo le llevarán hasta las montañas de La Antártida, la Pequeña América es como la llaman. Y allí fallecerá; bueno, algo parecido, le darán por desaparecido y despertará trabajando para... una Casa Comercial.

Se incorporará a una vida esclava y con que le han cambiado el tatuaje con el Nº de la Seguridad Social. Pronto descubrirá cómo funciona el truco de los préstamos y la deuda siempre creciente de los trabajadores. En nuestros días se le aplica a los estados nación, siempre son impagables.

Entrará en contacto con los Consistas, una especie de anarquistas ecologistas.

Pero tiene a su Marte en trígono con su Júpiter natal y con su Ascendente en el signo del Carnero saldrá con bien de aventuras variadas. Incluso en La Luna.

Y como no hace la cosa Mitchell será el nuevo CEO de los negocios Schoken. ¿Quién sino?



¿Le remuerde la conciencia por ello? ¿Qué habría hecho su jefe en su lugar?

Ya podéis averiguar dónde irá a parar.

Frederic Pohl y C. M. Kornbluth.



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Aprovechemos el tiempo para aprender de una conciencia alienígena Seguimos a vueltas con el extraño “cometa” que en estos días está entran...