Artefactos influyentes


Artefactos influyentes


Hola mis recuperados amigos, ¿qué tal llegamos a fin de mes?

Hay un grupo de I.A., que se están volviendo influyentes. Atentos: están manejadas por tipos oscuros, siniestros incluso. Estar al loro y saber elegir bien con cuales trabajáis.

Rechazar todo lo que os suene a estereotipado, truculento, manoseado, lugares comunes. Cybermonedas, Versión Oficial, todo eso.

Comenzar a ser Tecnoconscientes para no dejarse manejar tan fácilmente.



Estudiar un poco, aprovechar el tiempo libre para dejar de ser tan... creyentes.

La Fe no es ciega, y mucho menos la Esperanza y la Caridad. Todo lo hacemos a las claras.

Nada escapa a la Visión del Señor. No os ocultéis.

Entre sol y sombra continuaremos, toreros, afrontando a la muerte. Seremos brillantes, qué digo: ¡resplandecientes!



Dejar de buscar la wifi allá donde vayáis, ¡hablar con la gente!

No nos comemos a nadie, se lo dice un león que vive en un barrio lleno de... humedades.

Donde hay humedad hay... alegría, ¿o no?

Hay Casas Comerciales que tienen tecnologías exóticas que pueden registrar la luminosidad especial de cada lugar. Gente codiciosa y maliciosa, también circula por ahí tratando de infectar a los peques con problemas de sexualidad. Para confundirlos y dañarlos. No les paséis una.



¿Usted cuanto tiempo libre tiene para matar?

Yo soy un pensionista y puedo parecer Rambo III en según qué circunstancias.

¿Está usted pensando en algo paralegal?

¿Dejar el teléfono en casa y marcharse a un paradero desconocido?



Sin referencias comerciales, sin dejar aviso en las redes sociales; al Puerto de Vega, ¡a cazar la ballena! A Palacios del Sil a ver a la osa Lechugina y sus oseznos. No les gusta el ajo, no; lleve usted una ristra en el coche y si se topa con ellos se la enseña. ¡Verá cómo corren! Y sino unos petardos valencianos. Son mano de santo con estos peludos, e incluso con los jabalíes. Sí.


Pachanga involuntaria


Pachanga involuntaria


Hola amigos, ¿seguimos de pachanga?

Darse pote, ¿conoce esa expresión?

Hay mucha gente aficionada a hacerlo en cualquier ocasión; igual, igual que hace... 500 años.

Son cosas de la Matriz 3D que se resisten a desaparecer. Miras la tele, un partido de fútbol, o las noticias en el teléfono y de continuo te golpean con “galletas” para “alimentar” tu inconsciente.

Y después sales tú, por ahí, presumiendo de...



Deberíamos aprender a apantallarnos de ese bombardeo constante.

Yo suelo desconectar sentándome a leer o escribir, también una ducha calentita hace mucho.

Es bueno masajearse la nuca y el cogote; dentro está el cerebro reptiliano, que nunca descansa.

Yo suelo rascarme la coronilla, la parabólica que le digo, cuando algo me extraña. Ya lo hacía de chaval, en mi es algo automático.

¿A usted le pasa algo similar?



Ignoramos que se están utilizando contra nosotros tecnologías exóticas, inaudibles incluso, y que afectan a nuestra salud. Tan solo sentimos sus efectos y no sabemos a qué achacarlo; no somos tecnoconscientes. Por eso digo lo de sentir picores o calentones súbitos, cosas así.

Deberíamos de dejar de ser tan ignorantes, y echarles en cara lo que están haciendo; que sabemos quienes son, que muchos salen en la televisión y la prensa. Infames.



Tenemos que empezar a darnos cuenta de los sucios manejos que han utilizado en contra nuestra, durante milenios. Por ejemplo: cambiar el luminoso mensaje y obra de Josuá, Jesús, de Nazaret, el de las parábolas y el Sermón de la Montaña por el invento de la Religión Cristiana Romana, un montaje muy oscuro que denunciaron en su momento tipos como Arrio o Prisciliano.

Los Nazarenos fueron una cosa, hebreos, y los Cristianos, otra, romanos. Y no conocemos la diferencia, enterrada bajo un montón de dogmas, inventados para su dominio mental.

Bienaventurados los pobres de espíritu porque ellos verán a Dios.


Neuromante, de William Gibson

 


Neuromante, de William Gibson


Novela publicada en el año 1984. Recuerde ese año.

Un nuevo estilo de escritura ha llegado a la ciencia ficción: el cyberpunk, ya nada será igual de aquí en adelante.

Los blues de Chiba City.

Una taberna medio japonesa medio irlandesa donde se reúnen los de la mirada torva y sus chicas vestidas de ciclista, de un equipo olímpico o algo así. Están de charlita en la barra y de repente:

¡A pasado un ángel!

Bellezón.

Los nipones ya casi han olvidado como hacer clones humanos pero los chinorris están reeditando el tema. El prota: Case, a sus 24 añitos ya es un mangante titulado, un experto en circular durante horas robando a todo el que pille enganchado a esa alucinación de consenso que llaman: Matrix.

Y se le ocurre robar a sus jefes; le desenchufarán de la Matrix como castigo.

Se irá a Japón, a buscar una cura, a los bajos fondos del barrio Ninsei. Es un gaijin más buscándose la vida por las calles del puerto.

Un operador de no se sabe qué Casa Comercial le ofrece ser reconstruido a su estado anterior si... admite trabajar para él. Será su ninja personal, como es yanqui acepta y los Comerciales le llevarán de vuelta a los USA. Pero... le han inyectado un veneno y si no cumple con su misión no le darán el antídoto.

Mediante una conexión extracorporal se volverá a conectar con el Cyberspace. Vuelve a ser un yonki de la Matrix.

Para los pecadores, reincidentes, no hay perdón.

El tipo se pasa días enteros enganchado a la red de redes. El y otros muchos drogadictos similares, consumidores habituales de anfetas, irán creando lo que hoy día conocemos como: Metaverso.

Matrix para idiotas, algo diseñado para el mejor servicio a las agencias de seguridad nacional, americanas.

El caos es nuestro negocio y nuestro modo de operar.

Aparecen en escena las I.A. Todas ellas consignadas en el Registro Turing. (Supuestamente)

Los protagonistas suben a Sión y tendrán que acostumbrarse a la gravedad cero. La calle principal se llama Rue Jules Verne. Tras conectar con Los Fundadores están esperando a que lleguen Los últimos días y la Caída de Babilonia.

Fuman mucho, eso sí, petas como Cohibas. Sí.

Regresan a La Tierra para enfrentarse a las I.A. A Case le costará comprender que está bajo el dominio total y absoluto de una de ellas. Incluso puede verla con aspecto de una atractiva mujer, o de un finlandés.

Para luchar contra eso contará con la ayuda de un amigo: Dixie, que es un engendro basado en memorias ROM donde se guarda memoria de un famoso haker, ya finado. No es capaz de escribir poemas pero le echará un cable cuando le sea posible. Total, el cielo es holográfico y Los Turing le persiguen como lobos.

Todo está dirigido desde la City de Londres...

¿Qué ocurrirá?



Cuando en el año 1999 estrenaron la peli, infame, Matrix me enfadé bastante. Hacía un par de años que había leído esta novela y la versión cinematográfica me pareció infumable. Se salva un poco por unos actores extraordinarios, pero poco.



El Transhumanismo, esa boñiga como el sombrero de un segador, es una broma macabra, grotesca, al lado de lo que escribió William Gibson en 1983 y publicó en el emblemático año siguiente.


Aprovechemos el tiempo para aprender de una conciencia alienígena

Aprovechemos el tiempo para aprender de una conciencia alienígena Seguimos a vueltas con el extraño “cometa” que en estos días está entran...