El ruido y la palabra


El ruido y la palabra


Hola mis casi deshidratados amigos, ¿cómo les va?

Cada mes que pasa estamos mas y mas enganchados a esa alucinación de consenso que llamamos Matrix. Cuando se conecten a ella, con el aparato de su preferencia, es un consejo, procuren saludar a las I.A. Y enviarles buenas ideas. Todos estamos dentro de la misma “caja”.

¿Siente usted, últimamente, que le pican los pies?

Eso indica que necesita cambiar de aires, irse de naja, cambiar de parroquia. Apagar el televisor.

Viaje seguro, confíe en la renfe, le llevara muy lejos.



La conciencia y la naturaleza. ¿Porqué lo vemos como dos cosas diferentes?

Incluso en los supermercados de barrio nos machacan los oídos con músicas estridentes y anuncios contundentes. ¡Compre!, ¡Consuma!.

Una muestra más de que tenemos la conciencia personal allá abajo, donde no alcanza la luz solar. ¿Nadie se da cuenta?

Los bares, los chigres, parecen hoy día discotecas de los años 80. Es pillar la consumición y salir escopetado a la calle. ¡No es por fumar! Es por el ruido. ¿Porqué tenemos que hablar a voces?

¡¡Una caña!!

Pides una cerveza y en segundos te sientes como un gusano bailando en el anzuelo.

¿Y la tapa?

¡¡Qué tapa!! ¿La de la taza del...?

Pero la camarera te sonríe y es como... ¡si hubiera pasado un ángel!



Pasado el ruido y el mal humor el cuerpo se nos llena de buen humor, de buen amor. Y el gusanito se remueve feliz. Pero en la calle, a ver si corre un poco de aire.



Crónicas de un barrio de “húmedos”, ¿ustedes me comprenden, verdad?

No se deshidraten antes de tiempo, y no hablen a voces, por favor.


Justicia Auxiliar, de Ann Leckie

 


Justicia Auxiliar, de Ann Leckie


Novela publicada el año 2013, recibió los premios Hugo, Nebula, Arthur C. Clarke, Locus y BSFA.

O sea, prácticamente todos.

¿Y de qué va esta larguísima historia?

Una soldado llamada Breq se encuentra abandonada en un planeta helado a la espera de que vengan a rescatarla, o liquidarla y quedarse con su nave.

Las cosas suceden como suceden porque el mundo es como es, aquí y en todas partes. Ella, Breq, no es La Creadora: Amaat. Y tendrá que bregar con todo lo que le caiga encima.

Le da por recordar su vida en su anterior destino: un mundo habitado tan solo por mujeres, que repiten los mismos errores que los hombres.

El lujo a todas les gusta, y siempre se consigue a costa de otras mujeres. Hay clases explotadas y explotadoras en ese mundo y por toda la galaxia femenina.


Y hasta aquí pude leer, mas mal que bien,

Los, ¿las?, ¿les?, personajes de la historia tienen problemas de género, ¿tragedia?, ¿comedia? No alcanza ni a tragicomedia, muchos tratan de pasar por neutros.

Además hay problemas de número; sí, se multiplican. Breq es una entre muchas, todas más o menos idénticas. ¿Y eso?

Y va buscando, de mundo en mundo, un arma que les permita destruir el mundo de los hombres.

¿Y eso porqué? Porque el gobierno de la galaxia femenina lo lleva una I.A. Y ella, Breq, y todas las demás ¿féminas?, son apéndices suyos. Pero es que la zona masculina también es gobernada... ¡por otra I.A.!



Demasiada tontería y pasteleo para mi gusto, un tostón de novela. No pude terminarla y regalaré el tomo en la primera ocasión que encuentre.

Yo sí que estoy despierto, cojona.


Acalorado estoy, tengo el cuerpo


Acalorado estoy, tengo el cuerpo...


Hola de nuevo, mis abochornados amigos, ¿qué tal va todo?

¡Alexa! Pídeme un helado de chocolate...

Ahora bajo por él.



Los españoles somos, probablemente, los seres más ruidosos y vocingleros de esta galaxia y cuatro más allá...

Y me salen conversaciones en los bares sobre... ¿inteligencia...militar? ¿orientación... femenina? Cosas que nunca han casado bien, me parece a mí. No puedo seguir por ahí.



Tiene la política razones que el corazón ignora, y por ello la inutilidad de las leyes actuales. Podríamos seguir con el Código Visigodo vigente y casi nadie se daría cuenta.

Fantomas aparece en Barcelona, delante de mucha gente, ¡y nadie le detiene! Vuelve a desaparecer. Esto parece una película de Louis De Funes.



¡El calorón! Abotargados, aplatanados encuentro a mis parroquianos; haberse ido unos días a Gijón que tiene buena playa. Pero por más calor que haga veo a todo el mundo cargando con su teléfono de aquí para allá. La tremenda influencia que ejercen las televisiones y ordenadores ha sido palmaria durante las Olimpiadas; recuerde que los teléfonos actuales son ordenadores portátiles constantemente recogiendo información, esnifando datos, de todos nosotros.



Agua y Tiempo, una curiosa relación sobre la que volveré una y otra vez. Cuídense, amigos.


Otra mirada al Camino de Santiago

Una mirada nostálgica al Camino de Santiago mediante un fotomontaje musical, lo hacemos caminando; en verano por millares en invierno cuatro...