Buena Ciencia Ficción


Buena Ciencia Ficción


Hola amigos, el saludo ritual. Namasté.

En muchas ocasiones nos asombran más las cosas que suceden en lugares comunes, de un modo más que previsible, que algo verdaderamente extraño, no sé: ¿de la 4D? Pues esto último lo damos por alucinaciones, o una mala digestión, y lo desechamos rápidamente.



A mí personalmente me da por pensar si no habría que volver a aquellos tiempos en que el profesor te castigaba atizándote en las manos con su larga regla de madera. ¡No volvías a por otra ración, no!

Pero ya metiendo las manos en el asunto... ¿qué les parece si sigo hablando del Tiempo?

Moverse en él, atrás, adelante, a otras Vías Temporales, ¿les parece posible?



Sino va a hacer más que seguir el juego, las directrices, que marca El Sistema...

Tal vez sea mejor que se quede como está e ir arrancando hojas del calendario.



Eso de moverse en El Tiempo seguirá siendo cosa de ciencia ficción; así pues no me voy a majar más mi preciado cerebro para obtener tan menguado beneficio.

Tal vez me lucrara más y mejor hablando de fútbol o de ciber monedas, o de alguna otra cosa aun más truculenta. ¿Y bien?



Aceptaré sus indicaciones, si están bien fundadas. Nada de muros de hielo en la Antártida ni chorradas para mongolos. No soy de creencias rígidas; me gusta ver las cosas por mi mismo antes de escribir y comentarlo públicamente.



Una muestra: hace años me gasté un dineral en adquirir un estupendo microscopio, marca alemana, de 200 a 2000 aumentos y cámara de 5 Megapixeles. Era de lo mejor que había por entonces, y de nivel de laboratorio.

Cuando les digo algo no hablo como a humo de pajas sino que lo he visto e incluso fotografiado.

Lo que les comparto es de buena fe y de prospectivas bien calculadas, aunque eso les suene a... ciencia ficción. Pero de la buena...



Un ejemplo, como os he comentado en otras ocasiones: a un Evento Big Bang le seguirá otro y otro... ya han sucedido muchos y otros muchos están por suceder hasta transcender lo material. Cuando se termina El Tiempo, ya sea de un mundo o un universo, hay un final de los tiempos. ¡Y da comienzo otro!

Lo fundamental es no temer a la muerte, a la transformación en algo más espiritual y menos... material.

Tan simple como eso.


Roja y gualda


Roja y gualda


Hola amigos, luminosos deseos un día más.

Gualda es la esperanza que me anima y roja la sangre que me pasa por el corazón, constantemente.

Creemos que El Mal es una “cosa filosófica” o artificio religioso, y por tanto no podemos ver que es un material que nosotros mismos producimos, y no somos los únicos, y que además podemos acumular en nuestro ser.



Ese “material exótico” atrae parásitos muy variados y nos inclina a cometer iniquidades, maldades, atrocidades, crímenes de todo tipo. Además resulta que cuando no es tan solo un individuo sino toda una comunidad la que está embreada del Mal prepárese usted para lo peor.

Sucederán guerras, civiles incluso, y calamidades variadas. Esto es otra cosa que les sonará a ustedes a ciencia ficción, pero existe y funciona, seamos ignorantes o no.



Darse cuenta de que lo estás produciendo y evitarlo es cosa buena, aprender a limpiarlo en los demás, en tu comunidad, ¡es mucho mejor!

Tendríamos que dejar de estar a oscuras en este asunto, y cuanto antes mejor. Por extraño que nos resulte.



Un ejemplo: el señor Bob Lazar afirmó, hace años, haber trabajado, en un programa secreto, con un material extraordinario. El elemento 115. Ese material, afirmaba, hacía funcionar unas extrañas naves de aspecto interesante, peculiar y exótico para mi entendimiento.

De ese asunto extraño lo más llamativo, me parecía a mí, era que ese elemento químico no figura, aún, en la Tabla Periódica. Tal vez un día de estos se de con ello públicamente. Supongo que cuando nos manejemos mejor con las geometrías de 4D.



Para conocer este otro material que yo denomino Mal, El Mal, habrá que ser ducho en al menos las 5D o superiores. Pero, tal vez, tengamos algo más a mano; yo lo llamo carbón animado y la mayor parte de la gente lo lleva en el cuerpo, corriendo por sus venas; podría ser una buena vía de aproximación al asunto de la auténtica maldad que hay en este mundo.


Hipnosis colectiva y beneficios crecientes


Hipnosis colectiva y beneficios crecientes


Hola amigos, un día más otra charla a mayores.

¿Seguimos estando susceptibles?

Mucho agua ha pasado por debajo del puente desde el anterior comunicado, ¿y qué hemos comprendido?

Hay días que me veo como aquel personaje de John Wayne en la película de John Ford titulada La Diligencia. ¿Porqué nos atacan los indios? Pregunto al posadero mexicano.

Porque ustedes, los yanquis, han roto La Paz de Los Mercados que tenían los indios con los hispanos. Me responde.

Traducido al hoy en día: parece que toda la Naturaleza y sus seres elementales estuvieran en nuestra contra y atacando, ¡pareciera! Que Ella fuera la mala. Pero la realidad es que nosotros, los humanos, los terrícolas, hemos roto con la Naturaleza, la estamos destrozando con nuestro modo de vida y tecnologías agresivas (las minas por ejemplo)



Seguimos con un nivel de conciencia tan bajo que hasta las tórtolas nos miran desde arriba. No es solo que seamos descendientes de los que protagonizaron La Caída del Hombre... ¡Es que nosotros mismos nos tiramos por cualquier barranca!

Cuanta abyección y fetidez se ve en estos días. Por Dios Bendito... ¿es que nadie va a levantar el culo de la taza?



Hemos olvidado el significado de la simbiosis, del intercambio, el trueque, que da mucho sentido a la vida. Observo personas por la calle y los bares en un estado casi catatónico mirando constantemente al teléfono o al televisor. Como si fuese una hipnosis colectiva.

No estoy yo como para recitarles Salomas del Espacio Profundo, en la calle o en la tasca, si ni miran por dónde pisan. ¿Acaso quieren que les de alguna noticia? Les contaré algo.



Casi nadie sabe que prácticamente todos los medios de comunicación occidentales pertenecen a tan solo seis Casas Comerciales. Simulan pelearse unas con otras, tienen medios afines a la derecha y a la izquierda, pero tan solo atienden a su cuenta de resultados, y a que sus beneficios sean siempre crecientes. Hay que darse cuenta de ello, y no consumir sus productos audiovisuales como si fueran bombones y galletitas.



No vemos al tigre oculto entre las hierbas y de seguro nos cazará.

Esas Casas Comerciales se alimentan de la gente, de nuestra ignorancia, del consumismo a lo tonto; por tanto ellas no paran de crecer. Nosotros nos alimentamos de tonterías, malos hábitos y comida precocinada, por tanto no dejamos de menguar, de encogernos, de envejecer.

En serio les pregunto: ¿No ven al tigre?



Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...