Titán, novela de John Varley

 


Titán, novela de John Varley

Novela publicada en el año 1979, y que obtuvo el Premio Locus del año 1980.

Por aquel entonces tan solo se conocían doce lunas de Saturno y al autor le pareció que lo más interesante sería idear un viaje a Titán. A mí, personalmente, me llama más la atención Encelado.

Una nave de la NASA se dirige hacia allá y mientras llegan y no los tripulantes se entretienen cambiando de pareja, y muy a menudo.

¿Qué hay en Saturno aparte de unos cuantos pedruscos dando vueltas alrededor?

Localizan una extraña luna, Temis, pero al acercarse son capturados por los tentáculos de una extraña ¿medusa espacial?

La capitana Siroco despierta en manos de unos seres a los que no puede ver. Se siente como Jonás dentro de la ballena.

Tiempo adelante dos chicas: Siroco y Gaby se encuentran, vaya por Dios, se querrán, mucho, mucho, pero mucho...

Jugarán a ser Caín y Abel, matarán animales para comer y buscarán frutos del bosque, en ese plan.

Por fin aparece un hombre, de la tripulación, para acompañar a las exploradoras, Calvin. Evito el apellido pues también anda en cueros.

En el cielo aparece un día un dirigible al que llamarán Apeadero.

A partir de ese punto, y como no hay roce en el trío, el autor se enreda con la mitología nórdica y griega. Y nos hace ver que ese mundo en el que se encuentran es pura creación... extraterrestre.



El autor John Varley va sacando conejos de la chistera y llevando a los personajes a situaciones de lo más variopinto. ¡¡Embarazadas!!

¿Pero como...? sino...

Vendrán una aventura tras otra en un mundo de pesadilla.

Un refrito de ideas tomadas de clásicos de Fantasía y Ciencia Ficción que tuvo mucho éxito en su tiempo.

Para mí se alarga demasiado con fruslerías y el resultado final es algo decepcionante.

Cosas de volver a leer libros con muchos años a cuestas.


Boletín de los Hospitaleros Voluntarios, mayo 2024

 


Novedades 

El pasado 15 de abril empezamos a trabajar en el albergue municipal de la Virgen del Camino (León), el acuerdo con el ayuntamiento de la localidad de Valverde del Camino, ha sido posible gracias a la mediación de la Asociación de los Amigos del Camino de Santiago de León “Pulcra Leonina”. 

Contamos con unas instalaciones modélicas y abriremos de abril a octubre. También hemos comenzado a trabajar en los albergues de Medina de Rioseco y Puente Duero, ambos en el Camino de Madrid, gracias también a la ayuda de las Asociaciones de Amigos del camino de Rioseco y Valladolid respectivamente. 

Estos pequeños y coquetos albergues también necesitan de hospitaleros, dispuestos a recibir a los caminantes y ciclistas en las tierras de Castilla. Ya están abiertos todos los albergues donde ofrecemos hospitalidad en los Caminos, la temporada se espera intensa y emotiva, nos queda todo el verano por delante y gran parte del otoño. 

El albergue hermano Ave Fénix (Villafranca del Bierzo) necesita ayuda, tanto económica como humana. Desde este boletín hacemos una llamada a todos los voluntarios que quieran colaborar con el que es posiblemente el albergue de acogida tradicional más histórico del Camino. Todo aquel voluntario que quiera echar una mano como hospitalero en el albergue de “Jato”, puede ponerse en contacto con ellos en el correo electrónico: albergueavefenix@gmail.com la compañera Irene, coordinará los ofrecimientos y solicitudes. 

Una Colaboración 

TALLER PARA FOMENTAR EL ENCUENTRO CONMIGO MISMO, CON OTROS PEREGRINOS Y CON DIOS 26 de febrero de 2024. 8:00 de la mañana ¡Uf, qué tranquilidad! Ya se han ido todos. ¿Los peregrinos? Sí, pero también los hospitaleros ¡doce! ¡Menudo fin de semana en Grañón! Si buscaba yo la paz del invierno para estar en el camino, la pizpireta Marina Saiz tenía otros planes. ¿Cómo era aquello de que «¿Dios te da la paz, pero no te deja en paz»? pues algo así. 

VOLUNTARIOS 

Fueron las palabras del querido párroco José Ignacio Díaz las que supieron enfocar este cursillo de febrero en Grañón: «Nuestro sueño era convertir este albergue en una casa de encuentro con uno mismo, con los otros, y con Dios». Ahora bien, ¿Qué dificultades tenemos hoy día los hospitaleros para propiciar estos encuentros? Alrededor de una mesa, con papel y boli, salieron distintas problemáticas: estrés e hiperactividad, rigideces de nuestro rol, idiomas, ruidos externos e internos, miedos, no acabar de confiar y abandonarse...  

Pero es lo bueno de reunirse a hablar, que en el aire afloran, prontas y abundantes, las ideas, vivencias, y trucos que responden generosamente a esas inquietudes planteadas: aprender a delegar, cultivar espacios de silencio y escucha, apreciar la calma de las tardes, bajar las defensas, pasear por la naturaleza/camino, permitirse la vulnerabilidad, regalarse una hora de asueto, escribir un cuaderno de bitácora, apreciar la resonancia de las personas y las situaciones … Iosu Osta estimuló nuestro lado juguetón con varias propuestas lúdicas de encuentro. 

 Alejandro Pérez, el nuevo párroco del pueblo, profundizó en la raíz cristiana de la acogida, y Marina… Marina salseó y dinamizó como ella solo sabe. Todo ello aderezado, claro, con vino y aceite que trajeron nuestros compañeros de Murcia y de Alfaro, morcillas de Burgos, boquerones de Madrid, txistorra de Navarra, costilla como para alimentar a un ejército, barquillos de Tarragona, magdalenas de dimensiones mañas… y unas paellas… y unas olivas… y un alioli…. 

Que hacían dudar si lo del cursillo era mera excusa para ponernos las botas. Pero no: hubo momentos de silencio meditativo, muchísimos abrazos, muy buen humor, algo de música- una joven peregrina americana se lanzó a cantar en el encuentro del coro en la iglesia el sábado por la noche – y hasta un peregrino conflictivo, “el banderillero”, que nos puso Dios o el destino para que practicáramos nuestras habilidades. 

Mientras escribo estas líneas en la tranquilidad de la mañana de Grañón, resuenan en mi conciencia las voces y emociones de nuestro encuentro, caigo en la cuenta de que aquel sueño de José Ignacio sigue esplendorosamente vivo. Fernando Cristóbal (Hospitalero en la segunda quincena de febrero en Grañón). 


Una Petición 

Una vez terminado todos los cursillos de nuevos hospitaleros de 2024 en España y en la mayoría de los países hermanos, os pedimos a los hospitaleros veteranos que os ofrezcáis para trabajar este verano /otoño en alguno de los albergues donde se necesita vuestra ayuda. Espero vuestros ofrecimientos. Tenemos el cuadrante de 2024 que completar, y será necesaria la ayuda de todos.

Cuentos de la Ascensión Planetaria


Cuentos de la Ascensión Planetaria


Hola amigos, continúo con mis Salomas del Espacio Profundo.

Ya saben, algo de Ciencia Ficción.

Llevo semanas como sachando un campo de nabos, que yo no soy propietario pues soy de ciudad, intentando compartir con ustedes algunos conocimientos que sí tengo con no buen resultado.

Duermo con la conciencia tranquila, eso sí, procurando evitar las quejas del público.

Si malo es que haya personas sembrando mentiras continuamente peor es que nieguen cuatro verdades. Tenemos lo que nos merecemos. A mí me han regalado un reloj que no anda, hay que conectarlo a tu cuerpo, y unos zapatos que no me dejan andar. Seguiré con las sandalias.



Una idea provechosa: los ingenieros del Imperio Romano aprovechaban extraordinariamente las propiedades del agua. Hoy día, tan modernos que somos, y avanzados, la desaprovechamos en su mayor parte o la usan para regar...¡viñedos!

Un romano podía pasarse más de una hora en Las Termas, felizmente, pero si hoy te tomas una ducha de más de dos minutos ya te hacen sentir derrochón, abusador.



Siguiendo con los nabos; a las personas normales, las que se preocupan por la normalidad de las cosas y que todo lo que hacen es “normal” no les interesa los temas que yo cuento.

No sales en la televisión, no eres un X, hombre. ¿Cómo vas a interesarle a alguien?

Encima les incitas a beber agua solarizada, en vez de a tomar drogas como hacen los famosos. O a que se pongan más banderillas, los toretes.

Es que yo, como casi todos, tengo la tonta propensión de querer agradar al público. Cosas de escritor frustrado, seguramente; siempre pensando en los demás, unos seres imaginarios.

Y lo pago con creces.

Cada cual tiene su idiosincrasia personal y nuestro paso por este mundo es algo temporal, frugal.

Yo, tal vez, haya estado caminando estos últimos años con los zapatos a pie cambiado; y así me ha ido todo tan lento y doloroso.

¿Y a usted? ¿Le ocurre algo similar?



Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...