Rellenando botellas y vidas


Rellenando botellas y vidas


Luminosos deseos, amigos. Vaya plan de vida llevamos. ¿Verdad?

Estamos como rellenando botellas, y también vidas.

¿No ha visto alguna vez a las taberneras del barrio rellenando botellas con los posos de otras a punto de finiquitar? Lo mismo o muy similar están haciendo con sus vidas: añadiendo los restos, posos, de otras vidas. Sin más.

Con suerte de otros “yo mismo” de otras Vías Temporales.

Y sino con las de algún morito, conguito o ronchito o...

¿Siente usted últimamente aversión a la maravillosa carne de cerdo?

Pues igual va a ser por eso, hágaselo mirar.



Hay que apartar el trigo de la paja. O pronto nos volverán a imponer la mascarilla y todo eso.

Percibir algo que nos llega de La Consciencia Cósmica, o del Pleroma, o de donde venga, pero que no sea la tontería que echan a diario en las televisiones.

Eso es el alimento soma para la gente masa; los que se aglomeran, se agrupan en grandes cantidades; sin razón vital, como decía Ortega y Gasset.



Filibusteros que tienen opinión sobre todas las cosas y la dan sin que nadie se la pida.

Hacen corro en las puertas de los bares y se ríen con altavoz. Gregarios como los simios, sin discurso propio; pendientes del teléfono y sus tonterías.

Y por ello sus circunstancias son algo creado, programado, por élites mas claras u oscuras que les inventan derechos pero les ocultan las obligaciones.

Hasta que llega Hacienda con el hacha.

Y entonces todo son quejas.

Pero siempre harán lo que les ordenen Los Amos, pues para ello están programados.


Andamos a saltos como los sapos


Andamos a saltos, como los sapos



Hola amigos, bendita primavera que tanto la sangre nos altera.

¿Tiene usted algo rico que llevarse a la boca? ¿Sí?

Pues dígalo alto y claro, con desparpajo. ¡Me estoy comiendo unos...!

Qué tiempos estamos viviendo, que llega La Luz y se esconden en las cavernas.

Siembran, ciertos grupos de interés, inquietud por todos los medios a su alcance y en mucha gente crece la angustia, sin saber el porqué.



¿Son ustedes conscientes de sus carencias y miedos interiores? ¿Qué es lo que están esperando? ¿Qué se desborde el río?

¿Porqué van como las truchas a su querencia buscando cuevas entre las piedras del río?

Hay muchos mosquitos ahí fuera. ¿No los ha probado aún?

Dicen los “expertos” que están muy buenos, y los grillos también.

Yo prefiero a las langostas; bueno, con una al año me vale, que no me da para más la pensión.



Cambiando de tema: lo que hoy día denominamos Ciencia, oficial, (a mí me cabe en un dedal) es una nebulosa de creencias, la mayoría sin pies ni cabeza (como la del Big Bang) Un ídolo de dorada cabeza y pies de barro.

¿Quién les ha dicho que no podemos ver la otra cara de La Luna? ¿No tienen conciencia propia?

Soñamos que vivimos y cuando despertamos conocemos que nos han soñado.

¿Y eso?

¿Puede usted amar y dejarse amar? ¿Le suena raro?



Esto es como la pescadilla que se muerde la cola, y lo mismo en la tierra que en el cielo. Sí.

Y ahora sapos vuelvan a la cocina y sigan con su tortilla de saltamontes o lo que carallo estuvieran haciendo.

Programados hasta las ancas.

Y después: den unos saltos y salgan hasta la orilla del río y disfruten probando algo natural.


Los humanoides, de Jack Williamson


 

Los humanoides, de Jack Williamson


Novela publicada en el año 1948, y revisada en el 1980.

A un relato publicado con el título De brazos cruzados 1948 le siguió la novela Los Humanoides en 1949.


De brazos cruzados

Una maravillosa historia de robots, en la que aparece un peligro inesperado: Los Humanoides, surgidos como de la nada, ¡vienen de las estrellas!

El protagonista es un vendedor de robots, y su esposa Aurora se lleva el coche todos los días para ir a trabajar; él tiene que hacerlo a pie. Acogen en su hogar a un vagabundo estelar que anda huyendo de los humanoides. Este tipo novedoso de robots funciona como las abejas de una gran colmena.

Su “reina” es una I. A., que les controla desde el planeta Ala IV.

Se pongan como se pongan, intenten lo que intenten los tres protagonistas, pronto estarán esclavizados.

Los artefactos prodigiosos son el producto perfecto de una Ciencia sin Conciencia.

¿Cómo luchar contra ellos?


Los Humanoides

La historia transcurre en un lejano planeta habitado por la diáspora terrícola.

Jane es una niña que sabe tele...transportarse de un lugar a otro, de un mundo a otro.

Se masca una guerra interestelar. Forester es un científico que ha dedicado su vida a la astronomía, en especial al estudio de una supernova, en medio de una guerra cada vez mas devastadora.

Sigue cabalmente la Ciencia Oficial: Newton, Darwin, Einstein...

Pero otro científico: Warren Mansfield encontró la manera de producir en masa algo mucho mas eficaz y terrible que las armas de Alta Energía de Forester.

El computador que maneja a los humanoides no es binario; cada relé, célula de memoria, puede aprender y después trabajar en múltiples estados, utilizar diferentes lenguajes; no solo unos y ceros.

Imbatible.

Pero... ¿y si un ser humano aprendiese a utilizar su mente?¿podría derrotarlo?

¿Qué preferimos: libertad o seguridad?



Jack Williamson fue un gran escritor y maestro de la Ciencia Ficción. Sus historias están llenas de sorpresas y aventuras. Y fue de los primeros en no seguir a pies juntillas el crecimiento de la ciencia y tecnología de su época, y comenzar a explorar los secretos de la psique humana.

Conspiraciones como melones

Conspiraciones como melones Me estoy riendo y bastante a cuenta del dislate de querer hacer pasar por cometa a una inmensa nave espacial, ...