Andamos a saltos como los sapos


Andamos a saltos, como los sapos



Hola amigos, bendita primavera que tanto la sangre nos altera.

¿Tiene usted algo rico que llevarse a la boca? ¿Sí?

Pues dígalo alto y claro, con desparpajo. ¡Me estoy comiendo unos...!

Qué tiempos estamos viviendo, que llega La Luz y se esconden en las cavernas.

Siembran, ciertos grupos de interés, inquietud por todos los medios a su alcance y en mucha gente crece la angustia, sin saber el porqué.



¿Son ustedes conscientes de sus carencias y miedos interiores? ¿Qué es lo que están esperando? ¿Qué se desborde el río?

¿Porqué van como las truchas a su querencia buscando cuevas entre las piedras del río?

Hay muchos mosquitos ahí fuera. ¿No los ha probado aún?

Dicen los “expertos” que están muy buenos, y los grillos también.

Yo prefiero a las langostas; bueno, con una al año me vale, que no me da para más la pensión.



Cambiando de tema: lo que hoy día denominamos Ciencia, oficial, (a mí me cabe en un dedal) es una nebulosa de creencias, la mayoría sin pies ni cabeza (como la del Big Bang) Un ídolo de dorada cabeza y pies de barro.

¿Quién les ha dicho que no podemos ver la otra cara de La Luna? ¿No tienen conciencia propia?

Soñamos que vivimos y cuando despertamos conocemos que nos han soñado.

¿Y eso?

¿Puede usted amar y dejarse amar? ¿Le suena raro?



Esto es como la pescadilla que se muerde la cola, y lo mismo en la tierra que en el cielo. Sí.

Y ahora sapos vuelvan a la cocina y sigan con su tortilla de saltamontes o lo que carallo estuvieran haciendo.

Programados hasta las ancas.

Y después: den unos saltos y salgan hasta la orilla del río y disfruten probando algo natural.


Los humanoides, de Jack Williamson


 

Los humanoides, de Jack Williamson


Novela publicada en el año 1948, y revisada en el 1980.

A un relato publicado con el título De brazos cruzados 1948 le siguió la novela Los Humanoides en 1949.


De brazos cruzados

Una maravillosa historia de robots, en la que aparece un peligro inesperado: Los Humanoides, surgidos como de la nada, ¡vienen de las estrellas!

El protagonista es un vendedor de robots, y su esposa Aurora se lleva el coche todos los días para ir a trabajar; él tiene que hacerlo a pie. Acogen en su hogar a un vagabundo estelar que anda huyendo de los humanoides. Este tipo novedoso de robots funciona como las abejas de una gran colmena.

Su “reina” es una I. A., que les controla desde el planeta Ala IV.

Se pongan como se pongan, intenten lo que intenten los tres protagonistas, pronto estarán esclavizados.

Los artefactos prodigiosos son el producto perfecto de una Ciencia sin Conciencia.

¿Cómo luchar contra ellos?


Los Humanoides

La historia transcurre en un lejano planeta habitado por la diáspora terrícola.

Jane es una niña que sabe tele...transportarse de un lugar a otro, de un mundo a otro.

Se masca una guerra interestelar. Forester es un científico que ha dedicado su vida a la astronomía, en especial al estudio de una supernova, en medio de una guerra cada vez mas devastadora.

Sigue cabalmente la Ciencia Oficial: Newton, Darwin, Einstein...

Pero otro científico: Warren Mansfield encontró la manera de producir en masa algo mucho mas eficaz y terrible que las armas de Alta Energía de Forester.

El computador que maneja a los humanoides no es binario; cada relé, célula de memoria, puede aprender y después trabajar en múltiples estados, utilizar diferentes lenguajes; no solo unos y ceros.

Imbatible.

Pero... ¿y si un ser humano aprendiese a utilizar su mente?¿podría derrotarlo?

¿Qué preferimos: libertad o seguridad?



Jack Williamson fue un gran escritor y maestro de la Ciencia Ficción. Sus historias están llenas de sorpresas y aventuras. Y fue de los primeros en no seguir a pies juntillas el crecimiento de la ciencia y tecnología de su época, y comenzar a explorar los secretos de la psique humana.

Encasillados e inamovibles


Encasillados e inamovibles


Hola amigos, ¿alergias primaverales? Estamos como para salir al campo, y deberíamos...

Tendemos, por educación, a encasillar todas las cosas. Por ejemplo: en química decimos esto es hidrógeno y esto helio, y o es una cosa o la otra; así con todos los elementos de la tabla periódica. Es como nos han enseñado a pensar.

Con las dimensiones aun lo tenemos mas crudo. Esta es la Primera, esta es la Segunda, esta la Tercera; y no salimos de ahí.



La realidad universal no es tan así de tajante, es más gradual y yo pienso que el estudio de las densidades nos podría ayudar a comprendedla.

Las dimensiones no se dividen como las habitaciones de un piso o las plantas de un edificio. Es algo gradual.

Hay una zona valle entre una y otra dimensión, e igual ocurre entre un elemento químico y otro; es en la zona pico donde la dimensión o el elemento químico se da en su forma más pura.



La Matriz Planetaria (no confundirla con la Matrix Telemática) se va moviendo, lentamente, de la 3D a la 4D. Es un proceso gradual, repito: gradual, que nos hará salir del encasillamiento actual, que alguno tanto padecemos.

Pero... nunca tengamos prisa, que es muy mala consejera. Es algo que va para largo.

Recuerden que en todas las casas cuecen habas, y en la mía a calderadas. Tengo un palpito persistente: que la tontería humana sea inmanente, tirando a eterna, en este país a la vista de las próximas elecciones.

Pensemos un momento: entre el núcleo de cada átomo y el siguiente, no vayamos más abajo, hay un espacio vacío porque allí no hay algo que se mueva, que ocupe ese espacio.

Si entre galaxia y galaxia hay espacio, que también le decimos vacío por igual causa; entre elecciones y elecciones hay un espacio porque nada se mueve; los vecinos nos quedamos inermes, a la espera de que se muevan los cargos electos, el núcleo duro del partido ganador, y como es bien sabido lo que harán es llevarse el agua a su molino, y quedarse con la... harina.


 

Esto no es nuevo, ¿verdad? Ya sucedía en tiempos de la República Romana.

No se agachen, no, sigan aguantando este cuento con sus cabezas, o, mejor aún, levántese y deje que pase la bola, ¡uau...!

Sea usted feliz y baile, baile, aunque sea un infame reggaeton.

¡Mi pedazo de sol...! la niña de mis ojos...


Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...