Camino de Santiago 2002. De Roncesvalles a Puente la Reina

 


Camino de Santiago, año 2002.

Subo a este nuevo blog fotografías con unos cuantos años a cuestas. En el mes de julio tenía vacaciones y marché de nuevo al Camino. Tren hasta Pamplona y el bus de La Roncalesa hasta Roncesvalles. 

Quería conocer la Colegiata y comenzar desde allí. La verdad es que el edificio es impresionante pero el refugio, en el subsuelo, frío como pocos. Con un buen saco de montaña no hay problema.


Con las primeras luces y entre la niebla partimos todos los que allí habíamos pernoctado hacia Burguete. Después saldría el sol y tendríamos un día veraniego. La mayor parte de la gente se quedó en Zubiri, yo paré a sellar y tomar un refresco.



Un pequeño grupo de peregrinos decidimos marchar hasta Larrasoaña. Una villa muy bonita. El hospitalero don Santiago Zubiri nos convidó a unas delicias navarras y algo que beber. Era el 25 de julio, día del Patrón de las Españas.
Este grupo continuamos juntos prácticamente hasta Compostela.
Cosas del Camino de Santiago.


Al día siguiente hicimos una etapa larga, pasamos por Pamplona como flechas. Yo apenas paré a sellar la credencial en la Parroquia de San Nicolás y a tomar un refresco para hacer la subida hasta Cizur Menor.
Me fui al albergue de la Soberana Orden de Malta, y me quedé a la espera de los demás dando palique con el hospitalero, don Manuel Álvarez.


Pero cuando llegaron los demás decidieron que preferían el refugio de Maribel Roncal. Un caserón donde se dormía en el suelo.
Pero nos dejaba la cocina para que hiciéramos nuestra cena y como había unos cuantos vascos y un navarro, Nacho, y … ¡cenorra!. Y después nos fuimos de bares a tomar chupitos y después... En fin, que Maribel se mostró comprensiva y no tuvimos que dormir en la calle.


Al día siguiente decidimos tomarnos la etapa con calma y disfrutar del paisaje. Pasamos por Zariquiegui.


Y La Reniega.


Una buena subida hasta el Alto del Perdón, y foto de recuerdo con las esculturas.


Una larga y dura bajada hasta Santa María de Eunate. Entré a descansar un rato; había parado allí en 1999 y ¡quién me lo iba a decir! Tres años más tarde volví a refugiarme del calorazo entre sus piedras.
Uno de los lugares más mágicos del Camino de Santiago.


Nos vamos para Puente La Reina, que estaba de fiestas patronales.


Encontramos refugio en el Albergue Santiago Apóstol, en las afueras, al otro lado del río. Y después aprovechamos el día disfrutando del ambientazo que había en la villa.
Empezamos bien este Camino de Santiago 2002.



Nueva realidad


Nueva realidad


Hola amigos, sigo con mi “gota malaya”, que el agua es muy sana.

Ya es tiempo de que abran sus ojos a la nueva realidad, la nueva Matriz. Ya sin D mayúscula y en evolución.

Así usted se convertirá en esa “otra gente” de la que nunca escuchó hablar, ¡y que estaba aquí!

O venían a vernos de vez en cuando.

¿Ha nacido de nuevo?

¿No? Ya verá más claro.



Bueno, pues espere usted a la próxima tormenta solar o evento similar; hoy mismo ha habido un terremoto tremendo en Taiwán. Ante todo mucha calma y llevar las cosas por el libro... que vivimos de milagro.

Hay asuntos que tengo que sacarme del pecho, y uno de ellas es la burla infame de que somos los únicos habitantes de este universo, y de todos los demás.

¿Extraterrestres?

Vale ya de cuentos para niños.

No busque usted platillos entre las nubes, es tontería; tan solo saque al perro a pasear y le olfateará unos cuantos, vecinos; y sus hogares además.

Recoja sus excrementos, por favor, que también ofenden a los que somos naturales de este mundo. ¿Sí?



El tiempo pasa volando y nosotros vamos como en ala delta, ¿no le parece a usted?

Esto es porque en la Era de Acuario pasaremos de ser seres “acuáticos”, merluzos más bien, a ser “voladores”, ¡palomos! Si nos descuidamos. Y plañideras las féminas.

Pero, no andemos con menudencias, que mientras no llegue la sangre al río... iremos tirando.

Unos iremos por buenos caminos, cambiando el modo de vida hacia algo más “natural”, y otros por caminos no tan recomendables y llenos de calamidades, defendiendo cosas anticuadas; ¡que ya no tiran del carro!.



¿Y si el tiempo pudiera convertirse en espacio? ¿Se podría cambiar una hora por... 100 kilómetros?

¿Y viceversa? ¿Podría ser el tiempo algo onírico y el espacio astral? ¿Quiere probar?

Usted se arriesga. Soñador.

Podría descubrir que hay otros yo, idénticos, viviendo el mismo día del calendario, haciendo cosas similares (en mi caso: cosas de pensionista) y que están tan despistados como usted. Viviendo vidas paralelas (que tienen otro alcalde, por ejemplo) pero que son ramas del un mismo árbol, su árbol de la vida; el que nació con el óvulo fecundado en el vientre de su mamá.

¿Nunca le dio por pensar tal cosa?


Hasta la próxima amigos, y disfruten de la primavera.






SIVAINVI, de Philip K. Dick

 


SIVAINVI, de Philip K. Dick


Sistema de Vasta Inteligencia Viva: SIVAINVI, o Valis en su edición americana es un libro publicado por Philip K. Dick en el año 1981.

Lo primero que hay que decir sobre esto es que no es una novela, al menos no una novela de ciencia ficción, sino unas largas peroratas para demostrar la “vasta” cultura del autor.

Coincido con él en los gustos musicales pero en los literarios... aburrimiento.

En fin, vamos con el texto. Amacaballo Fat es el alter ego de Felipe Dick, y por tanto drogata, pastillero sobre todo. Tiene una amiga, Gloria, que arrasa con todo y todos los que tenga por delante, son los felices años 60 en el sur de California. Pero llegan los 70 y el encanto se pierde, ella se quiere suicidar y le pide ayuda a Caballo, ¿qué sucederá?

Uno de los mayores actos de la clemencia de Dios es que nos mantiene en perpetua ignorancia acerca de nuestro destino. Y además nos ayuda a olvidar.

El caso es que Caballo, una vez que Gloria se ha conseguido suicidar, se enamora de una jovencita que es un problemón ambulante, y un pibón. Cuando la abandona, tontamente, le da por la teología y la “canalización” del Logos. (¿Planetario, solar, galáctico? Vaya usted a saber)

Cambia una obsesión por otra. Siente que ha tenido una auténtica teofonía, y a causa de ella puede hablar y escribir en latín vulgar y griego koiné, o común. Aún y con eso Caballo, Felipe, consigue casarse y tener un hijo; le abandonarán, su esposa e hijo le dejan por imposible.

Ahora será él el que intentará suicidarse; así irá a parar a un psiquiátrico.

Ha tenido la experiencia de verse en la ciudad de Roma en los tiempos del emperador Nerón, paseando por sus calles, superpuesta a la ciudad de Los Ángeles año 70. Y se llama Tomás, y es cristiano.

Pero no se lo contará a nadie; cuando uno está loco aprende a tener la boca cerrada.

En fin, nada más entrar en el psiquiátrico le llevan a ver al doctor y a su secretaria, que es Testigo de Jehová y... ¡Y es él el que necesita medicación!

Una vez internado le da por escribir pasajes del Evangelio, ¡en latín! ¿Saldrá alguna vez de esta reclusión?

El doctor, apiadándose del escritor le receta Flores de Bach y para que entretenga su cabeza loca y deje de escribir en latín le pasa una traducción al inglés del libro El Camino, de Lao Tse o Dan Lao.

Cuando consiguen recuperarlo y echarle del hospital va y se enrolla con una chica que está “superando” una leucemia. Fallecerá poco después.

El caso es que Caballo vuelve a escribir discurriendo sobre: los hiperuniversos, y una pequeña zona interfacial hologramática, o sea nuestro universo fractal y...


Y... si el lector es capaz de seguir leyendo después de esto sin consumir abundantes cafeteras o sucedáneos... ¡Ole por ti, campeón!


Sí, vale, yo la volví a leer hasta el final; pero es que soy un veterano.

Seguramente será la tercera vez que lo hago. Eso sí: me he quedado igual que la primera al llegar a la última página. Felipe estaba a la espera de que se estrenaran las películas Blade Runner y Una mirada en la oscuridad y se le nota que pasaba de discurrir nuevas aventuras.


Mamá Gansa no era para tanto, yo soy más de Frank Zappa.


Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...