SIVAINVI, de Philip K. Dick
Sistema de Vasta Inteligencia Viva: SIVAINVI, o Valis en su edición americana es un libro publicado por Philip K. Dick en el año 1981.
Lo primero que hay que decir sobre esto es que no es una novela, al menos no una novela de ciencia ficción, sino unas largas peroratas para demostrar la “vasta” cultura del autor.
Coincido con él en los gustos musicales pero en los literarios... aburrimiento.
En fin, vamos con el texto. Amacaballo Fat es el alter ego de Felipe Dick, y por tanto drogata, pastillero sobre todo. Tiene una amiga, Gloria, que arrasa con todo y todos los que tenga por delante, son los felices años 60 en el sur de California. Pero llegan los 70 y el encanto se pierde, ella se quiere suicidar y le pide ayuda a Caballo, ¿qué sucederá?
Uno de los mayores actos de la clemencia de Dios es que nos mantiene en perpetua ignorancia acerca de nuestro destino. Y además nos ayuda a olvidar.
El caso es que Caballo, una vez que Gloria se ha conseguido suicidar, se enamora de una jovencita que es un problemón ambulante, y un pibón. Cuando la abandona, tontamente, le da por la teología y la “canalización” del Logos. (¿Planetario, solar, galáctico? Vaya usted a saber)
Cambia una obsesión por otra. Siente que ha tenido una auténtica teofonía, y a causa de ella puede hablar y escribir en latín vulgar y griego koiné, o común. Aún y con eso Caballo, Felipe, consigue casarse y tener un hijo; le abandonarán, su esposa e hijo le dejan por imposible.
Ahora será él el que intentará suicidarse; así irá a parar a un psiquiátrico.
Ha tenido la experiencia de verse en la ciudad de Roma en los tiempos del emperador Nerón, paseando por sus calles, superpuesta a la ciudad de Los Ángeles año 70. Y se llama Tomás, y es cristiano.
Pero no se lo contará a nadie; cuando uno está loco aprende a tener la boca cerrada.
En fin, nada más entrar en el psiquiátrico le llevan a ver al doctor y a su secretaria, que es Testigo de Jehová y... ¡Y es él el que necesita medicación!
Una vez internado le da por escribir pasajes del Evangelio, ¡en latín! ¿Saldrá alguna vez de esta reclusión?
El doctor, apiadándose del escritor le receta Flores de Bach y para que entretenga su cabeza loca y deje de escribir en latín le pasa una traducción al inglés del libro El Camino, de Lao Tse o Dan Lao.
Cuando consiguen recuperarlo y echarle del hospital va y se enrolla con una chica que está “superando” una leucemia. Fallecerá poco después.
El caso es que Caballo vuelve a escribir discurriendo sobre: los hiperuniversos, y una pequeña zona interfacial hologramática, o sea nuestro universo fractal y...
Y... si el lector es capaz de seguir leyendo después de esto sin consumir abundantes cafeteras o sucedáneos... ¡Ole por ti, campeón!
Sí, vale, yo la volví a leer hasta el final; pero es que soy un veterano.
Seguramente será la tercera vez que lo hago. Eso sí: me he quedado igual que la primera al llegar a la última página. Felipe estaba a la espera de que se estrenaran las películas Blade Runner y Una mirada en la oscuridad y se le nota que pasaba de discurrir nuevas aventuras.
Mamá Gansa no era para tanto, yo soy más de Frank Zappa.
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