Noética de la conciencia humana


Noética de la conciencia humana

Hola amigos, sigo en plan gota malaya con este tema. ¿Qué tal están?

Sigo haciendo una ligera investigación circunstancial de la estupidez humana y la falta de conciencia, pues hay mucha gente que duda que tengamos tal cosa, que podamos aislarla y pueda aislarse del cuerpo humano.

Las buenas ideas hay que pillarlas por el rabo y no soltarlas aunque te muerdan.



El aburrimiento, el tedio, es el rabo, el cerdito que revuelve a toda la cochinera, algo que nos consume pues el movimiento universal nos impele a actuar o al menos a hablar de continuo y nos resulta extremadamente difícil quedarnos quietos, en silencio, con la mente callada.

Esto es algo que nos hace sentir como estar en otro universo, el primordial, el de La Vaciedad, el de los no-nacidos en la carne o algo así. En vez de aburrido te sientes plácido.



¡Pero yo quiero girar! Que algo se mueva, entonces...

Sacrifiquemos algo; sacrificar reses en honor de un familiar fallecido, una hija que se casa o porque ha ganado tu equipo deportivo es una costumbre ya ancestral y bien asentada en nuestra humanidad.

¿Qué culpa tienen los animalitos?

Bueno, total, iban a morir igual.



¡Mate la gallina!

Sí, aunque ponga huevos de oro, antes de que pierda fuerza su carne, ¡ahora!

Verá usted que caldos más buenos hace con ella.

Mas o menos en este terrible acto se resume todo el conocimiento humano de este mundo y dimensión 3. ¡Ah! Y pele usted la gallina. Igual las plumas le sientan mal.

¿Le parece una tontería lo que acaba de oír?

Pues ahora discurra sobre las guerras y crisis internacionales de los últimos... ¿cinco mil años?

Cuando una civilización comienza a dar frutos y está a punto de dar un paso definitivo ¿qué ocurre?, ¿qué se les ocurre hacer a los controladores de turno?

¡Pues sí! Eso mismo.



¡Umm!, ¡me encanta el caldo de gallina! Me hace recordar a mis abuelas.

¿Y a usted? Ellas pasaron la terrible Guerra Civil Española, y el hambre consecuente.

Ya, bueno, que ya no hay gallinas como las de antes; ahora son mutantes...



No escribo ni leo para ágrafos, incapaces de escribir bien incluso sus insultos. No todo vale llegados a este punto.

Debemos comenzar a contar, y nunca mejor dicho, que se lo dice un cuentista, el tiempo por sucesos, eventos, festejos, no por calendarios, horarios, trabajos, esfuerzos.

No quiero ponerles los nervios de punta con lo que les cuento pero presten atención a esto: nos quieren hacer “trans” a todos; comenzando por los alimentos, las ideologías, los programas de televisión...

Yo soy... del transiberiano.


Estar un poco más espabilados y hasta la próxima, amigos.


Camino de Santiago, año 2001. De Compostela a Finisterre.

 


Año 2001, Camino de Santiago, De Compostela a Finisterre


Recuerdos fotográficos de un recorrido por el Camino de Santiago que realicé en el año 2001.

Esta entrada del blog os muestra fotos del recorrido entre Compostela y Finisterre.

Tras descansar en Santiago de Compostela un grupo de avezados peregrinos decidimos continuar hacia La Costa de La Muerte.

La primera etapa, cortita pero muy abrupta, nos llevó hasta Negreira, cuyo albergue de la Xunta de Galicia había sido inaugurado pocos días antes. A las afueras del pueblo y en lo alto de un monte, sin atención alguna. El dueño de un mesón recibía los pedidos por teléfono y subía las cenas en su furgoneta. Yo preferí bajar y darme una vuelta por el pueblo, cenar como Dios manda.

A la mañana siguiente tocaba una etapa de mucho cuidado con un final feliz en un albergue que son varias casas.




La hospitalera voluntaria, catalana, de Santiago de Olveiroa  solo sabía cocinar lentejas (y no muy bien) así que me tocó hacer una porra para comprar viandas y después la cena con la ayuda de las chicas. Quedamos todos encantados y después de la pitanza la hospitalera nos convocó a una meditación con velas, ¡como en Grañón! Maravilloso, yo incluso me dediqué unos minutos haciendo zen en un rincón a solas.



En la siguiente etapa yo decidí marchar hacia Muxía, y en compañía de una chica irlandesa hice esa larga etapa con un final inesperado. No había albergue y al ser agosto ni una sola cama libre en todo el concejo. 





Dormimos en unas colchonetas del pequeño palacio de deportes. Pero lo pasamos muy bien. Nos acompañaron otro par de chicos más que habían llegado hasta allí en autocar.

A la mañana siguiente los tres se marcharon para La Coruña.







Me quedaba andar hasta Finisterre recorriendo la Costa de la Muerte. Por el camino trazado y sin pasar por el Cabo Turiñán. Eso lo haría otro año. La playa del Rostro me dejó un grato recuerdo, también regresé años más tarde para pasear por sus arenas.



Finisterre, y nunca mejor dicho porque se me hizo larga la etapa, amén de un par de despistes y algún kilómetro de más que me metí en las piernas.




Tras contratar habitación en un mesón tocaba subir al faro a la caída del sol.



Había que quemar algo, según alguna tradición. Final feliz para la toalla y unos calcetines y no sé que más.




Tras contemplar la puesta de sol bajar al pueblo cenar algo consistente y despedir mi Camino de Santiago 2001. 



Tocaba dormir bien pues el viaje de vuelta a León es largo y por entonces muy lento.

Mucho ha cambiado este largo Camino de Santiago, y en muchas cosas para bien. Quedarse con lo bueno, los recuerdos amables y desechar lo demás.

Tal vez ponga más fotos peregrinas en entradas siguientes.


Era de Acuario


Era de Acuario


Hola. ¿Qué tal están, amigos? Cambiando de signo astrológico, supongo.

¡Ah!. ¿Que usted no cree en esas cosas?

Yo tampoco, pero lo estudié a base de bien.



Desde que era un chaval he leído docenas de libros, de los llamados espirituales y afines, donde unos fantásticos gurús nos guiaban hacia la llamada Era de Acuario, o la Convergencia Armónica, o cosa similar. Buena parte de ellos se hicieron famosos y millonarios.

Todos ellos eran farsantes en casi todos los aspectos de la existencia, ¿no se lo cree?

Pues ya estamos donde nos prometieron y mire usted cómo anda la cosa.

Tractores aparte.



Casi mejor yo me compraría un acuario, para pasar los ratos libres mirando el movimiento de los pececitos. Seguro que alcanzaría niveles de conciencia mucho mayores que los que cualquier gurú me pueda prometer. Y me saldría más barato; hay que ser consciente de ello.

Yo es que soy muy de acuarios; es ir a Gijón, La Coruña o San Sebastián, y los pies me llevan derecho al acuario. Sentarme a ver los tiburones pasando por encima de mi cabeza. Sentirse uno con ellos. ¿Llamas gemelas?

A otros les dejo los cardúmenes.



Y continúo: drogas y supersticiones son el alimento infantil, la fosfatina, que tomamos el común del género humano, pensemos en ello.

En el siglo pasado, cuando quisieron salir, avanzar, de las supersticiones ancestrales, de la vieja Matriz, siguiendo teorías como la de la evolución o la mecánica cuántica lo que ocurrió es que se metieron en todo tipo de fantasmadas espiritualistas y en el desarrollo de nuevas sectas.

La más destructiva de todas, sin duda, fue la nazi; basada en la supuesta superioridad racial de un pueblo imaginario, pero hubo muchas más. Excepto en el bloque rojo, que con asesinar al que sobresalía y exterminar en masa a todo tipo de disidencia se veían felices y gozosos desfilando tras sus enormes armas de destrucción masiva, materialmente radiantes.



Tengo que volver a escuchar la Quinta Sinfonía de D. Shostakóvich, el prodigioso; y después algo de Benjamin Britten, para refrescar recuerdos del pasado milenio.

Habrá que seguir buscando en estos días procelosos como crecer en conciencia, siendo feliz en la transcendencia. O emigrar a Bután, que también podría ser.

Qué charada de noticias y de ideas nos asaltan día tras día, ¿no les parece? Y sin embargo estamos viviendo ya la Edad de Oro que durante milenios se soñó, ¡y nadie se da cuenta!

Nos avisaron los Mayas, los de otrora, que empezamos tiempos nuevos, cambio de Matriz planetaria, el regreso a La Claridad espiritual.

Pero la avaricia, ¡Ah, la avaricia humana! Sigue siendo muy comilona. La mayoría sigue a oscuras.



Mas de 8.000 millones de personas viviendo al mismo tiempo, ¡en el mismo planeta! Y nadie se da cuenta. ¿Cuándo se vio a millones de personas viajando en modernos trenes, aviones y barcos de un país e incluso de un continente a otro?

La edad de la abundancia es esta. ¿no se dan cuenta?

Una venda oscura, un velo tras otro, tendremos en la vista para no ser conscientes de ello.

Puedo enviar una foto o un correo a una amistad que vive en Tasmania y le llegará en instantes, y ella, a su vez, mandarme un paquete que me llegará ¡en días!

Y seguimos con los: ¡Ay! ¿Qué será de mí? ¡me quieren quitar mi dinero! Cerrar los cajeros...

No aguanto a los miserables, soy así.

Hasta la próxima, amigos. Me voy al Besugo a tomar un chato, que estamos en Piscis.




Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...