Año 2000, Camino de Santiago, Sahagún.


 En el mes de diciembre del año 2000 había gusanillo de Camino de Santiago, así pues un domingo bajé hasta Sahagún en el tren para andar un poco.


Tras tomar un café bajé al Puente Canto para cruzar sobre el río Cea. Una mañana fresquita y con mucha humedad.



Dije adiós a Sahagún y hola a los patitos. La laguna de Valdemorgate se había llenado con las lluvias recientes y había patos o ánades por allí correteando.



Un poco más arriba se encuentra el desvío hacia Calzada del Coto.

Como llevaba trípode me pude hacer una autofoto. Recuerden: es el año 2000.


Una larga tirada me queda por delante. La pista forestal paralela al andadero no estaba asfaltada por entonces y tan solo se escuchaba el sonido del viento.



Mas adelante queda pasar junto a la Ermita de Nuestra Señora de Perales.
Habían gastado un montón de dinero en bancos y mesas y ya no digo en el andadero.



Pasamos el arroyo del Valle del Espinar y después por el monumento al peregrino alemán. Se quedó aquí mismo un par de años antes.


En Bercianos por no haber no había ni bar, si mal no recuerdo. Aunque es un pueblo majo. Bicigrinos en diciembre, y hay quien dice que con bici es más fácil... Se nota que nunca han dado pedales.


Hasta el Burgo Ranero solo quedaba disfrutar del paseo. Al llegar al pueblo me fui directo a la estación para tomar el tren a León.
Mirar bien esos arbolitos, llevaban pocos años ahí plantados, y la gente se burlaba de que nunca darían sombra, que eso es un páramo.
Por supuesto volvería al Camino, pero eso ya al año siguiente.
Ya subiré más fotos y espero que os gusten,

El oscuro designio, de Ph. J. Farmer

 


El oscuro designio, de Ph. J. Farmer


Tercer volumen de la saga El Mundo del Río, y el que tiene más páginas.

Continúan las aventuras de los personajes de anteriores novelas y se añaden otros como Tom Mix y Red Rider de la infancia del autor.

De modo “casual” se descubre que algunos humanos tienen “implantes” en su cerebro, ¿y eso?

Construyen globos y grandes dirigibles con la finalidad de poder acercarse al Polo Norte y poder entrar en La Torre.

El caso es descubrir quién es el Misterioso Señor X y quienes son Los Éticos.

Uno de los personajes incluso ve unos extraños globos luminosos flotando sobre las cabezas de los protagonistas. De diferentes tamaños y diferentes colores.

Incluso consiguen construir un rayo láser para que Sam Clemens pueda destruir al barco de Juan sin Tierra, consigo dentro. Cuando lo alcancen, claro.

Cuando están por conquistar la Torre del Polo Norte un misterioso Thorn hace fracasar el asalto y siguen las aventuras río arriba y río abajo buscando a los Éticos y a sus agentes.

Tendré que volver a leer el siguiente libro de la serie para saber en qué termina el asunto, que esto es un sin vivir.

Más en serio: es una estupenda novela de aventuras con una ciencia ficción en ocasiones muy divertida. ¿Pasan del Neolítico al Rayo Láser en menos de 25 años?

No lo paso a creer.

Eso será... Ciencia Ficción.


Año 2000, Camino de Santiago, Parte I

 


Año 2000, Camino de Santiago, Parte I

Recuerdos fotográficos de un recorrido por el Camino de Santiago que realicé en el verano del año 2000.





Fui en tren hasta Bayona, y después hasta San Juan Pie de Puerto. Tocaba subir desde la estación hasta la villa a tomar algo y sellar la credencial.



San Juan es muy bonito, y turístico. Así pues paré lo justo y por la calle de España me dirigí al Camino.



Elegí la Ruta de Napoleón, me pareció más montañera y no me equivoqué. Son más de mil metros de desnivel.



Pasando por Mendi Alaz. Ya comienza la subida.



Subes a las praderas de Huntto o Honto. Y más se empina la carretera.



En Arbola Azpian se encuentra la mesa de orientación. Bonitas vistas de un soleado día del mes de julio.




Más arriba se encuentra la bonita imagen de Nuestra Señora de Biacorre.



Seguimos subiendo por la carretera, había senderín al margen, hacia la frontera. En una curva pudimos ver un grupo de buitres dándose el festín con una vaca muerta.



La zona de Biakorri es muy bonita. Estás en Los Pirineos.



Iba charlando con una pareja de canadienses y me pasé la caseta de caza que marca la frontera y el desvío hacia el Collado Lepoeder.



Seguimos caminando hasta que se terminó la carretera. Menos mal que había una fuente y desde allí se veía el repetidor de televisión española. Me di cuenta del error cometido, a pesar de que todos los carteles estaban en euskera, este veterano montañero ya tenía mucha escuela, enseguida tomamos la senda para encontrar el paso a España. Por debajo del Collado Lentarte.



Quedaba la subida al Collado Lepoeder y el Puerto de Cize donde paramos a comer algo.



Poco, pues se nos vino encima una tormenta, con granizo incluído, y bajamos a la carrera por los pinares buscando refugio en la Colegiata de Roncesvalles.




Sellada la credencial continué andando hasta Auritz o Burgete. Me alojé en una casa rural que me habían recomendado unos montañeros navarros. Luisenea de nombre, muy majos, y que me indicaron donde cenar aquella tarde.





Burgete es un pueblo muy majo y se come muy bien. Y de menú.



A la mañana siguiente, entre la bruma, siguiente etapa; a ver hasta dónde llegaba.





Primera parada en Espinal.





Y después en Guerendiain. Después queda una bonita tirada hacia el Alto de Erro.






Paré lo justo para sellar y tomar algo en Zubiri y continué caminando. Es valle abajo, pero un auténtico rompe piernas.





Mi idea era parar en Larrasoaña, pero hacía tan buen día, un domingo, que pasé de largo y seguí caminando.





Zuriain y el Torreón de Irotz.








Después de parar un poco en un merendero seguí de paseo hasta llegar a La Trinidad de Arre.




Entré a sellar la credencial y ¡vaya por Dios! El cura no me dejó continuar la marcha, no llegaría a Pamplona hasta la noche y que me quedara en su albergue.



Un marista champagnat que había estado dando clases en el colegio de Valdelamora, en León. Mi barrio de niño. Así que me quedé a pasar la tarde con él y ayudando con los peregrinos.

Me indicó un sitio estupendo para cenar en Villava, una peña gastronómica, y que iba de parte suya.

En fin, al día siguiente bajé hasta Pamplona casi a la carrera y apenas sellar la credencial llamé por teléfono a casa.

Cambio de planes, bajar a la estación y tomar el primer tren que pasara para Legión.

Fin de la primera parte.






Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...