La balada de beta – 2


 

Una estupenda novela de Samuel R. Delany, escritor estadounidense, publicada en el año 1965, que aborda un tema de pura ciencia ficción: una expedición a unas lejanas estrellas estuvo perdida por mucho tiempo y cuando al fin fue localizada los supervivientes son tremendamente hostiles a todo tipo de rescate por los terrícolas.

Tan solo consiguen traer consigo una serie de baladas, escritas por los viajeros, que relatan, a su manera, que ocurrió en aquella expedición fallida, pues aunque llegaron al mundo que buscaban nunca llegaron a desembarcar. ¿Qué les ocurrió y como viven en la actualidad?

Un profesor de universidad encarga a su “alumno estrella” que vaya hasta esas naves abandonadas y descubra qué hay tras esas baladas. La más famosa e inescrutable es La Balada de Beta – 2.

Y lo que descubre en la primera de las naves que visita es a un muchacho pelón que desafía todas las leyes de la ciencia oficial terrestre. El chico le guiará de nave en nave para que llegue a comprender, cabalmente, el significado de la balada.



Una entretenida novela de Samuel R. Delany que entre otras cosas deja entrever que tanto la ciencia como la religión terrestre valen, como mucho, para andar por casa, este mundo, pero en cuanto sales ahí fuera... te esperan las estrellas.

Se queda en mi colección de Ciencia Ficción.

España y la vieja Matriz 3D


La Matriz 3D camina actualmente sobre dos patas: dinero y partidos políticos.

No hay democracia directa y los vecinos tan solo estamos para pagar impuestos y callar.

Tenemos que soportar los gastos de la administración europea, estatal, autonómica, provincial y municipal. Pagar, callar y no tener algo en común como no sea... las sociedades recreativas.

Ya ni las fiestas del barrio o del pueblo podemos organizar los vecinos; siempre ha de ser alguien del partido y gastando mucho dinero.

Las asociaciones o juntas vecinales tan solo pueden elevar ruegos y preguntas, o denuncias, a las autoridades municipales, y de ahí para arriba... ¡olvídelo!.

Dinero y partidos políticos, el cepo perfecto. No hay democracia alguna, solo engaño y manipulación descarada.



No existe libertad de expresión, y los medios de comunicación están al servicio del dinero y de los partidos políticos.

El dinero nunca fue ni será democrático. O queremos lo uno o lo otro.

Las sociedades pueden organizarse sin necesidad alguna de estados y ejércitos, sin agobiantes impuestos, sin líderes carismáticos. Libres de explotación; pues no somos ganado humano, y esta Matriz 3D se derrumbará algún día, cuanto antes ¡mejor!

Habrá que rechazar muchas cosas que nos tienen atrapados por coacción o tradición, especialmente todas aquellas que nos exigen ¡dinero!



España, su idea, ya existía en tiempos de Viriato; no podemos seguir en manos de romanos y traidores a la patria común. Una nación donde hay españoles de primera, de segunda, y de tercera no es la española; es un espantajo con bandera.

Hay que renovar la patria y cambiar la Matriz.


Hasta un próximo programa de Ciencia sin Conciencia, amigos.

A quien no le guste el concepto Patria puede cambiarlo por Matria, como hizo la poetisa Raquel Lanseros.








Los oscuros años luz, de Brian Aldiss

 


Otra estupenda novela de ciencia ficción que ingresa en mi colección: Los oscuros años luz, del escritor británico Brian Aldiss.

Fue publicada en el año 1964 pero sigue resultando entretenida su lectura. Una nave exploradora, británica por supuesto, encuentra en un planeta lejano a una especie retozona, y guarrilla. Los hombres-rinoceronte les bautizan, eso sí, después de haber matado a casi todos los que encontraron. Se llevan dos de vuelta a casa, para exponerlos en el zoo de Londres. ¿Interesante, verdad?

¿Son seres inteligentes? no lo parecen pero han sido capaces de crear su propia nave espacial, ¡de madera! Una artesanía maravillosa.

¿Se comunican entre sí? estupendamente, pero no hay quien les entienda por la complejidad del lenguaje que utilizan.

¿Tienen conciencia? se les supone, pero no hay manera de entenderles. Simplemente pasan totalmente de los terrícolas y sus charadas. Tan solo les interesa ser lo más fértiles posible mientras esperan tranquilamente que les llegue su hora, de ser enterrados bajo sus abundantes boñigas.

En fin, que pasado un tiempo los yanquis deciden explorar la zona estelar donde encontraron a los guarrillos, y ¡sí! los hay en abundancia y en varios planetas.

Como van en plan vaqueros y séptimo de caballería ya puede suponer que pasará con estos búfalos, los hombres rinoceronte.

Muy recomendable.


Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...