Boletin de Hospitaleros Voluntarios, Noviembre 2022.

 


IN MEMORIAM
José María Lezama +9 de mayo de 2022
Cuando había pasado ya mucho tiempo, supimos del fallecimiento de José María. También asociado a la de Guipúzcoa, fue hospitalero en León, en Burgos, en Roncesvalles y en Santo Domingo de la Calzada.
José Antonio Vilaboa +11 de octubre de 2022
Con 83 años, era uno de los miembros más antiguos de la asociación de Guipúzcoa. Siendo hospitalero en San Juan de Ortega desde 1991. Gallego de nacimiento, había recibido la Medalla Castelao de la Xunta de Galicia.
Francisco Javier París +2022
Supimos del fallecimiento de Javier pasado un tiempo; desgraciadamente es algo que ocurre a menudo. Javier París era un hombre optimista, de sonrisa grande como él era; siempre dispuesto a echar una mano donde fuera necesario.
Para estos tres hospitaleros y para los que, a buen seguro, nos han dejado ya pero no tenemos noticia, os pedimos una oración por su descanso. Y por todos los demás que nos precedieron y nuestras familias.
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Un adiós

Pronto se cumplirán 16 años cuando inicié como coordinadora de Hospitaleros de la Federación. No debería usar el boletín de Hospitaleros -no sé si es correcto, pero es lo más inmediato que tengo para comunicar con vosotros- para deciros adiós. En estas frases después de tanto y tanto escrito -con más o menos acierto- os digo adiós como coordinadora, pero no como hospitalera voluntaria que es -en mi vida- una de las cosas que más a gala llevo, que más orgullo me causa.

Escribo con nostalgia, claro, y también con emoción. Os aseguro que estoy muy contenta de este paso, porque sé que quien llega va a mantener el espíritu de Hospitaleros, la bandera de la acogida tradicional en el Camino de Santiago, con el mismo sentido de responsabilidad con que yo lo asumí -y él- con el brío que el paso del tiempo está laminando.

En 16 años he visto cómo Hospitaleros crecía, se extendía por todo el mundo llevando nuestra marca -y con ella a la Federación de Asociaciones que nos ampara- por todos los rincones; casi 60 nacionalidades se unen en una misma tarea: que los peregrinos sean bien acogidos en lugares donde la fraternidad manda. En este tiempo he visto abrir albergues; he visto cómo hubimos de marchar de algunos lugares y emprender nuevas empresas. Durante 16 años conté con la confianza de los presidentes de la Federación para que el proyecto de acogida de ésta siguiera adelante y a todos ellos se lo agradezco. Fueron años de mucho trabajo, casi siempre muy gratificante y -siempre- soportado por las hospitaleras de los hospitaleros: Mayte y Marta que, en Logroño, hacen lo posible y lo imposible para que todo, en un grupo de más de 7.000 personas, esté en perfecto estado de revista.

También tengo un adiós para mis compañeros de “fatigas”; los que me ayudaron -y más- en la puesta en marcha de los cursillos, de los encuentros, los que estuvieron al cuidado de los hospitaleros en sus albergues de destino, los que deshicieron entuertos por mí. Cada uno de ellos -a su manera- están para siempre en mí. Para todos tengo un gracias especial y grande como la catedral de Santiago…

En este tiempo vi llegar a amigos para siempre y vi marchar -para siempre- a algunos amigos que a buen seguro tendrán el albergue definitivo limpio y ordenado (con camas siempre “de abajo”) esperando nuestra llegada.

Quienes me conocen saben que sostengo como fuerte creencia que el cementerio está lleno de imprescindibles, pero lo que yo espero de mí misma es no olvidar que todos vosotros fuisteis parte de mi vida por un tiempo que, en cierto modo, me hizo la persona que hoy soy.

Pronto se harán 16 años cuando, quien más abajo escribe, vertió en este boletín la llegada de un nuevo coordinador. Yo ahora le doy la bienvenida a Manuel Oliva desde el mismo boletín, deseándole los mejores augurios y pidiendo a quien lea esto que lo ayude en lo que acometerá desde el 1 de enero próximo.

Con muchísimo afecto y un hasta siempre, Anai.

Y ¡hola!

Amigos hospitaleros.

Algunos de vosotros ya me conocéis, os mando un saludo a todos y en especial a los que aún no nos conocemos personalmente.


Me llamo Manuel Oliva, soy sevillano y hospitalero desde 2003.

Vengo colaborando con Ana I. Barreda en la coordinación de Hospitaleros desde 2007 y desde el 1 de enero de 2023 seré el nuevo coordinador de Hospitaleros.

Lo primero que debo hacer es agradecer -como no puede ser de otra manera- el trabajo realizado por Ana I. desde hace 16 años, pero ahora le toca descansar y disfrutar de la hospitalidad como uno más de los muchos que formamos este colectivo, sin la presión de estar pendiente y atenta a todos nosotros. Ana I. ha sido nuestra voz y nuestro referente desde hace mucho tiempo, posiblemente muchos de vosotros no

habéis conocido a otra persona en el trabajo de coordinar hospitaleros, y ahora le toca descansar.

Mi proyecto de coordinación será continuista con el de Ana I. manteniendo por encima de todo las conclusiones que cada año nos recordamos y nos comprometemos y por las que nos consideramos herederos de la tradición de hospitalidad en el Camino de Santiago. Esas conclusiones de cada final de año, nos sirven de guía para el siguiente curso.

Tendremos lógicamente algunos cambios, como un nuevo correo electrónico para contactar conmigo a la hora de solicitar destinos de hospitalería o para cualquier otro tema relacionado con nuestra Organización. Os pido a todos que toméis nota de la nueva dirección de correo manuelhosvol@caminosantiago.org ya que los contactos de Anai dejaran de estar operativos a finales de este año en curso.

Llego con ilusión a esta responsabilidad de coordinar hospitaleros, y pido al Señor Santiago que me ayude en estas labores.

Y una petición: necesitamos que os ofrezcáis como hospitaleros, que guardéis en vuestra agenda de 2023 un tiempo para la hospitalidad, para que el cuadrante se llene con vuestros nombres. Espero los ofrecimientos a partir de diciembre de este año. Sigamos viviendo con intensidad esta maravillosa locura de la Hospitalidad tradicional jacobea.

Un saludo y buen Camino a todos.

Manuel Oliva.


Animamos desde el boletín de Hospitaleros a que consultéis la web de la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago. Es, en estos momentos, la página sobre el Camino más completa que se puede encontrar en el panorama caminero. www.caminosantiago.org

Los cursos para nuevos hospitaleros que se vayan convocando en España y en otros países, irán apareciendo en la web de la Federación. https://www.caminosantiago.org/cpperegrino/hospitaleros/cursos.asp

Llega Navidad. Felices días para todos.

Llega Año nuevo. Feliz y mejor 2023.

El Camino nos espera como peregrinos y como hospitaleros.

La tolerancia

 


La tolerancia

¿Cuánta tolerancia es capaz de admitir una comunidad o cultura? Pues depende su tamaño y amplitud de miras. Ejemplo: una tribu está formada por poca gente y su tolerancia hacia lo ajeno suele ser escasa, una nación ya suele estar formada por grandes grupos de gentes variadas y su tolerancia mucho mayor a no ser que se deje llevar por supersticiones exclusivistas. Siguiendo el razonamiento una comunidad planetaria necesitará un nivel muy superior de tolerancia a la de cualquier nación o agrupación de ellas.



En este mundo tenemos los viejos cultos provenientes de los tiempos tribales y que han pervivido en naciones y conjuntos de ellas: hinduismo, judaísmo, cristianismo, Islam, etc. que son altamente intolerantes y de muy corto alcance; pueden servir y de hecho han servido para someter naciones e imperios pero son inaceptables para una comunidad planetaria y completamente absurdos si miramos hacia nuestro destino: las estrellas.



Las tolerancias

¿Sabemos lo que son? Un sistema muy pequeño necesita tolerancias muy pequeñas para estar bien ajustado, de milímetros o menor aún. Un sistema mayor ya acepta tolerancias de centímetros y a mayores sistemas ya se trabaja con metros, e incluso kilómetros.

Una cultura global, planetaria, ha de tener por fuerza una amplia tolerancia pero se le opone tanto las naciones y organizaciones estatales como los viejos cultos tribales a los que estas se sienten tan apegadas. La ciencia en cambio, bien entendida y mejor practicada, favorece con sus hallazgos una civilización planetaria pues las leyes de la física, por ejemplo, son las mismas en cualquier rincón del mundo; la exploración y colonización del Sistema Solar sería una iniciativa de futuro que uniría a la humanidad en un objetivo común y muy beneficioso.

Probablemente dos o tres lenguas se impondrán ante tamaño desafío cultural pero siempre se habrá de ser extremadamente tolerante y cuidadoso con todas las lenguas del mundo y que no se pierda alguna. Son nuestra riqueza. Lengua que desaparece es un tesoro maravilloso que hubiéramos tirado a un agujero negro por ello hay que fomentar la escritura y la auto-edición de las obras de cualquier persona de cualquier lugar en su propia lengua pues será condición necesaria para dejar atrás la barbarie de siglos pasados. ¿Cómo es posible que tengamos líderes políticos y ejecutivos de grandes empresas que no han sido capaces de escribir ni dos libros seguidos? Y que además no tienen conocimientos básicos de ciencia y matemáticas.

¿Cómo se gobierna hoy día este carajal de mundo? Pues a base de gobernantes incompetentes que no pasarían un buen examen a base de test psicológicos ni un examen de selectividad universitaria pues de conocimientos básicos están completamente pez. Seamos tolerantes y no mentemos a ninguno ni a su señora madre.

La tolerancia de una civilización planetaria en estos días aciagos nos parecería descacharrante si la pudiéramos visualizar, pero sería así tal cual; pues el sentido del humor debe estar entre nuestros genes más potentes y prolíficos. Una civilización expurgada de las viejas ideologías y los cultos tribales, de las sectas (todas son destructivas) y de similares humanas asociaciones que pudieran surgir en este tiempo, llevarían a este mundo a un nuevo Renacimiento, esta vez global, que cambiaría esto como de la noche al día. Quedaría el problema de las drogas, pero eso es ya otro cantar; una debilidad genética que tenemos.



La música, por ejemplo, alcanzaría cotas inexploradas; nos encanta bailar, también debe de ser algo genético, así pues el ballet y todas las danzas del mundo redivivas, las músicas tradicionales del mundo, por ejemplo: el flamenco, asombrarían por su extraordinaria capacidad para superarse y hacer buena mezcolanza. Las modas, vestido, peinado, calzado y todo lo demás a nuestros ojos actuales resultarían inagotables, fluctuantes, siempre cambiantes y no solo por temporadas, extraordinariamente productivas.

La alimentación, ¡Uff! No hemos visto más que el principio, aún no se ha hecho la luz en este tema; las maravillosas tapas y pinchos del Barrio Viejo de San Sebastián parecerán chuscas en cuatro días ante la competencia mundial y no solo de los de Vitoria; todos los alimentos del mundo, todo el saber culinario y alimentario de la humanidad, la búsqueda incesante de nuevas cosas, hongos, algas, ¡de todo! ¿Unos entrantes con hormigas gigantes del Kalahari? ¿Y unos shiitaques con crema de queso de Valdeón? Hace, ¿un caldo oscuro de Nueva Zelanda de uva pinot noir? Habrá que probarlo. Y todo en ese plan pero puesto a la mano de cualquier persona de cualquier rincón del planeta.

Una civilización planetaria sería lo mejor que podríamos conseguir pues los desafíos son monstruosos; ejemplo: el Calentamiento Global y la desertificación no están al alcance de ningún estado ni unión de ellos, solo se podrá paliar e incluso superar con la acción combinada de toda la gente de todo el mundo, toda.


¿Quién puede enfrentarse al desierto del Sahara que no cesa de crecer año tras año? Es un ejemplo, haría falta el esfuerzo de toda la humanidad o antes de que termine este siglo se habrá tragado varios países más y España parecerá la Argelia actual; y podría poner muchos ejemplos más. Cada año hay menos terreno fértil para una población humana que no cesa de crecer.

Es necesario por tanto conseguir cuanto antes una civilización verdaderamente planetaria y unificada como nunca antes se vio. ¿La forma de gobierno? No me preocuparía mucho por ella, lo más probable, de conseguirlo, serían unas elecciones similares a las que se hacen para elegir a las bellezas del mundo y, por supuesto, todas ellas estarían a favor de ¡la paz mundial!


Cuentos de Tiempo-Espacio 8 Π, libro

 


Los viajes de Ladmis Pan


Se conmemoraba en el año 2015 el IV Centenario del fallecimiento de don Miguel Cervantes Saavedra y tuve la ocurrencia de escribir un relato como homenaje a tan extraordinario escritor: Jipi de La Mancha.

Un grupo de chicos y chicas que se van a vendimiar a La Mancha allá por el otoño de 1980.



Todo un esfuerzo, un gran esfuerzo para mí, pues tuve un problema muy serio, hace unos años, de amnesia a consecuencia de un accidente laboral. No me quedó más remedio que pedir ayuda a mucha gente simplemente para recordar cosas y rostros.

Echar mano de la imaginación y la colaboración de “negros”, como se dice en el argot literario. (En su mayoría fueron “negras”, pero eso ya es otro tema. Yo vivía colgado del tiempo como el famoso actor Harol Lloyd)



Y como no quiere la cosa el libro se fue formando pues continuamente iban aparareciendo historias por aquí y por allá: ya tenía los viajes de Ladmis Pan. (Un seudónimo que yo utilizaba en las redes sociales, incluso me hicieron un muñequito con ese aspecto)



8 Π es una constante universal. Tengo la idea de que el primero que dio con ella fue don Alberto Einstein, pero la deshechó por parecerle demasiado fácil. ¡Es simple! Terriblemente simple, pero este señor pensaba en términos de espacio-tiempo, cuando es justo al contrario; viajaba en trenes de vapor y así de vaporosos fueron sus cálculos matemáticos.



Viajes en el tiempo, ¿porqué no? Hacia delante, hacia atrás, y también hacia los lados, a campos alternativos, por otras vías. ¿Por qué no? Relatados como si fuera el diario de un escritor fantástico, imaginario, y sus charlas con diversos colaboradores; algunos muy peculiares.



¡Volver a la luz, castrones!

Cuanto les gusta enredar.



Sobretodo mucha calma, y sentido del humor pues de la que se va escribiendo también se va padeciendo vicisitudes bochornosas. (¿No me habrán echado droga en el colacao?)

Hay que pasar por muchas cosas, al menos una vez en la vida. Yo he descendido en cuevas, escalado montañas, participado en concursos de baile discotequero, incluso en concursos literarios. ¿Usted lo pasaría a creer?



El estro creador que me animaba iba llenando hojas y hojas de apuntes, después había que editarlas para que tomara forma de libro, de algún tipo de libro.



Accidente en la Sima del Silencio, (espeleólogos en acción) Pánico en el hogar robótico (Las casas del futuro, dominadas por el internet de las cosas) El círculo dorado, La pasión de Loot (El regreso, tan esperado de Loot y su hermano Noer, y sus problemas de cálculo: ¿porqué utilizamos el sistema sexagesimal si la naturaleza es básicamente binaria? Terminarán arrastrados por la ola inmensa que provocará el conocimiento matemático)



Jipi de La Mancha (o el origen de la movida madrileña, cuando no había apenas madrileños, tan solo cuatro gatos mal pelaos en la villa y corte)



Para escribir La Fiesta de la Vendimia de Isla Berkner tuve que recibir mucha ayuda, ¡nunca he estado en La Antártida! Y la ayuda llegó; una maravillosa aventura de un grupo de supervivientes de un cataclismo telúrico que va cambiando la faz de la tierra. Tendrán que sobrevivir en aquellos campos helados sin apenas comunicación con los demás continentes. (Tan solo al principio podrán contactar con España a través de un policía un tanto pirado: Samur Pan, Samy para las amigas)



La población humana se verá reducida a poco más de siete millones esparcidos por las tierras que no se han hundido, o congelado.

¿Bonita historia, verdad? ¡Juá! Distopías a mí...



Relatos paradógicos que desafían nuestra estrecha noción del tiempo, apegados al calendario y el reloj. Y a mayores yo soy ferroviario. El tiempo, siempre el tiempo acuciando. ¿Y si el movimiento fuera producido por una onda-partícula? ¿y si eso subatómico fuera lo que llamamos Tiempo?



Sea como sea usted saque pecho y camine firme por las calles, eso sí: sin olvidar nunca el famoso dicho de Dan Lao: el camino que se ve y pisa no es El Camino.

Sí, yo fui de la O.J.E. Otro jipi más.

Busca tu Camino.


Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...