Busqueda de vida extraterrestre

 


Como aficionado desde chaval a la Astronomía he seguido desde entonces sus avances, como las ondas gravitatorias y los planetas extrasolares. Pero sigo muy decepcionado con el concepto y la metodología de la búsqueda de vida extraterrestre.

Fui colaborador del proyecto SETI, con un programa de ordenador llamado SETI@home que tuve durante años instalado en el ordenador y escribiéndome con los encargados del proyecto.



Desesperante, insistían en buscar señales de radio procedentes de civilizaciones estelares cuando lo único que se recibe son las señales de las estrellas, ¡de las propias estrellas!

Nadie va a utilizar un canal de comunicación que ya está copado por miles de millones, trillones, de emisoras.

Ya en plan de cachondeo les pedí que buscaran señales de televisión; no comprendieron mi humorada. Abandoné mi colaboración.



Ni en mil años encontraran algo interesante.

Buscan a millones de años luz en vez de en el vecindario pleyadiano, que son unas dos mil estrellas, no es moco de pavo. Pues erre que erre, sacan al espacio un nuevo telescopio y repiten y repiten la misma jugada: le ponen a observar galaxias lejanas. Va creciendo la lista de planetas extrasolares, sí, pero ni rastro de vida en ellos. ¿Y eso por qué?

Buscan las mismas condiciones de agua líquida y Tercera Densidad en otros lugares; sería más fácil encontrar una aguja en un pajar.



Mirar arriba: hay un elefante en el cielo.


La crux de los angeles, libro

 


Aprovechando unos días de vacaciones en la ciudad de Cádiz, en el año 2013, escribí una maravillosa novelita (novellette) que titulé La Crux de los Ángeles.

Cádiz, la Isla de León, la Tacita de Plata, es mucho Cádiz y los bares del barrio de San Martín muy... acogedores. Y qué rico ese vino blanco, fresquín, luminoso... me pedí el primer día que pisamos por allí ser vecino del Populo, hasta el fin de mis días.


En fin, que tenía la idea de escribir una historia; algo prodigioso ocurrido durante el reinado de Don Alfonso II, el Casto. Rey de los ástures y cántabros que se habían levantado contra el dominio mahometano, queriendo mantener sus viejas costumbres y romerías y la sidra y el bollo preñado y... todo eso.

Que enseguida estuvieron hasta la gaita de los moros... y comenzaron las batallas en el Monte Auseba, el Monte Seguro, y continuó la guerra el primero de los Alfonso, el cántabro, que llevó las fronteras del reino desde La Coruña hasta Vitoria.


Así pues llegamos a los tiempos del segundo de los Alfonso, atacando por sorpresa la ciudad de Lisboa, en el año 798, y llevándose de vuelta a casa un fabuloso botín.

Pero... ¿Qué nos cuentan las crónicas medievales?

Que dos años después del botín de Lisboa los magnates del reino depusieron al rey y le encerraron en un monasterio... ¡durante ocho años! Hasta el año 808 le mantuvieron el confinamiento, y porque las tropas musulmanas estaban arrasando Asturias fue cuando sacaron a Don Alfonso de monje y le pusieron de nuevo al mando del ejército.


¿Qué había ocurrido entonces?

Terreno sembrado para la fantasía: En el botín de Don Alfonso iban tres bajeles, bajeles musulmanes, concretamente de marinos gaditanos, que a su vez ellos habían arrebatado a la armada cristiana en una desesperada operación de recuperación de la ciudad de Málaga para el Imperio Bizantino.

Quien roba a un ladrón...


Y de vuelta a Gijón sucede lo inesperado... En un puerto de la Marina de Lugo, Vivero, el rey coincide con unos monjes, unos extraños monjes, llegados en una pequeña embarcación desde la Isla de Irlanda.

Los irlandeses son hermanos, de raza y de religión, pero ¿Qué les ha traído hasta las costas gallegas y en tan pequeña embarcación?

Quieren ir a Roma para dar cuenta a toda la Cristiandad del hallazgo de la Isla de San Barandan.

¡¡Qué!!

Y yo tengo tres bajeles...




La aventura se lanzará en cuestión de semanas; financiación más que sobrada: todos los magnates del reino quieren participar e incluso algunos enviarán a sus hijos a la conquista de...

Terra Incógnita.


Y no les cuento más de mi historia y de cómo aquellos hispanos, muy anteriores al también hispano Cristóbal, se llevaron con los incógnitos habitantes de aquellas tierras lejanas; y sobre todo con las... incógnitas. Las doñas del otro lado de la mar océana, tan similares a las que habían dejado en casa.


Don Alfonso pasó los últimos años de su largo reinado viendo crecer su sueño dorado: la Nueva Toledo, en tierras asturianas. (Novo Toleto-Ovieto-Oviedo) Y su fabuloso templo dedicado a San Salvador (Jesús de Nazaret) donde resguardar las reliquias del Arca Santa que unos monjes habían sacado de Toledo (el visigodo) y escondido en el Monte Sacro.


Su símbolo sería La Cruz de Los Ángeles; imagen basada en una visión que el rey, no tan casto como se dice, tuvo de niño a la muerte de Don Aurelio. Una cruz en el cielo.


Su testigo fue recogido por su sobrino Don Ramiro, el Justo, que amplió y mejoró la ciudad ovetense, aunque él personalmente prefería pasar los días en su Camelot del Monte Naranco.

Allí, dando gracias a San Miguel Arcángel por su protección, y en el templo de Santa María iría dando forma a su proyecto personal: Sus Caballeros Palatinos. Bernardo del Carpio, Hermenegildo de Oporto, en fin... los Doce de la Fama. ¿Recuerda sus nombres, verdad?


Pero eso ya lo dejaría para otro relato fantástico, ¡y tanto!


Ramiro y El Hazo.



Disfruten con las aventuras de los hispanos en la Terra Incognita.




Orgon: una idea

 


Ultimamente se está "poniendo de moda" hablar y escribir sobre el orgón y las orgonitas.

Esto es algo muy antiguo; ya los babilonios hacían cosas muy simples para obtener este tipo de energía sutil, y estupenda para la vida.

En la imagen un ejemplo: es una vasija de cerámica que muestra con simpleza como obtener orgón (electro-plasma).

Hay muchas maneras y cada cual, en su hogar, deberá encontrar la suya, ¡el caso es que funcione!

En este enlace podréis averiguar más sobre el tema:

Orgonitos

Esto que os muestro no tiene nada que ver con las dichosas antenas de telefonía, es más: sea cual sea el invento que se les ocurra procuren mantenerlo lo más oculto y protegido de su influencia. Incluyendo wifis y cables vistos de corriente eléctrica.



Una gente que sabía mucho de lo que llamamos electro-plasma u orgón eran los egipcios de la época de Akenatón. El tesoro de Tutankamon es un estupendo relicario de cómo producían e incluso lo distribuían por su ciudad, sacaban El Arca de procesión, para beneficiar a todo el territorio.


No, no soltaba rayos, desprendía la energía primordial del universo, de un modo suave y sutil.
También tenían un enorme ¿armario? donde la concentraban y la familia real pasaba, uno por uno, estando un rato en su interior renovando su energía vital.



Las serpientes es el símbolo que utilizaban para señalar la energía vivificadora, la buena, la sana; la perniciosa es la que nos están echando a diario con las antenas actuales.
¿Comprende lo que le digo? Utilizaban una tecnología muy superior, sanadora.


Esto no lo inventó Wilhelm Reich; él lo redescubrió y fue un incomprendido toda su vida, en especial en todo lo que contaba y afirmaba sobre la energía sexual. Ahora somos humanos estabulados y deprimidos, sin energía.
Eso sí: oro tenían a toneladas los egipcios.


También de la caída del polvo extraño que sueltan nuestros amigos los "aviadores". Que aviados nos dejan día tras día con su porquería.

Mirar arriba: hay un elefante en el cielo.


Aprovechemos el tiempo para aprender de una conciencia alienígena

Aprovechemos el tiempo para aprender de una conciencia alienígena Seguimos a vueltas con el extraño “cometa” que en estos días está entran...