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El final de la infancia y la servidumbre


El final de la infancia y la servidumbre


Debemos ya dejar de pensar en términos de amos y siervos, esa cosa que nos quedó del Siglo de Oro y los imperios. Un pueblo que se precie, todos sus vecinos, desde los niños a los ancianos, ha de rechazar, de plano, esa clasista forma de pensar. Estaría bien en... los tiempos de los reyes godos, pero ahora no. La servidumbre actual está bien disimulada pero es funcional, y si algo funciona ellos no cambian su modo de proceder.



Mucha gente se cree hoy día libre por ser un consumidor compulsivo aunque su vida sea una cagadita de cordero. Agachan la cabeza en cuanto les levantan la voz y solo se sienten valientes con el teléfono en las manos, insultando a troche y moche. Recuerden ustedes la cola que hicieron en el Vacunódromo.

¿Ha cambiado algo su modo de ser? Pues ya es hora de hacerlo.



Y por lo demás y en mi opinión Cartago ha de ser...

Digo, digo, quiero decir que el euro digital es para control mental. El de ellos sobre ustedes, no acepten un mayor grado de servidumbre. ¿Cómo se podría aliviar este estado de cosas? Sin quemar el parlamento, como han hecho en Nepal.



Lo primero es visualizar bien claro la trampa para ratones que es lo que llamamos dinero.

El siguiente paso es ver como se utiliza nuestra propensión a las adicciones y después el uso principal que le dan a las drogas: producir más dinero. Tercero, crear dinero ficticio y con eso llenar de deudas ficticias, externas, a estados y particulares. ¿Me siguen?

Del rey al porquero todos son servidores del dinero. Es verdad.


No se puede servir a Dios y al monedero, ¿vamos viendo mas claro? Yo escribo a fondo perdido, sin recibir un chavo a cambio pues mi riqueza es saber quien soy y como soy. Eso es impagable, ¡pero no soy mejor que ninguno de ustedes! Soy escritor de ciencia ficción y un vecino más de la ciudad de los dos ríos; me siento hermanito de los perros aunque orinen en la puerta de casa. Mientras no lo hagan sus... amos.


Amores platónicos


Amores platónicos


Hola amigos, tormentosos momentos estamos viviendo; pero ya era hora, ya.

Parece que pienso mal de los dirigentes actuales, y yo no quisiera; les veo agarrándose a un clavo ardiendo en estos días.

¿Podría haber otro tipo de gobernantes? Tendría que haber otro tipo de vecinos en el pueblo, nuestro pueblo. Gobernantes filósofos.



Seguramente nunca tendremos un filósofo mejor que aquel que se pregunta sobre La Nada; algo que siempre se escabulle entre sus dedos, sobre los posibles elementos materiales que de tan pico-pequeños nunca existirán, ¿o sí? Según se mire.



Podría llegar a ser un gobernante platónico de lo más justo y fiel con su pueblo pues nunca tendría algo palpable que llevarse en las manos, a su casa. Ni aunque fueran sobres muy livianos; incluso el sello se le haría muy pesado.

Haría las cosas con un amor fugaz, sin esperar algo a cambio, ¡qué pesado!

Incluso las bellezas de su harén serían volátiles, prestas a buscar amantes gallardos en otros patios.



Sobre sus ministros siempre pendería la pesada espada de Las Virtudes, y a la menor muestra de flaqueza... ¡caería sobre ellos!

Sus vecinos vivirían felices y contentos con su gobernanza, paseando por los campos buscando raíces, siempre abundantes, con las cuales sustentarse y así cultivar sus... inteligencias naturales.

Sin limitaciones materiales ni servidores metalizados, innecesarios. (Robots)

Su “corona” estaría hecha de grandes espinos para que nunca se le ocurriera la idea de llevársela a la cabeza y darse pompa y circunstancia. Así los amores platónicos se sucederían y reproducirían abundantemente en su territorio.

Nadie sería más que otro, sino más sabio y prudente, y por ello admirado.

Del trono al arroyo todos serían seres virtuosos y felices.



Nadie querría guerrear con ellos pues fácil te convencerían para convertir tus espadas en arados y los cascos en... bacinillas.

¿Le gustaría a usted vivir un amor platónico de este tipo?

¡¡Pues a qué espera!!


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Aprovechemos el tiempo para aprender de una conciencia alienígena Seguimos a vueltas con el extraño “cometa” que en estos días está entran...